tag:blogger.com,1999:blog-35045571114705490662024-03-13T15:14:52.934+01:00BLOGEARTE - CRÍTICA DE ARTEJAVIER GONZÁLEZ PANIZOhttp://www.blogger.com/profile/14584123684300518798noreply@blogger.comBlogger521125tag:blogger.com,1999:blog-3504557111470549066.post-41552019283100547552019-02-24T18:52:00.000+01:002019-02-24T18:55:10.176+01:00LA FAVORITA: DE KANT A SADE. ATRAVESANDO FANTASÍAS<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<!--[if gte mso 9]><xml>
<w:WordDocument>
<w:View>Normal</w:View>
<w:Zoom>0</w:Zoom>
<w:TrackMoves/>
<w:TrackFormatting/>
<w:HyphenationZone>21</w:HyphenationZone>
<w:PunctuationKerning/>
<w:ValidateAgainstSchemas/>
<w:SaveIfXMLInvalid>false</w:SaveIfXMLInvalid>
<w:IgnoreMixedContent>false</w:IgnoreMixedContent>
<w:AlwaysShowPlaceholderText>false</w:AlwaysShowPlaceholderText>
<w:DoNotPromoteQF/>
<w:LidThemeOther>ES</w:LidThemeOther>
<w:LidThemeAsian>X-NONE</w:LidThemeAsian>
<w:LidThemeComplexScript>X-NONE</w:LidThemeComplexScript>
<w:Compatibility>
<w:BreakWrappedTables/>
<w:SnapToGridInCell/>
<w:WrapTextWithPunct/>
<w:UseAsianBreakRules/>
<w:DontGrowAutofit/>
<w:SplitPgBreakAndParaMark/>
<w:DontVertAlignCellWithSp/>
<w:DontBreakConstrainedForcedTables/>
<w:DontVertAlignInTxbx/>
<w:Word11KerningPairs/>
<w:CachedColBalance/>
</w:Compatibility>
<m:mathPr>
<m:mathFont m:val="Cambria Math"/>
<m:brkBin m:val="before"/>
<m:brkBinSub m:val="--"/>
<m:smallFrac m:val="off"/>
<m:dispDef/>
<m:lMargin m:val="0"/>
<m:rMargin m:val="0"/>
<m:defJc m:val="centerGroup"/>
<m:wrapIndent m:val="1440"/>
<m:intLim m:val="subSup"/>
<m:naryLim m:val="undOvr"/>
</m:mathPr></w:WordDocument>
</xml><![endif]--><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://4.bp.blogspot.com/-KgpmMbe0a1o/XHLZG3lPS0I/AAAAAAAAEo0/-2yxfWsIJagudawNRwxGSfH2JzHdoTN8QCLcBGAs/s1600/La-favorita-cri%25CC%2581tica-peli%25CC%2581cula-de-la-semana-Cinegarage.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="400" data-original-width="800" height="200" src="https://4.bp.blogspot.com/-KgpmMbe0a1o/XHLZG3lPS0I/AAAAAAAAEo0/-2yxfWsIJagudawNRwxGSfH2JzHdoTN8QCLcBGAs/s400/La-favorita-cri%25CC%2581tica-peli%25CC%2581cula-de-la-semana-Cinegarage.jpg" width="400" /></a></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Hay una famosa frase
de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Lacan</b> que dice, más o menos, que
aunque quizá el loco sea loco por creerse <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Napoleón</b>,
mucho más loco estaría Napoleón si realmente se creyese Napoleón. Así dicho, la
cosa puede resultarse un tanto enigmática o quedarse en el lacónico “ni yo
mismo sé quien soy”. Pero, sin negar en parte la verdad de ambas tesis, lo que
la cita lacaniana trataba de decir es que toda decantación subjetiva está
sostenida en una fantasía concreta: aquella que le da soporte, aquella que no
solo viene a llenar el vacío constitutivo de toda subjetividad sino que le da
forma y estructura. Dicho de otra manera, por muy Napoleón que sea Napoleón,
Napoleón solo será la identidad sostenida por una fantasía concreta. </span>
</div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Para ver qué fantasía
es esta habrá que irse a quien más ha aportado a la teoría lacaniana en las
últimas décadas: <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Zizek</b>. Según él, en
el origen hay siempre un exceso –un exceso de vida, un exceso de razón– que
hace descabalar toda idealidad, toda armoniosa ilación de enunciado y
enunciación, de significado y significante, de placer y goce, y que hace que en
el núcleo opere un fallo, un lapsus, un error fundacional capaz de desintegrar
toda formación conceptual. Siendo esto así, la fantasía es una construcción
inconsciente llamada a frenar el desbarre de negatividad a la que la pulsión de
muerte (nombre para ese exceso) somete a todo conato de identidad.</span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Pero la paradoja está
en que dicha fantasía no solo detiene el avance de ese exceso traumático sino
que lo sostiene manteniéndolo a la distancia precisa. Ambas cosas se dan, al
mismo tiempo, en el andamiaje simbólico que la propia fantasía construye.
Nótese como apunte que, contra la opinión común en temas lacanianos, lo Real
(ese exceso que como pulsión de muerte rodea de negatividad a todo ejercicio de
simbolización) no es algo que advenga una vez se da la simbolización –como un
resto imposible de construir– sino que es inherente a la simbolización: es
condición intrínseca de ese orden simbólico ya que éste se construye a través
de una fantasía que, precisamente, trata de sostener y estructurar dicho
exceso.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://2.bp.blogspot.com/-rUr1dkmYcKM/XHLZFFCJquI/AAAAAAAAEok/CODqvWxz2wAWyI3WxwNpBa29B0eJkVH9QCLcBGAs/s1600/1548075493-lafavoritaoscars2019.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="548" data-original-width="740" height="295" src="https://2.bp.blogspot.com/-rUr1dkmYcKM/XHLZFFCJquI/AAAAAAAAEok/CODqvWxz2wAWyI3WxwNpBa29B0eJkVH9QCLcBGAs/s400/1548075493-lafavoritaoscars2019.jpg" width="400" /></a></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">En definitiva, si
algo somos no es un “yo” centrado, con nombre y apellidos, con unas
características determinadas, sino una fantasía andante, apunto siempre de
restañar los puntos por donde lo Real amenaza con desintegrar nuestra
subjetividad, un ‘je ne sais quoi’ que hace lo que hace sin saber realmente
porqué, siguiendo un mandato traumático que desconoce. Así, si por una parte
Napoleón era Napoleón (aquel que nació en un espacio/tiempo determinado y cuya
biografía es precisamente la de Napoleón), Napoleón es también la fantasía ya
no solo que le otorga identidad subjetiva concreta sino que también mantiene su
exceso constitutivo a la distancia precisa para que el ejercicio de
subjetividad sea constantemente amenazado/sostenido por ella.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Y, claro está en todo
este desarrollo, quien dice Napoleón dice la <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Reina Ana Estuardo</b> (1665-1714): toda la película <i style="mso-bidi-font-style: normal;">La Favorita</i> no es otra cosa que las
relaciones de la propia reina con su fantasía, aquella construcción simbólica
que por una parte la coloca en un emplazamiento concreto, dentro de unas
coordenadas determinadas a las que debe de obedecer para seguir siendo quien se
dice ser –la Reina–, pero que por otra parte también le amenaza continuamente
con fragmentarla, con hacer implosionar su decantación subjetiva merced a ese
exceso (error, lapsus, pulsión de muerte) que la propia fantasía estructura.</span><span style="font-size: 12.0pt;"></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span></span><span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Y si hablamos de relaciones con la fantasía
de lo que estamos hablando es de ver a qué orden está obedeciendo. Y es que si
la Reina “consiente” en ser la Reina –igual que cada uno de nosotros en nuestra
propia fantasía, avenimos a ser quienes somos– es porque obedece una orden: un
mandato traumático y sin sentido encaminado a satisfacer el deseo de un Gran
Otro pero que, a decir verdad, no sabemos qué es lo que desea. Es decir: la
fantasía no se construye como una aparato especular que bajo determinada
perspectiva logra que el yo simbólico coincida con el yo imaginario sino como
una máquina libidinal llamada a secretar placer capaz de satisfacer las demandas
de ese Otro, unas demandas –esto es lo importante– que al no saber cuales son
las construimos a través precisamente de la fantasía, resultando entonces que
la fantasía no es solo quien pone freno a nuestro deseo sino que lo
estructura.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span></span><span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Es así entonces que la Reina Ana, como todos
nosotros, se pasa la vida obedeciendo aún cuando pareciera ordenar: buscando
algún deseo al que poderse plegar para alimentar a su fantasía y así no toparse
con ese exceso que amenaza disolverla. Obedeciendo a cualquier sustituto que
tome la forma de ese Gran Otro, obedeciendo de cualquier manera pero, eso sí,
secretando al cantidad de placer como para que la fantasía no se venga abajo. En
eso se basa sus relaciones con cada una de las favoritas: primero con <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Sarah Churchill</b>, </span><span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><span style="font-family: "arial" , "sans-serif";">Duquesa de Marlborough</span></span><u><span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">
</span></u>y después con <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Abigail Masham</b>,
Baronesa Masham. El placer que encuentra en brazos de cada una de ellas son
intentos de responder a esa pregunta que le lanza el Gran Otro y para la que
nunca hay respuesta: ¿por qué soy lo que soy?, ¿porqué ocupo este lugar en la
red simbólica? Dichos encuentros, en lo furtivo que tienen, se adecúan mejor si
cabe a esa obediencia sin paliativos que la fantasía requiere: simulan una
desobediencia, simulan un dejarse sumir en los propios deseos y caprichos del
sujeto cuando no son sino el intento cada vez despótico de una fantasía que,
para su sostenimiento, la exige cada vez más cantidades de libido.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://4.bp.blogspot.com/-e63dvssiw90/XHLZFDN8ABI/AAAAAAAAEoo/buqwyl6z2DsxcrRfQ5qPUm2m45taZLEJwCLcBGAs/s1600/1531227296_archive_1_favourite_.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="810" data-original-width="1200" height="270" src="https://4.bp.blogspot.com/-e63dvssiw90/XHLZFDN8ABI/AAAAAAAAEoo/buqwyl6z2DsxcrRfQ5qPUm2m45taZLEJwCLcBGAs/s400/1531227296_archive_1_favourite_.jpg" width="400" /></a></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span></span><span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Ese placer consumado sería algo parecido a la
noción lacaniana de ‘point de capiton’ (punto de acolchado): cierra sobre sí
mismo todo antagonismo creando un campo subjetivo completo, el punto que da
significado a todos los demás. Pero no en el sentido que pudiera derivarse de
comprender su “ser lesbiana” como de mayor saturación de significado que, como
cabría esperar, el “ser Reina”, sino en el sentido de la capacidad de respuesta
que el placer conseguido tiene para responder a su propia fantasía.</span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Y es que, en la base
de toda la película, está que la Reina no termina por soportar a su propio
fantasma, no termina por darse por satisfecha con ese placer capaz de dotarla
de identidad plena. En el límite es que no le basta con “interpretar” sino que
tiene que “atravesar”: no le basta con basar su fantasma en un desplazamiento
básico por el cual su sexualidad lésbica sería la forma manifiesta de una
sexualidad cuya forma latente sería la frustración de los 17 hijos muertos –el
placer lésbico sería la fuente de goce necesaria para alimentar una fantasía
que requiere mucho montante libidinal para sostenerse en la totalidad subjetiva
de creerse la Reina– sino que, superando esta interpretación, su goce le hace
ir más allá…más allá de su identidad, de ese fantasma que le dice ser la Reina
Ana, más allá de su propia fantasía.</span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Para ello, para
atravesar su fantasía, la Reina tiene que transformar ese placer en goce: debe
transformar la sensualidad caprichosa de una Reina por el goce absoluto. Debe
dejar de perseguir un placer como mandato superyoico para, no cediendo en ese
deseo, apostar por el carácter incondicionalmente absoluto del acto. Debe de
hacer de su placer algo que no se reconozca como respuesta al deseo del Otro.
Es decir: debe pasar de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Kant</b> a <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Sade</b>. Debe apostar por lo excesivo que
hay en la dimensión fantasmática de su placer, por ese plus que hace que el
deseo no cuadre ya en ninguna interpretación. Explicando esto brevemente, si la
moral autónoma de Kant, en su ruptura absoluta con la cadena del ser, supone
que en último término se sigue la ley moral simplemente porque es ley y que
ello, lejos de provocar una sensación de alienación, provoca un goce
suplementario, un cierto plus-de-goce, el paso a Sade –el ejercicio que hace la
Reisa y que conlleva el atravesar la fantasía–<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>sería obedecer la ley pero de modo absolutamente incondicionado, lejos
de la paradoja ley/superyó, lejos de cualquier condicionante.</span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://4.bp.blogspot.com/-0pd5bTDDMn8/XHLZH0Bze1I/AAAAAAAAEo4/EAA0U2Sn_EYle1rBzGuy6HjrCISvxKHhgCLcBGAs/s1600/fotonoticia_20190118112215_640.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="359" data-original-width="640" height="223" src="https://4.bp.blogspot.com/-0pd5bTDDMn8/XHLZH0Bze1I/AAAAAAAAEo4/EAA0U2Sn_EYle1rBzGuy6HjrCISvxKHhgCLcBGAs/s400/fotonoticia_20190118112215_640.jpg" width="400" /></a></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Debería, en último
término, revertir la situación en que se produce su placer para que no sea
empleado por la fantasía para su sostenimiento/amenaza sino que,
reconvirtiéndolo en <i style="mso-bidi-font-style: normal;">jouissance</i>
imposible, en puro goce, no sea interpretado como respuesta a ningún Gran Otro,
a ningún mandato. Semejante momento solo sucedería cuando la Reina deje de
creer que es la Reina –cuando Napoleón deje de creer que es Napoleón. Es decir:
cuando logre desenchufarse de la máquina simbólica a la que se reduce toda
fantasía. Si crees, dice la fantasía, llegarás a ser alguien, llegarás a ser
quien dices ser; haz como que crees, como te crees la Reina, y llegarás a ser
la Reina. Ese ser alguien estará colocado en lo Real de la propia fantasía, y
toda obediencia estaría dirigida a quedar encuadrado bajo la promesa de la
fantasía: algún día alcanzarás definitivamente ese punto Real en el que serás
definitivamente quien dices ser.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Y, claro está, hay un
punto de increencia, un punto en el que la Reina deja de creer en quien es, un
momento en el que, por fin, deja de alimentar con su placer a la máquina
simbólica que la tiene sometida, de dejar de inconscientemente plegarse a los
dictados de una interpretación con la que soportar el andamiaje simbólico que
la dice ser quien es. Ese momento es la escena final: el momento definitivo de
atravesar la fantasía, el momento del paso de un <i style="mso-bidi-font-style: normal;">pasage à l‘act</i> –acto falso en la medida en que se lleva a cabo para
evitar un callejón sin salida traumático, evitar confrontación con entidad
fantasmática– a un acto auténtico, un acto incondicional. El momento de máximo
riesgo en donde se atreve a lo imposible: a comprobar que detrás de su fantasía
–de esa fantasía por la cual obedece a ese mandato que le dice ser quien cree
ser– no hay nada.</span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">El crujido de los
huesecillos de uno de sus conejos bajo el zapato de </span><span style="font-size: 12.0pt;"></span><span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>le hace
despertarse del sueño dogmático: de ese sueño que nos dice que siempre hay una
razón, una identidad subjetiva y un placer para todo y por todo. Que siempre
hay una interpretación para todo y algo, por lo tanto, que saber aunque a
primera vista esté oculto. Descubre, con ese crujido –aunque descubrir es ya
usar ese lenguaje del saber– que no hay ninguna razón para sus placeres, su
identidad, su ser Reina… </span><br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-f-K6dsLLtHg/XHLZI6vVUOI/AAAAAAAAEo8/egMXWseNFKE34XPKQhAihz87lP4WtCG5gCLcBGAs/s1600/la%2Bfavorita.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="194" data-original-width="259" height="299" src="https://1.bp.blogspot.com/-f-K6dsLLtHg/XHLZI6vVUOI/AAAAAAAAEo8/egMXWseNFKE34XPKQhAihz87lP4WtCG5gCLcBGAs/s400/la%2Bfavorita.jpg" width="400" /></a></div>
</div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">En definitiva, lo que
se constata a lo largo de la película es que la Reina no deja de ceñir sus
actos al imperativo moral kantiano, a una ética del deber por el deber que en
el fondo no es sino una tiranía superyoica. Igual que decidía los destinos de
la patria se enrollaba con una favorita o con otra según la dinámica de sus
caprichos, de una voluntad que no es sino la obscenidad de obedecer a Otro con
la ganancia de un plus de placer que la mantenga sumida en su fantasía. Porque,
dentro de una moral plenamente autónoma, debía, debía incluso dejarse llevar
por sus placeres. Pero el acto final de la película supone el empujón que le
faltaba: seguir sus caprichos de forma absoluta, no ceder a su dimensión
superyoica, abrir la esfera autónoma de la moral kantiana a Sade. La Reina
salta, en esa última escena, fuera de la pareja ley/superyó, atraviesa el
mandato obsceno y traumático de seguir sus placeres llegando al absoluto
incondicional. ¿Y qué descubre?<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Descubre
que no hay nada que saber, que de lo que se trata no es de dar una explicación
a la perversidad de su sexualidad debido a traumas adquiridos –sobre todo por
esa maternidad frustrada 17 veces y que toma forma en los 17 conejos que
cohabitan con ella– sino de violentar la lógica de su placer alterando la
homeostasis del principio del placer y su prolongación, el principio de
realidad.</span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">La Reina Ana va en
busca de su designante rígido: aquel núcleo imposible, aquella característica
más allá de todo mundo posible. No acolcha la realidad bajo los parámetros de
un par de características que dicen quién es ella sino que va más allá: aquella
característica que hará de ella la Reina Ana bajo cualquier circunstancia y
bajo cualquier acontecimiento. Ese algo más en ella –ese exceso, ese objet
petit a-, ese algo inalcanzable que por otra parte hace que sea quien es: el
significante que mantiene su identidad a través de todas las variaciones de su
significado. Para ello tiene que vérselas con el placer/goce que estructura su
fantasía: tiene que ir más allá del placer que encuentra en dejarse llevar por
el capricho de una relación lésbica con su favorita que oculte/sostenga la
brecha que anida en su formación subjetiva –el exceso o fallo con el que, ya
indicamos al principio, queda marcada cada decantación conceptual. </span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">El último restregón
es un placer absolutamente desinteresado, que no viene a cerrar de ninguna
manera la cadena del ser para otorgar identidad a una Reina fragmentada en mil
pedazos. El último restregón está más allá del principio del placer, es un ACONTECIMIENTO,
un acto autónomo abismal que se fundamenta en sí mismo y que no puede derivarse
ni reducirse a ningún orden del ser.</span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://4.bp.blogspot.com/-wV5_11R1wKQ/XHLZGaG7tTI/AAAAAAAAEos/UKUQhcFXL_wjo8VzQtc35UyN_bq2Iy5iACLcBGAs/s1600/5c40c596772e2.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1068" data-original-width="1600" height="266" src="https://4.bp.blogspot.com/-wV5_11R1wKQ/XHLZGaG7tTI/AAAAAAAAEos/UKUQhcFXL_wjo8VzQtc35UyN_bq2Iy5iACLcBGAs/s400/5c40c596772e2.jpg" width="400" /></a></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Para acabar solo un
apunte. Si la <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">democracia</b> es uno de
los problemas más acuciantes a los que nos hemos enfrentado en las últimas
décadas, esta película nos da una respuesta que aquí solo dejamos indicada.
Igual que la Reina tiene su propia fantasía que la incita a creer que es la
Reina, la democracia es la fantasía soportada por la sociedad para crear
comunalmente una fantasía: aquella que nos dice que el poder está detentado –sostenido
y evitado– por la propia ciudadanía. Como tal, e igual que en lo que refiere a la
reina, tiene sus propios resortes traumáticos –la obscenidad de un plus de goce
al obedecer la ley democrática, ley plenamente autónoma y que tiene, como la
kantiana, su fundamento en ella misma. La democracia dota de identidad no ya a
una persona concreta sino a la sociedad en el sentido de que es ella la que ocupa
el lugar vacío dejado por el soberano real. </span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Desde este punto de
vista quizá sea más fácil comprender muchas de las derivas democráticas de los
últimos tiempos: la democracia no es solo otorgar la voz al pueblo; es ocultar
el exceso constitutivo de la sociedad de una determinada manera, siguiendo precisamente
los dictados de la fantasía democrática. Para ello, y como toda fantasía, la
democracia evita pero también sostiene ese exceso, quedado enmarcado cada partido
político en la respuesta a ese Gran Otro que sostiene la fantasía democrática:
acercándose o alejándose de su núcleo traumático, de su exceso, de ese plus que
viene a decir que la sociedad no existe.</span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Quizá, en definitiva, la película sea de
época. Pero absolutamente contemporánea al tratar temas que nos ocupan como
individuos y como sociedad: cuál es nuestra fantasía, a quien no podemos dejar
de obedecer, quienes son nuestras favoritas y nuestros caprichos, y, sobre
todo, ¿estamos en condiciones de ejercer la violencia necesaria –en primer
lugar contra nosotros mismos– para atravesar nuestra fantasía?</span></div>
</div>
JAVIER GONZÁLEZ PANIZOhttp://www.blogger.com/profile/14584123684300518798noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3504557111470549066.post-21034685007485222302019-02-20T22:40:00.000+01:002019-02-20T22:40:48.742+01:00MAÍLLO: LIVING TOGETHER<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<!--[if gte mso 9]><xml>
<w:WordDocument>
<w:View>Normal</w:View>
<w:Zoom>0</w:Zoom>
<w:TrackMoves/>
<w:TrackFormatting/>
<w:HyphenationZone>21</w:HyphenationZone>
<w:PunctuationKerning/>
<w:ValidateAgainstSchemas/>
<w:SaveIfXMLInvalid>false</w:SaveIfXMLInvalid>
<w:IgnoreMixedContent>false</w:IgnoreMixedContent>
<w:AlwaysShowPlaceholderText>false</w:AlwaysShowPlaceholderText>
<w:DoNotPromoteQF/>
<w:LidThemeOther>ES</w:LidThemeOther>
<w:LidThemeAsian>X-NONE</w:LidThemeAsian>
<w:LidThemeComplexScript>X-NONE</w:LidThemeComplexScript>
<w:Compatibility>
<w:BreakWrappedTables/>
<w:SnapToGridInCell/>
<w:WrapTextWithPunct/>
<w:UseAsianBreakRules/>
<w:DontGrowAutofit/>
<w:SplitPgBreakAndParaMark/>
<w:DontVertAlignCellWithSp/>
<w:DontBreakConstrainedForcedTables/>
<w:DontVertAlignInTxbx/>
<w:Word11KerningPairs/>
<w:CachedColBalance/>
</w:Compatibility>
<m:mathPr>
<m:mathFont m:val="Cambria Math"/>
<m:brkBin m:val="before"/>
<m:brkBinSub m:val="--"/>
<m:smallFrac m:val="off"/>
<m:dispDef/>
<m:lMargin m:val="0"/>
<m:rMargin m:val="0"/>
<m:defJc m:val="centerGroup"/>
<m:wrapIndent m:val="1440"/>
<m:intLim m:val="subSup"/>
<m:naryLim m:val="undOvr"/>
</m:mathPr></w:WordDocument>
</xml><![endif]--><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="EN-US" style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">MAÍLLO: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">LIVING
TOGETHER</i></span></b><br />
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="EN-US" style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">GALERÍA PONCE+ROBLES</span></b></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://4.bp.blogspot.com/-EA_ozdtNdQQ/XG3I5OVIaMI/AAAAAAAAEoI/4hyRrKWuXAwfDn6JI-y3M_hZB6lLAI7qACLcBGAs/s1600/maillo%2B2.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1068" data-original-width="1600" height="266" src="https://4.bp.blogspot.com/-EA_ozdtNdQQ/XG3I5OVIaMI/AAAAAAAAEoI/4hyRrKWuXAwfDn6JI-y3M_hZB6lLAI7qACLcBGAs/s400/maillo%2B2.jpg" width="400" /></a></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<br />
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Pintar, hoy, bien
entrado el siglo XXI, ¿para qué?, ¿por qué? Podríamos dar razones pero al final
todo se queda en una cháchara vacía si no toca el nervio neurálgico del arte:
para cambiar el mundo. Pero esto y nada es lo mismo: cada uno tiene no solo su
mundo ideal sino su idea de cómo llevarlo a cabo. Pero aún así, pese a tratarse
de una tarea inasumible, no queda otra, no hay camino alternativo. ¿La
dificultad? Mantenerse únicamente de la fe que uno pueda poner en el arte. En
este caso, en la pintura.</span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">En este sentido, si
algo puede caracterizar no solo la pintura de Maíllo sino también y sobre todo
su toma de posición frente al mundo es el caudal inagotable de fe en la pintura
que destila. Una fe que le lleva, como en esta exposición, a acercarse lo
máximo posible al núcleo expansivo de la pintura: ¿qué es la pintura?, ¿qué
mediación guarda con el mundo?, ¿cuál es el poder demiúrgico que posee? Y si
cupiese resumir todas estas cuestiones en la más original: ¿cuál es la relación
entre la pintura y el coleccionista, con aquel que contempla el cuadro día tras
día?</span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Pregunta esta última
un tanto defenestrada y que trata de evitarse apelando a una generalidad más
amplia de público: la sociedad, una totalidad abstracta a la que el arte
contemporáneo reclama en vano a través de técnicas más novedosas que permiten,
supuestamente, una mejor comunicación con el espectador. Más aún para la
pintura, dicha cuestión suscita bastante recelo: su absoluta objetualidad, su
vis decorativa y representacional, parece ir en detrimento de su poder
transformador. </span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-RJfCZQY-gXQ/XG3I5CJLYiI/AAAAAAAAEoM/TsIbo-q8q7QsrHh0rhShnGRwwVbdDPPNQCEwYBhgL/s1600/maillo%2B1.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1068" height="400" src="https://1.bp.blogspot.com/-RJfCZQY-gXQ/XG3I5CJLYiI/AAAAAAAAEoM/TsIbo-q8q7QsrHh0rhShnGRwwVbdDPPNQCEwYBhgL/s400/maillo%2B1.jpg" width="266" /></a></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Es en esta tesitura
que Maíllo se juega el presente de la pintura y su tarea como pintor lanzándose
un órdago: si la pintura tiene alguna función social ésta debe de inferirse de
su contemplación directa, de la capacidad del espectador –más aún del
coleccionista– de entablar una relación disruptiva con el mundo a través de
ella. Ni más ni menos. Sin ambages de ningún tipo, sin interpretosis ni
victimismo alguno, Maíllo ha llegado a la madurez suficiente como para no
hacerse trampas al solitario: todo se gana o todo se pierde, pero merece la
pena saber hasta dónde llega aquello en lo estamos poniendo la vida.</span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Para contestar(se)
Maíllo no encuentra otra vía que desplegar su pintura comprendiéndose a sí
mismo como un catalizador de inputs, como un traductor de impulsos
iconográficos. La mímica gestual que rige su lenguaje es una traducción
fisiológica de la voluntad que rige el mundo: una voluntad de verlo todo. Así, Maíllo
mira pantallas compulsivamente, ejerciendo una subjetividad sometida a la
dromótica que exige semejante voluntad, tejiendo en sus lienzos un mapa de
fragmentos, residuos de una temporalidad límite semejante a la del mundo
exterior. </span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">En definitiva, Maíllo
no hace sino poner a prueba tanto a la pintura como a sí mismo. De haber una
salida, de servir para algo, la utilidad de la pintura ha de basarse en la
transferencia que la mímica gestual del artista, la deriva impulsiva y
explosiva de sus mapas, provoca en aquel que lo contempla.</span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">La experiencia no
debe de andar lejos de aquella que Rancière da como ejemplo para la elucidación
del “espectador emancipado”: en un número de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Le Tocsin des travailleurs</i>, un diario revolucionario obrero publicado
en 1848, se lee la descripción de la jornada de un obrero carpintero, ocupado
en el entarimado de la habitación perteneciente al patrón: “creyéndose en casa,
aunque no ha terminado la habitación que está entarimando, aprecia la
disposición: si la ventana da a un jardín o domina un horizonte pintoresco, por
un momento detiene sus brazos y planea mentalmente hacia la espaciosa
perspectiva para gozar de ella mejor que los poseedores de las habitaciones
vecinas”<a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=3504557111470549066#_ftn1" name="_ftnref1" style="mso-footnote-id: ftn1;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">[1]</span></span></span></span></a>.</span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://2.bp.blogspot.com/-qvKqRhFxMoc/XG3I5B2sf9I/AAAAAAAAEoQ/ikWQWQTF4LYKQpVHoCWcLGk7gwI-RTsxwCEwYBhgL/s1600/maillo%2B3.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1068" data-original-width="1600" height="266" src="https://2.bp.blogspot.com/-qvKqRhFxMoc/XG3I5B2sf9I/AAAAAAAAEoQ/ikWQWQTF4LYKQpVHoCWcLGk7gwI-RTsxwCEwYBhgL/s400/maillo%2B3.jpg" width="400" /></a></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">De lo que se trata es
de cuestionar la oposición entre mirar y actuar, comprendiendo que el camino hacia
la emancipación del espectador se inicia con la certeza de que mirar es ya una
acción que confirma o que trasforma. No se trata de proponer un saber
determinado, no es cuestión de conocimientos; tampoco hay ninguna verdad que
descubrir bajo las apariencias. Es más bien una cuestión de sensibilidades, de
crear un espacio para el encuentro sin medida previa, un espacio libre de
actividad donde se masculle en silencio un “vamos” premonitorio. Las
reflexiones del propio Maíllo no son muy diferentes: “la pintura crea, así, un
asidero material, un espacio donde ya no se trata de comunicar nada sino de
transmitir la <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">hospitalidad</b> y calidez
propia de un hogar que se hubiese llenado involuntariamente de bártulos”. </span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Cuerpos por tanto en
vibración: el del pintor y el de quien, llegando cansado a casa, contempla el
lienzo. Sometidos ambos a la vorágine de un mundo-imagen en constante eclosión.
Miradas en busca de una (des)conexión; no una catarsis sino más bien todo lo
contrario: una renegociación de los asideros donde descansa la realidad, un
desplazamiento mínimo del nudo de posibilidades en el que estamos sujetos. Y,
sobre todo, un encuentro entre ambos, entre cuerpos y miradas, entre
sensibilidades que capaciten para, de alguna manera, proponer otra canalización
del montante de imágenes al que somos sometidos.</span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>¿Es
ahí donde está la pintura contemporánea?, ¿tiene la pintura una comprensión
semejante de sí misma? Pero no solo la pintura: ¿está el coleccionista –aquel
que está día y noche sometido a la tensión disyuntiva de sus trazos– al
corriente de la potencia de la pintura? Y quien dice el coleccionista: ¿estamos
nosotros, está el espectador, a la altura de semejante reto? </span></div>
<div style="mso-element: footnote-list;">
<br clear="all" />
<hr align="left" size="1" width="33%" />
<div id="ftn1" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=3504557111470549066#_ftnref1" name="_ftn1" style="mso-footnote-id: ftn1;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 9.0pt;"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 9.0pt; line-height: 115%;">[1]</span></span></span></span></span></a><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 9.0pt;"> Gauny, G. “Le
travail à la journée”, en <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Le philosophe
plébéin</i>, p. 45-46, citado en Rancière, J. <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El espectador emancipado,</i> p 65</span></div>
</div>
</div>
</div>
JAVIER GONZÁLEZ PANIZOhttp://www.blogger.com/profile/14584123684300518798noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3504557111470549066.post-26836358511273750472018-12-23T20:21:00.000+01:002018-12-26T19:00:22.378+01:00BANKSY: ALGO EN LO QUE CREER (O NO)<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<!--[if gte mso 9]><xml>
<w:WordDocument>
<w:View>Normal</w:View>
<w:Zoom>0</w:Zoom>
<w:TrackMoves/>
<w:TrackFormatting/>
<w:HyphenationZone>21</w:HyphenationZone>
<w:PunctuationKerning/>
<w:ValidateAgainstSchemas/>
<w:SaveIfXMLInvalid>false</w:SaveIfXMLInvalid>
<w:IgnoreMixedContent>false</w:IgnoreMixedContent>
<w:AlwaysShowPlaceholderText>false</w:AlwaysShowPlaceholderText>
<w:DoNotPromoteQF/>
<w:LidThemeOther>ES</w:LidThemeOther>
<w:LidThemeAsian>X-NONE</w:LidThemeAsian>
<w:LidThemeComplexScript>X-NONE</w:LidThemeComplexScript>
<w:Compatibility>
<w:BreakWrappedTables/>
<w:SnapToGridInCell/>
<w:WrapTextWithPunct/>
<w:UseAsianBreakRules/>
<w:DontGrowAutofit/>
<w:SplitPgBreakAndParaMark/>
<w:DontVertAlignCellWithSp/>
<w:DontBreakConstrainedForcedTables/>
<w:DontVertAlignInTxbx/>
<w:Word11KerningPairs/>
<w:CachedColBalance/>
</w:Compatibility>
<m:mathPr>
<m:mathFont m:val="Cambria Math"/>
<m:brkBin m:val="before"/>
<m:brkBinSub m:val="--"/>
<m:smallFrac m:val="off"/>
<m:dispDef/>
<m:lMargin m:val="0"/>
<m:rMargin m:val="0"/>
<m:defJc m:val="centerGroup"/>
<m:wrapIndent m:val="1440"/>
<m:intLim m:val="subSup"/>
<m:naryLim m:val="undOvr"/>
</m:mathPr></w:WordDocument>
</xml><![endif]-->
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://4.bp.blogspot.com/-T0IU2fD8Jkg/XB_flR6lUWI/AAAAAAAAEnY/0H5sSsISKuE8abWb2djMctiAf1b0n0paQCLcBGAs/s1600/bansky%2B1.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="720" data-original-width="1280" height="225" src="https://4.bp.blogspot.com/-T0IU2fD8Jkg/XB_flR6lUWI/AAAAAAAAEnY/0H5sSsISKuE8abWb2djMctiAf1b0n0paQCLcBGAs/s400/bansky%2B1.jpg" width="400" /></a></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">No, no va de la
penúltima boutade para mantener a las vanguardias con vida. En ese sentido no
–un rotundo no– en contra de toda interpretación basada en la provocación o el
escándalo. No, tampoco, se trata del enésimo capítulo de una estética de la
destrucción que tiene ya una larga historia detrás. Menos aún una reflexión
acerca de lo frágil del objeto artístico. Podríamos dar razones pero <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">María Minera</b> ha enarbolado las
suficientes en su texto “La destrucción de la destrucción de la destrucción o
el falso suicidio de la obra” como para pasar a otra cosa dejando más que claro
que nosotros no lo hubiésemos hecho mejor. Dicho texto acaba dando las
suficientes razones como para dejar a Banksy y sus desmanes a la altura del
betún: </span><span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">“<b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Banksy</b> ni
por un momento es el primer artista que destruye su obra. Ni siquiera antecede
a otros en el acto de llevar a cabo semejante acción delante del mundo del
arte. Tampoco es el puntero cuando se piensa en un subrepticio pintor urbano
vuelto artista comercial (antes lo hizo, y mucho mejor, <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Jean-Michel Basquiat</b>). Y para nada tiene la primacía de poner en
duda la capacidad de los coleccionistas para darse cuenta de que están siendo
timados”.</span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Pero entonces, dicho todo lo que no es, ¿de qué fue el asunto? Como punto
de apoyo, una escena de la película <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Roma</i>,
de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Fellini</b>: en ella </span><span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">unos obreros que
estaban realizando las obras para el metro encuentran restos de edificios
romanos. Una vez avisados los arqueólogos entran todos juntos topándose ante
una vista maravillosa: paredes llenas de frescos bellísimos pero que en cuanto
entran en contacto con el aire comienzan a desintegrarse de lo frágiles que
eran. De este modo, la propia contemplación de la obra supuso la razón de su
destrucción. Este punto de apoyo para al menos disponer de algunas coordenadas
clave: estamos en las antípodas de esta experiencia sublime de los operarios y
arqueólogos romanos, pero también excesivamente cerca de ellos.</span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Pero avancemos con otro punto de apoyo para volver, más tarde y para
concluir, a esta escena romana. En mi último libro <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Escenografías del secreto</i> (disculpen la autocita) se deja patente
como, al hilo de la ideología imperante –esta ideología invertida que nos deja
ver sin cortapisa de ningún tipo la verdad de su secreto: que todo saber es
ideológico–, el mercado del arte tiene una función y un sentido muy claro: “</span><span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">quizá el único
sentido para todo esto es que el coleccionista encuentre la adrenalina
necesaria en el hecho de que cuanto más sinsentido haya en una compra más se
evidencia que se posee el único saber validado por la ideología: que uno está
engañado… y lo sabe. Así, contrariamente a todo lo que ha ido funcionando desde
que el hombre es hombre, ahora el poder es directamente proporcional a la dosis
de “ser engañado” que uno puede, libre y gratuitamente, exponer ante los demás.
Es decir, el rey no ha de coaccionar a nadie para que jure que va desnudo: el
propio rey sabe que lo suyo es el poder permitirse ir desnudo”.</span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">En una realidad sociopolítica cortada por el patrón ideológico por el cual
hemos de hacernos constantemente los suecos y no dejar nunca claro lo que
sabemos –que sabemos que todo saber es ideológico y que todo conato de aducir
un poso de realidad es un simulacro hipermediático–, el arte permite
seleccionar a los mejores: aquellos que no temen entrar en una ámbito de
indecibilidad donde, a las claras, se deja patente que </span><span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">saben lo que ha de
saberse, que estamos, total y absolutamente, engañados: “son los grandes
coleccionistas de arte, las grandes organizaciones volcadas en invertir en
arte, las únicas a las que la ideología permite decir el secreto: que todo es
pura simulación, que en nuestro régimen de realidad llamado capitalismo esa
relación entre valores sobre la que aparentemente se construye no es ya algo
solo aleatorio sino puramente fantasmático”.</span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Dicho de otra manera,
el mercado del arte permite conocer el síntoma no ya solo del arte sino de la
realidad capitalista global. El mercado del arte opera construyendo una
fantasía estética a imagen y semejanza de la ideología actual: aquella que
invertida sitúa su falsedad no ya en el “saber” sino en el “hacer”. Su fórmula
sería más o menos como sigue: y</span><span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">o sé que es solo una pintura,
incluso una mala pintura; yo sé que el arte está feneciendo de impotencia ante
el régimen iconográfico que se despliega como realidad; yo sé que no hay razón
ninguna ni para llamar a algo arte ni, mucho menos, para pagar la friolera de
1,04 millones de libras (1,180 millones de euros) por una pintura mural. Pero
aún así… ¡hago como que no lo sé! ¿Para qué? Unos para indignarse por la
situación en la que ha quedado ese ámbito privilegiado del arte, antaño lugar que
permitía la producción de excepcionalidades llamadas a subvertir el estado de
lo dado desde el que operaban, y otros para beatíficamente cantar y glosar el
despliegue del espíritu objetivo en una historia del arte que es necesariamente
la que es.</span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-PLvAed6_VQs/XB_flcykq1I/AAAAAAAAEnU/XN7FReXqJD4_p0c-9HjqgPg66yAwfwZqACLcBGAs/s1600/bansky%2B2.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="541" data-original-width="1000" height="216" src="https://1.bp.blogspot.com/-PLvAed6_VQs/XB_flcykq1I/AAAAAAAAEnU/XN7FReXqJD4_p0c-9HjqgPg66yAwfwZqACLcBGAs/s400/bansky%2B2.jpg" width="400" /></a></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Y otros, unos terceros, los coleccionistas de arte, los coleccionistas de
arte capaces de estas “heroicidades”, para cerrar sobre sí mismo el campo
antagónico desde el que trabaja la ideología estética, para gozar sus síntomas
y, con ello, atravesar la propia fantasía. ¿Cómo y de qué manera? Sabiéndose,
como hemos dicho antes, engañados; colocando este saber en primera línea, dando
esta contestación al Gran Otro de la ideología: no ya un sí o un no sino un
“haz conmigo lo que quieras”. Es decir, superar el saber que la propia ideologa
nos ofrece como respuesta ideológica clara y hacer el ejercicio de “saberse”
engañado para, con ello, llevar a cabo un trabajo ideológico fundamental:
clausurar el campo, encontrar el elemento paradójico que atraviesa toda
formación ideológica. Es decir, el síntoma, para gozar del síntoma.</span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">De este modo, y en tanto en cuanto identificarse con el síntoma no es otra
cosa que atravesar la fantasía, el coleccionista de arte –el coleccionista de
arte de este nivel de empaque, claro está– encarna el síntoma de esta sociedad
ya que hace que la sociedad funcione al tiempo que señala su punto de fractura:
es decir, clausura el campo antagónico al tiempo que lo hace operativo. ¿De qué
manera? Situándose en el centro mismo, entre aquellos que creen en las imágenes
y quienes no, quienes creen en su verdad y quienes creen en su falsedad,
quienes creen incluso en el arte y quienes no creen. El gran coleccionista de
arte se sitúa en el centro mismo de la fantasía ideológica para, gozando de sus
síntomas, no dejándose atrapar ni por un “sí” ni por un “no” –acerca de las
imágenes, acerca del arte-, atraviesa la fantasía que da forma a la realidad ya
que, haciendo obvio que es engañado, patentiza el no haber nada detrás de la
fantasía ideológica.</span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">El coleccionista de arte niega y encarna, al mismo tiempo, la imposibilidad
de la sociedad plena. Es decir, el coleccionista de arte cierra el propio
sistema, clausura la ideología estética: si por una parte tanto para unos –los
indignados– como para otros –los beatos–, la figura del coleccionista de arte
representa la imposibilidad de la sociedad plena –la existencia de un <span style="mso-bidi-font-weight: normal;">afuera, de un objeto a, de un exceso</span>–,
por otra parte la figura del coleccionista permite la modulación de un antagonismo
sobre el que la ideología construye la realidad y la sociedad. Es en esta
situación que la importancia del arte en la actuales sociedades es la de servir
de termostato ideológico, creando un ámbito pseudo-autónomo de producción de
imágenes las cuales siempre y en cada caso estarán o muy cerca de su producción
mediática (la vanguardista toma de posición a favor de la fusión arte/vida) o
muy lejos (el devenir del arte como ámbito de metareflexión o la vertiente exclusiva
del l’art pour l’art), o muy cerca de ser creídas o muy cerca de ser
vilipendiadas.</span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Bajo esta interpretación, ¿qué es la “destrucción” de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Banksy</b> sino un tensar la ideología estética? Tensarla para que
nosotros –pobres ufanos que aún necesitamos “hacer como si”– nos indignemos un
poco más o nos las ingeniemos para ofrecer una interpretación artística a la
altura del despliegue histórico del espíritu. Pero, sobre todo –y una cosa
tiene que ir pareja a la otra, ya que no se puede ofrecer carnaza ideológica
sin que al mismo tiempo alguien encarne más perfectamente el síntoma ideológico
que la nueva situación necesita–, para que el coleccionista goce mejor de sus
síntomas, para que responda al Gran Otro, de manera más plena y rotunda. En
este sentido, la obra de Banksy es un mandato ideológico dirigido a aquel que
está en condiciones de atravesar la ideología, de obedecer hasta lo imposible.
Y si no, comprueben la obediencia ciega de la coleccionista al confesar que </span><span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">"cuando el
martillo bajó la semana pasada y el trabajo se hizo trizas, al principio me
sorprendí, pero poco a poco comencé a darme cuenta de que terminaría con mi propia
pieza de historia del arte". Es decir: sea lo que sea con tal de que el
engaño sea colosal, de que la obediencia sea ciega, de que el goce del síntoma
sea absoluto, de que la fantasía –una fantasía tensionada como acabamos de
decir– sea atravesada sin duda ninguna.</span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://4.bp.blogspot.com/-e9n4GaHgBT8/XB_f_1cNosI/AAAAAAAAEnk/908zb52accM8k6A6DLWn3IpWP-XcMPUWgCLcBGAs/s1600/BANSKY%2B3.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="408" data-original-width="722" height="225" src="https://4.bp.blogspot.com/-e9n4GaHgBT8/XB_f_1cNosI/AAAAAAAAEnk/908zb52accM8k6A6DLWn3IpWP-XcMPUWgCLcBGAs/s400/BANSKY%2B3.jpg" width="400" /></a></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Así por lo tanto, bien podemos concluir que el coleccionista de arte es lo
Real del arte contemporáneo: el significante puro que permite que el arte opere
simbólicamente. El coleccionista de arte permite que los demás nos situemos
simbólicamente. La respuesta del coleccionista al Gran Otro permite que también
nosotros respondamos ideológicamente, que nos inscribamos. El coleccionista de
arte permite que construyamos la fantasía, que tapemos con ella el vacío donde,
precisamente el coleccionista, se sitúa. El coleccionista no contesta al Gran
Otro según el antagonismo vertebrado por la propia ideología sino a través de
una respuesta que va más allá…del principio del placer. Responde con una pregunta
que no puede simbolizarse ya que su propia respuesta construye el antagonismo
donde se sitúan las demás respuestas.</span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Llegados a este punto bien podemos ya concluir nuestras pesquisas. La obra
de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Bank<span style="font-family: "arial" , "sans-serif";">s</span>y</b> consiste en señalar lo
Real de la ideología estética actual al tiempo que la tensa un poco más: ese
punto de imposibilidad donde ni sí ni no, ni se cree ni se deja de creer, quizá
el movimiento elíptico del significante “arte” en pos de un significado que
nunca acude a la cita. La encarnación, por tanto, de la falta en el orden
simbólico sobre la que se modula la ideología, construyendo para ello una
fantasía que tape el vacío. A su alrededor, como siempre, unos y otros a través
de un antagonismo fundacional al tiempo que algo o alguien que selle la fuga,
que se sitúe en su misma (im)posibilidad.</span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>La obra de Banksy, por lo tanto,
toma la forma de esos frescos romanos que hemos dejado en suspenso al principio
del texto. De igual manera a lo sucedido con los frescos, la pieza de Bansky
articula con su mecanismo de autodestrucción la distancia ideológica óptima
para que el sistema no se desmorone, una distancia que a partir del instante en
que la coleccionista dijo “así sea” es capaz de mayor engaño y falsedad, de
someter más óptimamente a todos los que seguimos necesitando una red sobre la
que hacer pie apostando por un “sí” o por un “no”. </span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">¿Qué esta situación nos deja a los demás en meras marionetas de una
realidad ideológica? Claro está. Para nosotros solo queda el fracaso: el no
poder nunca estar a la altura de miras de la pregunta que nos lanza el Otro.
Para nosotros solo queda el aclimatarnos con rapidez a la nueva distancia
ideológica-estética y acceder a un punto de simbolización a través del cual seguir
optando por una creencia en el arte y en las imágenes o por su absoluta
falsedad. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span></div>
<!--[if gte mso 9]><xml>
<w:LatentStyles DefLockedState="false" DefUnhideWhenUsed="true"
DefSemiHidden="true" DefQFormat="false" DefPriority="99"
LatentStyleCount="267">
<w:LsdException Locked="false" Priority="0" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" QFormat="true" Name="Normal"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="9" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" QFormat="true" Name="heading 1"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="9" QFormat="true" Name="heading 2"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="9" QFormat="true" Name="heading 3"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="9" QFormat="true" Name="heading 4"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="9" QFormat="true" Name="heading 5"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="9" QFormat="true" Name="heading 6"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="9" QFormat="true" Name="heading 7"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="9" QFormat="true" Name="heading 8"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="9" QFormat="true" Name="heading 9"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="39" Name="toc 1"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="39" Name="toc 2"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="39" Name="toc 3"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="39" Name="toc 4"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="39" Name="toc 5"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="39" Name="toc 6"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="39" Name="toc 7"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="39" Name="toc 8"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="39" Name="toc 9"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="35" QFormat="true" Name="caption"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="10" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" QFormat="true" Name="Title"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="1" Name="Default Paragraph Font"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="11" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" QFormat="true" Name="Subtitle"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="22" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" QFormat="true" Name="Strong"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="20" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" QFormat="true" Name="Emphasis"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="59" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Table Grid"/>
<w:LsdException Locked="false" UnhideWhenUsed="false" Name="Placeholder Text"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="1" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" QFormat="true" Name="No Spacing"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="60" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Light Shading"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="61" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Light List"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="62" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Light Grid"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="63" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium Shading 1"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="64" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium Shading 2"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="65" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium List 1"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="66" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium List 2"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="67" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium Grid 1"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="68" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium Grid 2"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="69" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium Grid 3"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="70" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Dark List"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="71" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Colorful Shading"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="72" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Colorful List"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="73" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Colorful Grid"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="60" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Light Shading Accent 1"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="61" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Light List Accent 1"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="62" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Light Grid Accent 1"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="63" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium Shading 1 Accent 1"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="64" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium Shading 2 Accent 1"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="65" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium List 1 Accent 1"/>
<w:LsdException Locked="false" UnhideWhenUsed="false" Name="Revision"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="34" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" QFormat="true" Name="List Paragraph"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="29" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" QFormat="true" Name="Quote"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="30" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" QFormat="true" Name="Intense Quote"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="66" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium List 2 Accent 1"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="67" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium Grid 1 Accent 1"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="68" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium Grid 2 Accent 1"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="69" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium Grid 3 Accent 1"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="70" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Dark List Accent 1"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="71" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Colorful Shading Accent 1"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="72" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Colorful List Accent 1"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="73" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Colorful Grid Accent 1"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="60" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Light Shading Accent 2"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="61" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Light List Accent 2"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="62" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Light Grid Accent 2"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="63" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium Shading 1 Accent 2"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="64" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium Shading 2 Accent 2"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="65" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium List 1 Accent 2"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="66" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium List 2 Accent 2"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="67" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium Grid 1 Accent 2"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="68" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium Grid 2 Accent 2"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="69" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium Grid 3 Accent 2"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="70" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Dark List Accent 2"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="71" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Colorful Shading Accent 2"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="72" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Colorful List Accent 2"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="73" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Colorful Grid Accent 2"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="60" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Light Shading Accent 3"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="61" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Light List Accent 3"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="62" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Light Grid Accent 3"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="63" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium Shading 1 Accent 3"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="64" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium Shading 2 Accent 3"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="65" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium List 1 Accent 3"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="66" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium List 2 Accent 3"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="67" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium Grid 1 Accent 3"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="68" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium Grid 2 Accent 3"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="69" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium Grid 3 Accent 3"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="70" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Dark List Accent 3"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="71" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Colorful Shading Accent 3"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="72" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Colorful List Accent 3"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="73" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Colorful Grid Accent 3"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="60" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Light Shading Accent 4"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="61" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Light List Accent 4"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="62" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Light Grid Accent 4"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="63" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium Shading 1 Accent 4"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="64" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium Shading 2 Accent 4"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="65" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium List 1 Accent 4"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="66" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium List 2 Accent 4"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="67" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium Grid 1 Accent 4"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="68" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium Grid 2 Accent 4"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="69" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium Grid 3 Accent 4"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="70" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Dark List Accent 4"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="71" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Colorful Shading Accent 4"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="72" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Colorful List Accent 4"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="73" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Colorful Grid Accent 4"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="60" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Light Shading Accent 5"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="61" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Light List Accent 5"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="62" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Light Grid Accent 5"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="63" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium Shading 1 Accent 5"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="64" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium Shading 2 Accent 5"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="65" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium List 1 Accent 5"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="66" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium List 2 Accent 5"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="67" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium Grid 1 Accent 5"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="68" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium Grid 2 Accent 5"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="69" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium Grid 3 Accent 5"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="70" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Dark List Accent 5"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="71" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Colorful Shading Accent 5"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="72" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Colorful List Accent 5"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="73" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Colorful Grid Accent 5"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="60" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Light Shading Accent 6"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="61" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Light List Accent 6"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="62" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Light Grid Accent 6"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="63" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium Shading 1 Accent 6"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="64" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium Shading 2 Accent 6"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="65" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium List 1 Accent 6"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="66" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium List 2 Accent 6"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="67" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium Grid 1 Accent 6"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="68" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium Grid 2 Accent 6"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="69" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium Grid 3 Accent 6"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="70" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Dark List Accent 6"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="71" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Colorful Shading Accent 6"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="72" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Colorful List Accent 6"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="73" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Colorful Grid Accent 6"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="19" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" QFormat="true" Name="Subtle Emphasis"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="21" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" QFormat="true" Name="Intense Emphasis"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="31" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" QFormat="true" Name="Subtle Reference"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="32" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" QFormat="true" Name="Intense Reference"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="33" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" QFormat="true" Name="Book Title"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="37" Name="Bibliography"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="39" QFormat="true" Name="TOC Heading"/>
</w:LatentStyles>
</xml><![endif]--><!--[if gte mso 10]>
<style>
/* Style Definitions */
table.MsoNormalTable
{mso-style-name:"Tabla normal";
mso-tstyle-rowband-size:0;
mso-tstyle-colband-size:0;
mso-style-noshow:yes;
mso-style-priority:99;
mso-style-qformat:yes;
mso-style-parent:"";
mso-padding-alt:0cm 5.4pt 0cm 5.4pt;
mso-para-margin-top:0cm;
mso-para-margin-right:0cm;
mso-para-margin-bottom:10.0pt;
mso-para-margin-left:0cm;
line-height:115%;
mso-pagination:widow-orphan;
font-size:11.0pt;
font-family:"Calibri","sans-serif";
mso-ascii-font-family:Calibri;
mso-ascii-theme-font:minor-latin;
mso-fareast-font-family:"Times New Roman";
mso-fareast-theme-font:minor-fareast;
mso-hansi-font-family:Calibri;
mso-hansi-theme-font:minor-latin;}
</style>
<![endif]--><br /></div>
JAVIER GONZÁLEZ PANIZOhttp://www.blogger.com/profile/14584123684300518798noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3504557111470549066.post-72178015298894190812018-12-10T20:18:00.003+01:002018-12-10T20:19:28.811+01:00FRANÇOISE VANNERAUD: PAISAJES INTERIORES<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<!--[if gte mso 9]><xml>
<w:WordDocument>
<w:View>Normal</w:View>
<w:Zoom>0</w:Zoom>
<w:TrackMoves/>
<w:TrackFormatting/>
<w:HyphenationZone>21</w:HyphenationZone>
<w:PunctuationKerning/>
<w:ValidateAgainstSchemas/>
<w:SaveIfXMLInvalid>false</w:SaveIfXMLInvalid>
<w:IgnoreMixedContent>false</w:IgnoreMixedContent>
<w:AlwaysShowPlaceholderText>false</w:AlwaysShowPlaceholderText>
<w:DoNotPromoteQF/>
<w:LidThemeOther>ES</w:LidThemeOther>
<w:LidThemeAsian>X-NONE</w:LidThemeAsian>
<w:LidThemeComplexScript>X-NONE</w:LidThemeComplexScript>
<w:Compatibility>
<w:BreakWrappedTables/>
<w:SnapToGridInCell/>
<w:WrapTextWithPunct/>
<w:UseAsianBreakRules/>
<w:DontGrowAutofit/>
<w:SplitPgBreakAndParaMark/>
<w:DontVertAlignCellWithSp/>
<w:DontBreakConstrainedForcedTables/>
<w:DontVertAlignInTxbx/>
<w:Word11KerningPairs/>
<w:CachedColBalance/>
</w:Compatibility>
<m:mathPr>
<m:mathFont m:val="Cambria Math"/>
<m:brkBin m:val="before"/>
<m:brkBinSub m:val="--"/>
<m:smallFrac m:val="off"/>
<m:dispDef/>
<m:lMargin m:val="0"/>
<m:rMargin m:val="0"/>
<m:defJc m:val="centerGroup"/>
<m:wrapIndent m:val="1440"/>
<m:intLim m:val="subSup"/>
<m:naryLim m:val="undOvr"/>
</m:mathPr></w:WordDocument>
</xml><![endif]--><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">FRANÇOISE
VANNERAUD:</span></b> <i style="mso-bidi-font-style: normal;">UNA PARTE DEL MURMULLO DEL
MUNDO SE DESLIZÓ CONMIGO</i></span></b><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">GALERIA
PONCE+ROBLES: 17/11/18-11/06/19</span></b></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://2.bp.blogspot.com/-wzlQ3saIvr8/XA67_LGR0vI/AAAAAAAAEnI/CnxcnVE_Yts0B64mg-2Hk1KQxtaZgE2zACLcBGAs/s1600/vanneraud.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="432" data-original-width="470" height="366" src="https://2.bp.blogspot.com/-wzlQ3saIvr8/XA67_LGR0vI/AAAAAAAAEnI/CnxcnVE_Yts0B64mg-2Hk1KQxtaZgE2zACLcBGAs/s400/vanneraud.jpg" width="400" /></a></div>
<br />
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif";">Corren malos tiempos, dicen. ¿Y cuándo
no? En todo caso es de tal magnitud el arsenal de derrotas que quizá ha llegado
el momento de mantenerse a flote como una boya en mitad del oleaje. Es decir:
de mirar hacia dentro, sin atisbo alguno de romanticismo, pero con la aprendida
seguridad de que solo en nosotros cabe la posibilidad. Construidos de tiempo, si
en algún sitio habita el instante que nos catapulte a otras orillas es en
nuestro interior.</span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif";">Teniendo en cuenta esto yerran
aquellos que tildan esta exposición de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Françoise
Vanneraud</b> de menos política que de costumbre: la relación entre mapa y
territorio –clave en su trabajo, entendiendo el primero como una reproducción
consensuada y el segundo como un ejercicio de poder y domesticación sobre el
primero– queda desplazada ahora hacia el interior del sujeto, hacia esa basto
mundo de ensoñaciones para configurar, no ya mapas ni territorios, sino
paisajes.</span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif";">Paisajes, eso sí, recreados como
sueños latentes de esta realidad nuestra: distópicos, hechos de fragmentos
sueltos, con un siniestro parecido tanto al después de la catástrofe como al
origen inmemorial anterior a aquel que dio el primer nombre. En este sentido,
me gusta la adjetivación de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Virginia
Torrente</b> en la hoja de sala: “psicogeografía de un paisaje fracturado”. Una
fractura que, en el caso de estas piezas, no son sino el cosido de dos paisajes
queridos para la propia artista: uno, el de su Bretaña natal, y dos, el del
desierto de Acatama donde estuvo el pasado verano en una residencia. </span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif";">Paisajes, por tanto, fracturados para,
de igual modo, unas vidas fracturadas como las nuestras: nómadas, espectrales,
zombificadas. Pero también planos, sin ninguna profundidad, sumidos en una
orografía sin pliegues que de hacer un corte trasversal nos ofrecería ese
decorado lunar –que no lunático– que es la pieza más importe de la exposición: <i><span style="font-family: "arial" , "sans-serif";">Es preciso aprender a contemplar el
abismo sin la menor emoción. </span></i><span style="font-family: "arial" , "sans-serif";"></span><span style="font-family: "arial" , "sans-serif";">Un desierto calcinado y fosilizado. En suma, unos
paisajes antagónicos a aquellos parajes decimonónicos donde paseaba el
ilustrado sujeto burgués.</span><span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-style: normal;"></span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif";">Pero no nos dejemos llevar por las
recreaciones facilonas: lo interesante no es tanto desvelar la conexión que
pudiera haber entre el contenido</span><span style="font-family: "arial" , "sans-serif";">
latente y el texto manifiesto, dotarnos de unas claves con el que ver debajo de
lo mostrado para concretar un significado que poder llevarnos a la boca, sino
percatarse de que, si es cierto que el deseo toma la forma del sueño, ¿qué
deseos son estos que se desprenden de estas imágenes?, ¿de qué deseos “es
capaz” la artista para forjar unos sueños como los representados en estas
imágenes? </span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif";">Por mucha labor de desplazamiento,
condensación o sublimación que haya detrás, la desnudez heladora de estas
imágenes apuntan a una única respuestas: los deseos que, sin duda, nos han
dejado una vez desposeídos de todo lo demás. Deseos ya de apenas nada, ¿de que
acontezca la catástrofe? Quizá por ello adopten estos paisajes una extraña
cercanía con los decorados de la ciencia-ficción: porque para encontrar alguna
fuente de la que pueda brotar algún deseo a la altura de las circunstancias de
lo que, intuimos, deben ser nuestras vidas, hay que irse ya a otra dimensión,
quizá incluso muy dentro de uno mismo. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif";">¿Extraño entonces que, a pesar de
tener otras vivencias, de no haber nacido en Bretaña ni haber pasado una
temporada en el desierto de Acatama, intuyamos que nuestros paisajes interiores
no distan mucho de estos que nos ofrece <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Françoise
Vanneraud</b>? Yo diría que no tanto. </span></div>
</div>
JAVIER GONZÁLEZ PANIZOhttp://www.blogger.com/profile/14584123684300518798noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3504557111470549066.post-47433154855862840942018-12-02T11:19:00.000+01:002018-12-02T11:23:48.642+01:00FARRÉS DURAN: EMPEZAR POR EL MEDIO<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<!--[if gte mso 9]><xml>
<w:WordDocument>
<w:View>Normal</w:View>
<w:Zoom>0</w:Zoom>
<w:TrackMoves/>
<w:TrackFormatting/>
<w:HyphenationZone>21</w:HyphenationZone>
<w:PunctuationKerning/>
<w:ValidateAgainstSchemas/>
<w:SaveIfXMLInvalid>false</w:SaveIfXMLInvalid>
<w:IgnoreMixedContent>false</w:IgnoreMixedContent>
<w:AlwaysShowPlaceholderText>false</w:AlwaysShowPlaceholderText>
<w:DoNotPromoteQF/>
<w:LidThemeOther>ES</w:LidThemeOther>
<w:LidThemeAsian>X-NONE</w:LidThemeAsian>
<w:LidThemeComplexScript>X-NONE</w:LidThemeComplexScript>
<w:Compatibility>
<w:BreakWrappedTables/>
<w:SnapToGridInCell/>
<w:WrapTextWithPunct/>
<w:UseAsianBreakRules/>
<w:DontGrowAutofit/>
<w:SplitPgBreakAndParaMark/>
<w:DontVertAlignCellWithSp/>
<w:DontBreakConstrainedForcedTables/>
<w:DontVertAlignInTxbx/>
<w:Word11KerningPairs/>
<w:CachedColBalance/>
</w:Compatibility>
<m:mathPr>
<m:mathFont m:val="Cambria Math"/>
<m:brkBin m:val="before"/>
<m:brkBinSub m:val="--"/>
<m:smallFrac m:val="off"/>
<m:dispDef/>
<m:lMargin m:val="0"/>
<m:rMargin m:val="0"/>
<m:defJc m:val="centerGroup"/>
<m:wrapIndent m:val="1440"/>
<m:intLim m:val="subSup"/>
<m:naryLim m:val="undOvr"/>
</m:mathPr></w:WordDocument>
</xml><![endif]--><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: "arial" , "sans-serif";">ENRIC
FARRÉS DURAN: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">EMPEZAR POR EL MEDIO</i> </span></b><br />
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: "arial" , "sans-serif";">GALERÍA
NOGUERAS BLANCHARD: 17/11/18-26/01/19</span></b><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-hr9yOr5zp2c/XAOv8X_cY2I/AAAAAAAAEmo/Oimta9gdbYEUZCNE5QyraJMbzcBheGsfQCLcBGAs/s1600/EMPEZAR%2BPOR%2BEL%2BMEDIO%2BFARRES%2B4.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="667" data-original-width="1000" height="266" src="https://1.bp.blogspot.com/-hr9yOr5zp2c/XAOv8X_cY2I/AAAAAAAAEmo/Oimta9gdbYEUZCNE5QyraJMbzcBheGsfQCLcBGAs/s400/EMPEZAR%2BPOR%2BEL%2BMEDIO%2BFARRES%2B4.jpg" width="400" /></a></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: small;">Que cierto arte esté literalmente
fenecido, que los objetos-bomba creados por toda una retahíla de vanguardias no
hayan dinamitado absolutamente nada, que todavía estemos a la espera del primer
espectador que haya logrado un mínimo de emancipación no significa en modo
alguno que hagamos de la necesidad virtud y demos al arte por decapitado. Pero
para ello, claro está, hacen falta consignas, (no tan) nuevas consignas. Entre
ellas, la principal: el arte no ya como sistema de apariencias opuesto a una
realidad a la que hay que o bien hacer mejor o bien ayudar a destruir, sino
como estrategia de mixtificación de los diferentes estratos de ficción en los
que se ha transformado la realidad.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: small;">Así pues lo que le toca al arte es
resurgir contra todo pronóstico y afianzarse ahí justo donde aparentemente ha
sido derrotado: no solo ya en la lucha acerca de las imágenes sino, más
importante aún, trabajando especularmente como dispositivo de remultiplicación
de los diverso estratos ficcionales en los que ha devenido toda realidad. Y es
que ya no toca mirar bajo las apariencias, ya no toca servir de guía para
arribar a no sabemos aún qué playa: lo que toca es tensar la cuerda de la que
pende todo el engranaje de ficcionalización del mundo, sumarse inteligentemente
y sin inocencia alguna a la falsedad del mundo. </span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: small;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<span style="font-size: small;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-vG_6IuTf6Ug/XAOv7OvM2LI/AAAAAAAAEmg/nWm8puh38rMpX2i1JDRK6_ThedqUTIulQCLcBGAs/s1600/EMPEZAR%2BPOR%2BEL%2BMEDIO%2BFARRES%2B1.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1000" data-original-width="667" height="400" src="https://1.bp.blogspot.com/-vG_6IuTf6Ug/XAOv7OvM2LI/AAAAAAAAEmg/nWm8puh38rMpX2i1JDRK6_ThedqUTIulQCLcBGAs/s400/EMPEZAR%2BPOR%2BEL%2BMEDIO%2BFARRES%2B1.jpg" width="266" /></a></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: small;"><br /></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: small;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Todo esto para decir que si por una parte la
cita aquella de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Heráclito</b> según la
cual nadie se puede bañar dos veces en el mismo rio parece, en estos tiempos
que corren, bastante fácil de aceptar, por otra parte lo que no sigue estando
demasiado claro es la apostilla que <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Crátilo</b>
ponía siempre: ni siquiera es posible bañarse una sola vez en el mismo río. La
razón es que estamos tan bien adiestrados en nuestra fantasía ideológica que,
“haciendo como si”, dejamos nuestro saber de la realidad –de su falsedad– a un
lado y nos lanzamos de cabeza a la conquista de un mundo que es mero espejismo.
Porque la cuestión no es solo que la realidad esté sujeta a devenir, sino que
el devenir está preso de otro devenir: el diferir de la diferencia, los
simulacros locos, las copias sin originales, un juego de las imitaciones donde
es la diferencia lo que hace de modelo. Es decir, un acontecimiento
desdoblándose continuamente hacia delante y hacia atrás: o, siguiendo el
ejemplo del efesio, un río que no solo fluye, sino que en cada punto fluye
hacia atrás y hacia delante. Cada río es dos veces ese río, dos veces, además,
en una variada serie: temporales y espaciales, potenciales y virtuales. La
cuestión es la misma que se hizo en su día <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Deleuze</b>:
“pero, ¿es preciso decir <i style="mso-bidi-font-style: normal;">dos veces</i>,
ya que es siempre a la vez, ya que son las dos caras simultáneas de una misma superficie
cuyo interior y exterior, la ‘insistencia’ y el ‘extra-ser’, el pasado y el
futuro, están en continuidad siempre reversible?” Pudiera ser que, ciertamente,
no haga falta <i style="mso-bidi-font-style: normal;">decirlo</i>, pero de no
hacerlo una de las series quedaría olvidada, sepultada en nuestra fantasía,
sometiéndonos al rigor consensuado de solo una serie: aquella que modula el
espectro de lo posible, lo decible y lo pensable en pos de agarradero al que
llamar “realidad”. </span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: small;">Es aquí donde, pensamos, se sitúa el
trabajo de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Enric Farrés Duran</b>
(Palafrugell, 1983): en el intersticio donde algo sucede, en el epicentro hueco
donde el Acontecimiento se despliega para, como una suerte de tahúr, ir colocando
espejos que repotencien la vis espectral de la realidad. Su trabajo no se sitúa
de frente a la realidad sino que escarba entre los diferentes estratos de
ficción que la componen, a veces para descentrar ese consenso de olvidos
llamada realidad, a veces para dar una última vuelta de tuerca rescatando de
más abajo si cabe algún último simulacro que hacer emerger a la superficie.</span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: small;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<span style="font-size: small;"><a href="https://3.bp.blogspot.com/-KGVt-D2slkk/XAOv89kSIfI/AAAAAAAAEnA/VsTHGRZA70weP5vFQ7tjww4gVaMgaG6XgCEwYBhgL/s1600/EMPEZAR%2BPOR%2BEL%2BMEDIO%2BFARRES%2B6.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="373" data-original-width="670" height="222" src="https://3.bp.blogspot.com/-KGVt-D2slkk/XAOv89kSIfI/AAAAAAAAEnA/VsTHGRZA70weP5vFQ7tjww4gVaMgaG6XgCEwYBhgL/s400/EMPEZAR%2BPOR%2BEL%2BMEDIO%2BFARRES%2B6.jpg" width="400" /></a></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: small;"><br /></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: small;">Quizá pueda servirnos su trabajo <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Bibliotecas insólitas</i> como carta de
presentación: con el simple gesto de colocar los libros de una biblioteca al
revés <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Enric Farrés</b> nos ofrece la
cara invertida, lo que ni se ve ni se le espera, de una realidad que fácilmente
pudiera ser otra bien diferente. Aunque más interesante su obra <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Los papeles del siglo</i>: trabajando en una
librería de segunda mano, Farrés recopila esos papeles que siempre se quedan
traspapelados entre las páginas de los libros para crear primero una colección
–<i style="mso-bidi-font-style: normal;">U<i><span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; mso-bidi-font-weight: bold;">na exposición de dibujos</span></i></i><b><span style="font-family: "arial" , "sans-serif";"> </span></b>(<span style="font-family: "arial" , "sans-serif";">EtHALL, 2016)</span><span style="mso-bidi-font-weight: normal;">–</span>, luego un archivo (Generaciones 2016)
y, finalmente, triturarlos para crear una masa que terminó siendo un
pisapapeles –<i><span style="font-family: "arial" , "sans-serif";">Cualquier
objeto excepto un papel </span></i>(Nogueras Blanchard, 2016). Nada es lo que
parece pero no se trata de ni ningún juego de manos: se trata de tensar el
juego de las ficciones hasta el límite.</span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: small;">En esta ocasión su labor de alquimista
especular, de nigromante de las ficciones ocultas, tiene como base su propia
película <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El viaje frustrado</i> (2015).
En ella se narra el viaje que el propio artista hizo junto a un coleccionista repitiendo
la travesía que <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Josep Pla</b> narró en
su libro <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El viaje frustrado</i>. En dicho
libro el autor se embarcaba junto a su amigo Hermós en un viaje que les
llevaría de Calella a Francia con el propósito de visitar a unos familiares de
este último. Sin embargo, la presencia lejana de un buque de guerra les hace
dar media vuelta.</span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: small;">Tomando como premisa y excusa esta obra
y este viaje de Pla, Farrés repite el viaje introduciendo ciertas novedades
para reflexionar sobre el sesgo ficcional no solo de la realidad sino del
propio entramado ficcional y, sobre todo, del propio arte. Pero en todo caso, sin
el mínimo ápice de épica, sin añoranza ninguna por el romanticismo de todo
viaje, artista y coleccionistas repiten la gesta frustrada de Pla y Hermés no para
continuarla, remendarla o simplemente copiarla sino para, como venimos
diciendo, servir de espejo con el que la lógica ficcional avance o se detenga,
vaya hacia atrás o hacia delante.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: small;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<span style="font-size: small;"><a href="https://4.bp.blogspot.com/-3hUTSYKqYus/XAOv7DnDWcI/AAAAAAAAEm0/o88TAAj03KsSzQE92HjQWQ1lxhVNTHDnwCEwYBhgL/s1600/EMPEZAR%2BPOR%2BEL%2BMEDIO%2BFARRES%2B2.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1000" data-original-width="667" height="320" src="https://4.bp.blogspot.com/-3hUTSYKqYus/XAOv7DnDWcI/AAAAAAAAEm0/o88TAAj03KsSzQE92HjQWQ1lxhVNTHDnwCEwYBhgL/s320/EMPEZAR%2BPOR%2BEL%2BMEDIO%2BFARRES%2B2.jpg" width="213" /></a></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: small;"><br /></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: small;">En este sentido, son dos los planos en
los que la pieza funciona. En primer lugar obviamente que, al servirse de un
coleccionista, los ecos con el mundo del arte son más que obvios: fracaso y
éxito remiten no ya al logro de la singladura sino de modo metainstitucional a
la relación del artista con su propio hábitat: un artista llamado en tiempos de
penuria y escasez a ejercer la crítica de modo silencioso, casi invisible, a no
tener más remedio que estar atrapado y a remolque de aquel que lleva la voz
cantante. En segundo lugar, como no, enfrentándose a una narración, llámese
realidad, llámese novela, llámese viaje, que siempre guarda un as en la manga
–una diferencia– de más, y con la que no se puede contar en absoluto como guía
de nada. ¿La prueba? El propio artista, estudiando los diarios de Pla, se
percata de que aquel viaje original nunca existió. Y es que ya lo hemos dicho:
ni siquiera una vez puede uno bañarse en el río. Siempre, éste, el río, no es
más que una decantación de ríos pasados y futuros, de ríos virtuales y
posibles. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: small;">Es a partir de este viaje –cuya
película se puede ver en la propia exposición- que el artista trabajó en el
verano con ciertas ideas modulares de este trabajo para ofrecernos seis piezas
que jugando a lo mismo que el viaje subrayan el carácter paradójico de toda
realidad. Libros que no se pueden abrir ni leer (<i style="mso-bidi-font-style: normal;">Un ruido secreto</i> de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Duchamp</b>),
epitafios que son transformados en juegos de palabras, globos que están sujetados
por un peso que a su vez en sujetado por el globo, un pez que muerde un anzuelo
casi invisible y que a su vez, ese mismo anzuelo, recorre toda la exposición
hasta la planta baja “haciendo como si” toda la exposición estuviera sujeta con
hilo de pescar. Ejemplos todos de lo inestable de toda ficción, llámese
“realidad” o llámese “arte”, de lo precario de todo consenso acerca de qué es
cada cosa.</span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: small;">En definitiva un estupendo trabajo el
de este artista que se asienta, insistimos, y aludiendo al título de la
muestra, en el medio del acontecimiento, en su (im)posible representación, en
el centro donde o bien se va en una dirección o bien se va en otra. Que se opte
por una u otra es lo de menos: es a eso a lo que estamos acostumbrados. Lo
difícil, a lo que se presta el trabajo de Enric Farrés, es a pensar cómo poder avanzar
en ambas direcciones. Y es que el problema es que estamos asentados en una
paradoja: “Nuestro problema –dice <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Safranski</b>
en su biografía de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Nietzsche</b>- se
cifra en que nosotros miramos al punto que se mueve y no al punto permanente
del contacto de la tangente, aunque solo podamos notar este movimiento en
contraste con el punto que permanece. Como seres en el tiempo somos la rueda
que da vueltas, pero como presencia de espíritu y acto de atención somos el sol
y el mediodía eterno”.</span></div>
</div>
JAVIER GONZÁLEZ PANIZOhttp://www.blogger.com/profile/14584123684300518798noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3504557111470549066.post-73388632496628381912018-02-22T16:35:00.001+01:002018-02-22T16:39:55.317+01:00SIERRA, ARCO Y LA CENSURA: PANTALLA DE MÁXIMA SINCERIDAD<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://4.bp.blogspot.com/-7je5WA1kOJI/Wo7i3UmNxJI/AAAAAAAAEls/MbPx1qolhOIWia1T8MLH4-0amnefolzPwCEwYBhgL/s1600/4486679.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="664" data-original-width="1180" height="225" src="https://4.bp.blogspot.com/-7je5WA1kOJI/Wo7i3UmNxJI/AAAAAAAAEls/MbPx1qolhOIWia1T8MLH4-0amnefolzPwCEwYBhgL/s400/4486679.jpg" width="400" /></a></div>
<!--[if gte mso 9]><xml>
<w:WordDocument>
<w:View>Normal</w:View>
<w:Zoom>0</w:Zoom>
<w:TrackMoves/>
<w:TrackFormatting/>
<w:HyphenationZone>21</w:HyphenationZone>
<w:PunctuationKerning/>
<w:ValidateAgainstSchemas/>
<w:SaveIfXMLInvalid>false</w:SaveIfXMLInvalid>
<w:IgnoreMixedContent>false</w:IgnoreMixedContent>
<w:AlwaysShowPlaceholderText>false</w:AlwaysShowPlaceholderText>
<w:DoNotPromoteQF/>
<w:LidThemeOther>ES</w:LidThemeOther>
<w:LidThemeAsian>X-NONE</w:LidThemeAsian>
<w:LidThemeComplexScript>X-NONE</w:LidThemeComplexScript>
<w:Compatibility>
<w:BreakWrappedTables/>
<w:SnapToGridInCell/>
<w:WrapTextWithPunct/>
<w:UseAsianBreakRules/>
<w:DontGrowAutofit/>
<w:SplitPgBreakAndParaMark/>
<w:DontVertAlignCellWithSp/>
<w:DontBreakConstrainedForcedTables/>
<w:DontVertAlignInTxbx/>
<w:Word11KerningPairs/>
<w:CachedColBalance/>
</w:Compatibility>
<w:BrowserLevel>MicrosoftInternetExplorer4</w:BrowserLevel>
<m:mathPr>
<m:mathFont m:val="Cambria Math"/>
<m:brkBin m:val="before"/>
<m:brkBinSub m:val="--"/>
<m:smallFrac m:val="off"/>
<m:dispDef/>
<m:lMargin m:val="0"/>
<m:rMargin m:val="0"/>
<m:defJc m:val="centerGroup"/>
<m:wrapIndent m:val="1440"/>
<m:intLim m:val="subSup"/>
<m:naryLim m:val="undOvr"/>
</m:mathPr></w:WordDocument>
</xml><![endif]--><br />
<!--[if gte mso 9]><xml>
<w:LatentStyles DefLockedState="false" DefUnhideWhenUsed="true"
DefSemiHidden="true" DefQFormat="false" DefPriority="99"
LatentStyleCount="267">
<w:LsdException Locked="false" Priority="0" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" QFormat="true" Name="Normal"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="9" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" QFormat="true" Name="heading 1"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="9" QFormat="true" Name="heading 2"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="9" QFormat="true" Name="heading 3"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="9" QFormat="true" Name="heading 4"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="9" QFormat="true" Name="heading 5"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="9" QFormat="true" Name="heading 6"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="9" QFormat="true" Name="heading 7"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="9" QFormat="true" Name="heading 8"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="9" QFormat="true" Name="heading 9"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="39" Name="toc 1"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="39" Name="toc 2"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="39" Name="toc 3"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="39" Name="toc 4"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="39" Name="toc 5"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="39" Name="toc 6"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="39" Name="toc 7"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="39" Name="toc 8"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="39" Name="toc 9"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="35" QFormat="true" Name="caption"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="10" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" QFormat="true" Name="Title"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="1" Name="Default Paragraph Font"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="11" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" QFormat="true" Name="Subtitle"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="22" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" QFormat="true" Name="Strong"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="20" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" QFormat="true" Name="Emphasis"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="59" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Table Grid"/>
<w:LsdException Locked="false" UnhideWhenUsed="false" Name="Placeholder Text"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="1" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" QFormat="true" Name="No Spacing"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="60" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Light Shading"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="61" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Light List"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="62" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Light Grid"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="63" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium Shading 1"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="64" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium Shading 2"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="65" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium List 1"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="66" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium List 2"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="67" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium Grid 1"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="68" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium Grid 2"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="69" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium Grid 3"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="70" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Dark List"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="71" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Colorful Shading"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="72" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Colorful List"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="73" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Colorful Grid"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="60" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Light Shading Accent 1"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="61" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Light List Accent 1"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="62" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Light Grid Accent 1"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="63" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium Shading 1 Accent 1"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="64" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium Shading 2 Accent 1"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="65" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium List 1 Accent 1"/>
<w:LsdException Locked="false" UnhideWhenUsed="false" Name="Revision"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="34" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" QFormat="true" Name="List Paragraph"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="29" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" QFormat="true" Name="Quote"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="30" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" QFormat="true" Name="Intense Quote"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="66" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium List 2 Accent 1"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="67" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium Grid 1 Accent 1"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="68" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium Grid 2 Accent 1"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="69" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium Grid 3 Accent 1"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="70" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Dark List Accent 1"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="71" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Colorful Shading Accent 1"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="72" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Colorful List Accent 1"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="73" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Colorful Grid Accent 1"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="60" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Light Shading Accent 2"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="61" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Light List Accent 2"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="62" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Light Grid Accent 2"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="63" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium Shading 1 Accent 2"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="64" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium Shading 2 Accent 2"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="65" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium List 1 Accent 2"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="66" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium List 2 Accent 2"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="67" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium Grid 1 Accent 2"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="68" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium Grid 2 Accent 2"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="69" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium Grid 3 Accent 2"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="70" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Dark List Accent 2"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="71" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Colorful Shading Accent 2"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="72" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Colorful List Accent 2"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="73" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Colorful Grid Accent 2"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="60" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Light Shading Accent 3"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="61" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Light List Accent 3"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="62" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Light Grid Accent 3"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="63" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium Shading 1 Accent 3"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="64" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium Shading 2 Accent 3"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="65" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium List 1 Accent 3"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="66" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium List 2 Accent 3"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="67" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium Grid 1 Accent 3"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="68" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium Grid 2 Accent 3"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="69" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium Grid 3 Accent 3"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="70" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Dark List Accent 3"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="71" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Colorful Shading Accent 3"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="72" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Colorful List Accent 3"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="73" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Colorful Grid Accent 3"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="60" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Light Shading Accent 4"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="61" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Light List Accent 4"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="62" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Light Grid Accent 4"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="63" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium Shading 1 Accent 4"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="64" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium Shading 2 Accent 4"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="65" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium List 1 Accent 4"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="66" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium List 2 Accent 4"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="67" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium Grid 1 Accent 4"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="68" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium Grid 2 Accent 4"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="69" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium Grid 3 Accent 4"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="70" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Dark List Accent 4"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="71" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Colorful Shading Accent 4"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="72" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Colorful List Accent 4"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="73" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Colorful Grid Accent 4"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="60" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Light Shading Accent 5"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="61" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Light List Accent 5"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="62" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Light Grid Accent 5"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="63" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium Shading 1 Accent 5"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="64" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium Shading 2 Accent 5"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="65" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium List 1 Accent 5"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="66" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium List 2 Accent 5"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="67" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium Grid 1 Accent 5"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="68" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium Grid 2 Accent 5"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="69" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium Grid 3 Accent 5"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="70" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Dark List Accent 5"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="71" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Colorful Shading Accent 5"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="72" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Colorful List Accent 5"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="73" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Colorful Grid Accent 5"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="60" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Light Shading Accent 6"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="61" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Light List Accent 6"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="62" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Light Grid Accent 6"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="63" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium Shading 1 Accent 6"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="64" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium Shading 2 Accent 6"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="65" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium List 1 Accent 6"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="66" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium List 2 Accent 6"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="67" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium Grid 1 Accent 6"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="68" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium Grid 2 Accent 6"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="69" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium Grid 3 Accent 6"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="70" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Dark List Accent 6"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="71" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Colorful Shading Accent 6"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="72" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Colorful List Accent 6"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="73" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Colorful Grid Accent 6"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="19" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" QFormat="true" Name="Subtle Emphasis"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="21" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" QFormat="true" Name="Intense Emphasis"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="31" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" QFormat="true" Name="Subtle Reference"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="32" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" QFormat="true" Name="Intense Reference"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="33" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" QFormat="true" Name="Book Title"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="37" Name="Bibliography"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="39" QFormat="true" Name="TOC Heading"/>
</w:LatentStyles>
</xml><![endif]--><!--[if gte mso 10]>
<style>
/* Style Definitions */
table.MsoNormalTable
{mso-style-name:"Tabla normal";
mso-tstyle-rowband-size:0;
mso-tstyle-colband-size:0;
mso-style-noshow:yes;
mso-style-priority:99;
mso-style-qformat:yes;
mso-style-parent:"";
mso-padding-alt:0cm 5.4pt 0cm 5.4pt;
mso-para-margin-top:0cm;
mso-para-margin-right:0cm;
mso-para-margin-bottom:10.0pt;
mso-para-margin-left:0cm;
line-height:115%;
mso-pagination:widow-orphan;
font-size:11.0pt;
font-family:"Calibri","sans-serif";
mso-ascii-font-family:Calibri;
mso-ascii-theme-font:minor-latin;
mso-fareast-font-family:"Times New Roman";
mso-fareast-theme-font:minor-fareast;
mso-hansi-font-family:Calibri;
mso-hansi-theme-font:minor-latin;}
</style>
<![endif]-->
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Si hacemos caso a uno de los textos más interesante de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Boris Groys</b>, lo que tocaría después de lo visto ayer en ARCO sería
corregirle levemente y atrevernos a acabar la cita. Porque si en dicho texto
señala que “la exhibición pública se ha convertido en el lugar donde emergen
las preguntas más interesante y relevantes, concernientes a la relación entre
arte y dinero”</span><span style="color: black;"><a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=3504557111470549066#_ftn1" name="_ftnref1" style="mso-footnote-id: ftn1;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">[1]</span></span></span></span></span></a><span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">, el summum de esta amplia noción de “exhibición pública” no puede ser otro
que la feria de arte. </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Y lo es, precisamente, por lo que apunta el renombrado filósofo: porque es
ahí donde surgen las verdaderas cuestiones estéticas de nuestro tiempo. Cuestiones
que si bien en un primer momento aluden a lo archirecurrente de plantear qué es
el arte y cuál es su misión, en seguida se ven aupadas a una serie de paradojas
y contradicciones que señalan con claridad el momento histórico de su
despliegue.</span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Y es que aunque toda alusión a hegelianismo sea recibido con recelo por
todos los agentes artísticos –desde el artista hasta el crítico, pasando por
galeristas, comisarios y público en general– lo cierto es que si lo sucedido
ayer con la obra de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Santiago Sierra</b>
llega a ser revelador lo es solo porque remite a la esencia del momento actual
del arte, un momento como decimos paradójico y sumamente complejo. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Pero dicho todo esto una cosa tiene que quedar clara para comprender el
calado de lo sucedido: que nada de lo que pasó tiene que ver con <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Santiago Sierra</b> ni con su obra. Fue
simplemente una tirada de dados, una tirada eminentemente mediática. Una
casualidad que, eso sí, necesitaba de todos los condicionantes para provocar
semejante seísmo.</span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Porque, además, juzgarle por acercarse demasiado y en demasiadas ocasiones
el núcleo duro del arte contemporáneo es entrar dentro de unas calificaciones
que si bien pueden tener algo de verdad, por otra parte olvidan que lo más
propio de su trabajo es el más colosal de los fracasos. Y es que ese sesgo
mediático que decimos ha concurrido en este caso no es en absoluto algo
denigrante sino que es la razón propia del régimen de exhibición en el que el
arte, desde su devenir desacralizado, opera. Hace falta, para desvelar la
lógica interna del arte contemporáneo, una carambola maestra, un ser filtrado
por los regímenes mediáticos, un ser ofrecido por los canales mass-mediáticos. </span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<span style="color: black;"><a href="https://4.bp.blogspot.com/-ZNA94ZqPQgQ/Wo7i3UVCiII/AAAAAAAAElw/anIWV7yMarkt8_CqupbQejFsy1Q37fCJQCLcBGAs/s1600/arco_hori.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="720" data-original-width="1280" height="225" src="https://4.bp.blogspot.com/-ZNA94ZqPQgQ/Wo7i3UVCiII/AAAAAAAAElw/anIWV7yMarkt8_CqupbQejFsy1Q37fCJQCLcBGAs/s400/arco_hori.jpg" width="400" /></a></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Si por lo que más se le conoce a </span><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Greenberg</span></b><span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;"> es por acuñar el
concepto de superficialidad como término con el que comprender las vanguardias,
el devenir histórico del arte en el último medio siglo ha venido a dar en otra
superficialidad, no ya la del lienzo sin la superficie mediática: ahí donde se
desvelan el núcleo de contradicciones desde donde emerge lo más interesante del
arte contemporáneo. Una superficie que tuvo su fiel reflejo cuando, una vez
descolgada la obra, los medios de comunicación se hacían eco de una verdadera
obra de arte: la que entre todos habían conseguido, la pared blanca del stand
de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Helga de Alvear</b>.</span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Pero mojémonos un poco más. La obra de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Santiago Sierra</b> pudiera parecer ya desde el título –<i>Presos
Políticos</i>– mala, bastante mala. Y no porque los allí “representados” lo
sean o dejen de serlo sino por la eliminación de la indecibilidad estética que
toda obra, sobre todo si es política, debe de sostener. Mala porque el tipo de
saber por el que el arte contemporáneo debe abogar es de otro tipo, no aquel
que separe creencias y competencias, no aquel que quede sedimentado en la
verdad o falsedad de las imágenes.</span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Y sin embargo, y pese a las declaraciones del propio <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Sierra</b> que nos reafirman en nuestra
primera opinión, ese pixelado, ese dejar al espectador que saque sus propias
conclusiones, ¿no es la prueba de que se trataba de una trampa?, ¿de un
dispositivo con el que desvelar el sesgo dictatorial de las élites políticas?
Porque eso ha sido en resumidas cuentas lo que ha pasado: que un gerifalte cayó
en la trampa. Y es que nadie, a estas alturas del partido, puede pensar que de
tal o cual representación artística se puede desencadenar movilización política
alguna. Salvo, claro está, que alguien piense que sí: salvo que alguien se crea
a pies juntillas las representaciones del arte, salvo que alguien continúe
creyendo que todo es cuestión de decir una verdad o de callar una mentira. La
obra de Sierra era totalmente naif salvo que alguien se creyese que lo propio
del arte es continuar afanado en desvelar una verdad bajo las apariencias –en
este caso bajo los pixeles. </span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Y justo ese que se lo creyó, ese que cayó en la trampa –parece ser que <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Clemente González Soler</b>, </span><span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">presidente del Comité
Ejecutivo del recinto ferial<span style="mso-bidi-font-style: italic;">–, nos
dice todo lo que de ningún otro modo podría saberse: que realmente las altas
esferas continúan afanados en una verdad que sostener, en una historia que
relatar, que continúan comprendiendo su tarea como una labor de
ocultar/desvelar partes de la realidad.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Pudieran muy bien dejar de hacerlo. De hecho, vaticinamos, mejor les
iría. Porque de dejar las cosas, nunca mejor dicho, en su sitio, se reforzaría
la nihilidad en que el arte parece continuamente caer, se reforzaría una
libertad de expresión que, al ser proferida en el régimen de excepcionalidad en
que concurre toda obra de arte, rozaría en su impotencia. Y, además, provocaría
la necesidad del arte de repensar sus fronteras y sus estrategias de
emancipación. Pero, encallando continua y torpemente en los mismos fangos, el
poder político revela el acerbo despótico de sus acciones al tiempo que da al
arte la suficiente carnaza con la que seguir viviendo sin despeinarse.</span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<span style="color: black;"><a href="https://3.bp.blogspot.com/-77WPwYzTKLc/Wo7i3KZZEjI/AAAAAAAAElo/kuPutEHfOAshojUA4rW8h10ZGQm997AbgCEwYBhgL/s1600/1519239582_391054_1519240740_noticia_normal.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="587" data-original-width="980" height="238" src="https://3.bp.blogspot.com/-77WPwYzTKLc/Wo7i3KZZEjI/AAAAAAAAElo/kuPutEHfOAshojUA4rW8h10ZGQm997AbgCEwYBhgL/s400/1519239582_391054_1519240740_noticia_normal.jpg" width="400" /></a></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Pero la pregunta, llegados a este punto, solo puede ser una. El caer en
la trama, ¿lo hacen por torpeza o porque algo les va en el juego?, ¿lo hacen
por ineptitud o porque lo tienen más fácil manteniéndose en el anterior régimen
de verdad, porque les es más cómodo seguir fraccionando la esfera pública en
unos y otros, en ámbitos de verdad y de falsedad? Dicho de otra manera, ¿la
obra de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Sierra</b> desvela la verdadera
impronta del poder político o no es sino una posibilidad del propio poder de
seguir cómodamente enclaustrado en su estrategia de proponer fáciles
antagonismos de andar por casa? De ser lo primero el artista es un héroe, de
ser lo segundo es un incauto advenedizo.</span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">En definitiva, y tanto sea una cosa como sea la otra, esta obra ha
conseguido, vía encarnación de muchas de las paradojas desde las que se
construye el arte contemporáneo, erigirse en, parafraseando también al bueno de
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Groys</b>, en zona de máxima sinceridad:
justo la zona de sinceridad que, como panel blanco, exhibían los medios de
comunicación. Pero claro está, una zona de sinceridad donde cada uno puede
proyectar sus saberes, creencias y opiniones, una zona de sinceridad,
eminentemente mediático-estética donde Arte y Política –así, con mayúsculas– se
confraternizan en la elaboración de una verdad a medida exacta de cada uno:
decir que ‘sí’ o decir que ‘no’, decir que es un fraude o decir que es la gota
que colmaba el vaso del devenir dictatorial del poder político actual. </span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Es decir: la representación enfática de la post-verdad. ¿Justo lo que
el arte necesita? Pensamos que no, pero el arte, en ese despliegue hegeliano en
el que vive, tendrá sus razones. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span></div>
<div style="mso-element: footnote-list;">
<br clear="all" />
<hr align="left" size="1" width="33%" />
<div id="ftn1" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText">
<span style="color: black;"><a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=3504557111470549066#_ftnref1" name="_ftn1" style="mso-footnote-id: ftn1;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "calibri" , "sans-serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 115%;">[1]</span></span></span></span></a>
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 9.0pt;">GROYS, G. </span><span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 9.0pt;">Revista <i>e-flux</i>, No. 24.</span><span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 9.0pt;"> http://artecontempo.blogspot.com.es/2011/04/boris-groys.html</span></span></div>
</div>
</div>
</div>
JAVIER GONZÁLEZ PANIZOhttp://www.blogger.com/profile/14584123684300518798noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-3504557111470549066.post-88792408537390178412017-11-27T12:38:00.000+01:002017-11-27T12:38:29.418+01:00¡CÁLLATE, DEMÓCRATA! HACIA LA DISTOPÍA DEMOCRÁTICA<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-Rh7bUk875Xc/Whv4pX8gqwI/AAAAAAAAElM/I7KqFfk6HDUbglAG9AU3RYWiWR0q5XMvACEwYBhgL/s1600/democracia1.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="677" data-original-width="1023" height="263" src="https://1.bp.blogspot.com/-Rh7bUk875Xc/Whv4pX8gqwI/AAAAAAAAElM/I7KqFfk6HDUbglAG9AU3RYWiWR0q5XMvACEwYBhgL/s400/democracia1.jpg" width="400" /></a></div>
<br />
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12pt;">Asistimos impertérritos
en los últimos tiempos a una repetición de actos obscenos donde a nuestros
políticos se les llena la boca de la palabra democracia, sirviéndose de dicho
concepto para ningunear y calificar de dogmáticas las posiciones de cuantos contrarios
les salgan al paso. En esa repetición maquínica, la palabra en cuestión está a
un tris de terminar por no significar nada. Pero, mientras se anda dicho
camino, ¿imaginan un tiempo en el que el calificativo de demócrata llegue a ser
despectivo?, ¿un tiempo en el que se le pudiese arrojar a uno a la cara “eres
un demócrata”, con esas ínsulas que nos gastamos de vez en cuando de igual modo
en que ahora, y no sin cierta superioridad, se hace con adjetivos como fascista
o facha? Es mucho imaginar, lo sé. Pero visto lo visto estamos cada vez más
cerca. ¿O no?<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12pt;">Razones: principalmente
dos. En primer lugar el constatar cómo precisamente los calificativos que ahora
sirven como insultos fueron en su día encomiables adjetivaciones para quienes
creían estar viendo y viviendo su época con la potencia que se requería. Ver esto
con perspectiva ayudaría sin duda a curarnos de nuestras dos enfermedades
congénitas: una, creernos siempre subidos a la ola de un tiempo superlativo
donde han venido a dar todas las contradicciones que durante siglos han ido
desarrollándose hasta este precio momento histórico; y dos, reducir todo pasado
a una diatriba maniquea, los buenos contra los malos, los amigos contra los
enemigos. Desde este punto de vista, es fácil ver muchas de nuestras luchas
intestinas como el momento de síntesis en que, por fin, las contradicciones,
los polos antagónicos, van a ser superados por un momento de eclosión final
–nuestro presente– en el que obviamente van a ganar los buenos: es decir, los
nuestros.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12pt;">Y en segundo lugar, el
hecho palpable y contrastable de que la noción de democracia ha virado
notablemente, entrando en una nueva fase de licuado de lo que han sido hasta
ahora sus fundamentos. La causa para este tránsito hay que encontrarla en una
confusión de bulto: consignar la crisis económica de la última década dentro de
los haberes de una democracia que no ha funcionado correctamente o, al menos,
cómo se esperaba. Es decir: se han confundido los mecanismos irracionales,
violentos y míticos que operan dentro del dispositivo llamado democracia con los
desajustes sociales que han venido dados por la crisis. A este respecto, se echa
parte de la culpa de la crisis a desarreglos en el seno de la democracia,
cuando la democracia es lo que es desde siempre, en las buenas y en las malas,
en la salud y en la enfermedad. Que nos hayamos creídos los cantos de sirena
respecto de un sistema político que ocultaba sus formaciones de poder y
coacción no es razón para, de buenas a primeras, hacer de la democracia algo
que nunca ha sido: algo inocente. <o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-DxDQfDTBmkU/Whv4oeQTP4I/AAAAAAAAElI/ge7-gF5mGIwWSG27dKc3Md9HNWeYswuhACEwYBhgL/s1600/476476.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="427" data-original-width="640" height="266" src="https://1.bp.blogspot.com/-DxDQfDTBmkU/Whv4oeQTP4I/AAAAAAAAElI/ge7-gF5mGIwWSG27dKc3Md9HNWeYswuhACEwYBhgL/s400/476476.png" width="400" /></a></div>
<br />
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12pt;">Aclarando más esta
segunda característica que nos parece fundamental, este desplazamiento que
vemos en el concepto de democracia remite a que ni “demócrata” es ya un
adjetivo que cubra por completo y homogéneamente el espectro de lo social ni
tampoco “democracia” es un sistema que permita la modulación de dicho espacio a
través de un simple “decir sí” o “decir no”. Lo que ha sucedido es que todo lo
que atañe a la democracia se ha desplazado para situarse precisamente dentro de
la falla de indecibilidad donde, a nivel de simbolización cero, se reparten
saberes y competencias. De este modo, democrático se ha convertido en un
modulador de antagonismos, un punto bisagra donde la mitad de la ciudadanía le
puede espetar a la otra su falta de carácter democrático y, de igual modo y con
la misma razón, en sentido opuesto. <o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12pt;">Sin ir más lejos, esta
comprensión de la democracia como piedra que arrojar al otro viene siendo ya
moneda recurrente ante acontecimientos como la elección de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Trump</b>, el Brexit o el procés catalán, acontecimientos todos estos
donde el calificativo de democrático ha bailado de un lado a otro de la esfera
pública, para concluir con un hecho patente: democrático soy yo y
antidemocrático todos los que no opinan como yo. Qué poco demócratas los que
eligieron a Trump, dicen unos, o que poco democrático quienes se mesan los
cabellos, dicen los otros, rompiéndose las entendederas para lograr comprender
cómo alguien puede votar a Trump sin percatarse de que, en la libertad y
responsabilidad propia, lo más razonable es que cada uno de sus votantes tenga
motivos más que suficientes. Y lo mismo sucedió con el Brexit y lo mismo ahora
con el procés.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12pt;">Dicho esto, es bastante
obvio que todos funcionamos ya como “pequeños fukuyamas”, encantados de haber
encontrado un adjetivo con el que sellar una historia que parece siempre a
punto de escapársenos de las manos: si la democracia liberal era según el
pensador norteamericano el punto omega del desarrollo histórico, la nueva
versión de la democracia es que si la historia nos sigue asaltando con sustos y
terrores nocturnos es porque los demás nunca son tan democráticos como
nosotros. Democracia 2.0 donde todo lo que acontezca fuera de mis redes sociales
me parece un campo minado de anti-demócratas. <o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12pt;">Así las cosas, las
nuevas luchas sociales tienen todas ellas un denominador común: hacer ver a los
demás que somos nosotros no ya solo los más democráticos sino que nuestro
sistema –la objetivación institucionalizada de todas nuestras opiniones y
creencias– terminará por dar una versión más remozada y óptima de la propia
democracia. Es decir, ideología al por mayor: la democracia no es el a priori desde
el que emana todo discurso sino que es el a posteriori que se alcanzará en caso
de seguir determinadas consignas, vehiculadas todas ellas por los diferentes
partidos y grupos políticos enfrentados no ya por ideas sino por soltar el
exabrupto que mayor capacidad tenga de poner al otro la pegatina de
anti-demócrata. De este modo, y dentro de ese desplazamiento que decimos ha
sufrido, la democracia es el nuevo significante-cero, el lugar neutro del que
emana una nueva serie de antagonismo: los míos, los demócratas, frente a los
otros, los antidemócratas.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-aNG1du50V-g/Whv4pxdO_NI/AAAAAAAAElQ/5oYqml6hW20LpW4oQOWvFAT561Mpo2kNgCEwYBhgL/s1600/imagesV5VE7KY5.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="129" data-original-width="389" height="132" src="https://1.bp.blogspot.com/-aNG1du50V-g/Whv4pxdO_NI/AAAAAAAAElQ/5oYqml6hW20LpW4oQOWvFAT561Mpo2kNgCEwYBhgL/s400/imagesV5VE7KY5.png" width="400" /></a></div>
<br />
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12pt;">Atisbadas con mayor o
menor razón estas consideraciones: ¿es difícil delinear un futuro inminente
donde, visto que la democracia no puede ser nunca limpiada de sus residuos
irracionales y despóticos, lleguen a invertirse las posiciones respecto de ese
significante-cero que es ahora la democracia? Más aún, reconvertida como
decimos en frontera que separa simbólicamente campos antagónicos, amparada en
un toma y daca donde el propio concepto viene gastándose con extrema velocidad,
manoseada como ‘pequeño objeto a’ objetivado por tal o cual posicionamiento
político, no sabemos cuanto queda para que, ciertamente, al hablar de
democracia estemos hablando de otra cosa. Pero, ¿hasta el punto en que se
inviertan las posiciones, hasta el límite en el que “democrático” sea un
adjetivo despectivo?<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12pt;">Para dar una respuesta
correcta –una respuesta que dará cumplida cuenta de nuestra paradójica
situación actual– debemos ampliar un poco más nuestras tesis: ¿a qué se debe,
en primera instancia, este desplazamiento de la democracia de la totalidad del
espacio público a la bisagra fronteriza que reparte antagonismos y, en segunda
instancia, esta inversión que pronosticamos del adjetivo ’democrático’ como algo
despectivo? Pues ni más ni menos que a la propia democracia, al exceso con que carga,
a ese núcleo de violencia con que impone sus tesis. <o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12pt;">Y es que se ha
confundido la esencia de la democracia: se ha hecho de ella un constructo
social asentado en la idea de un contrato original identificándose de modo
perverso con una cultura de la paz civil y del consenso –una sublimidad del
bien común al servicio de las simplezas del consenso–</span><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12pt;"> </span><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12pt;">cuando no es sino una
aberración respecto de la forma habitual del poder ejercido de hombres sobre
hombres basada en el poder de la sangre y del saber. La democracia se
constituye de forma paradójica como el gobierno de aquellos que no tienen
ningún título para gobernar, siendo entonces que, como señala <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Rancière</b>, “la democracia no es una
simple forma de gobierno, ni menos una forma de sociedad, sino la separación
misma por la cual la política existe en general”. Así entonces la democracia es
un exceso, una extravagancia que descansa en la paradoja de que “para que la
política exista, es necesario que exista una forma de gobierno que no descanse
sobre ninguno de esos títulos para gobernar”. </span><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12pt;"><o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12pt;">La democracia, en tanto
que a priori para que emerja el juego político que no es otro que el encauzar la
causa del otro, alude a la separación de la ciudadanía respecto de sí misma, a
la distancia que separa a unos (los señalados como ciudadanos por el propio
régimen democrático) de los otros (los que no forman parte de los ciudadanos contados
por la democracia). Así, y en definitiva, la democracia no es tanto el sistema
que permite decantar opiniones y saberes sino la distancia que la propia esfera
pública impone para su vertebración política. ¿Y qué distancia es esta que
propone la democracia? La propia de la política consensuada del democratismo:
aquella capaz de regular lo que se ha de mantener fuera de la política, la
distancia precisa mediante la cual el “otro” está siempre reducido al silencio
y que logra que sea imposible mediar cualquier tipo de relación que no sea otra
que la de la violencia del consenso. Así pues, bien podría decirse que el
consenso es el olvido de esta diferencia y que democracia es sin más el nombre
de un reparto de lo sensible que explicita ese olvido. <o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12pt;">Bajo estas premisas,
haciendo claro ese exceso aberrante de la propia democracia, asignarse el
propio título de demócrata no es sino un juego perverso de decir a las claras
“el consenso está conmigo”, “es mi saber y mi opinión el que establece la
distancia con la que olvidar a ese otro a quien tildo, sin ambages ninguno de
antidemócrata”.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12pt;">Dicho todo esto, lo que
decimos está pasando es que la democracia está sacando a la luz la verdad de su
secreto: la verdad de un saber que no está llamado a estructurar el campo
social sino a dividirlo en torno a la indecibilidad que la propia democracia
crea en el seno de la sociedad. En este sentido, si hasta hace bien poco
democráticos eran todos aquellos que pertenecían a la comunidad, ahora la
aberración democrática, el virus de su paradoja fundacional, se ha incoado por
fin en el seno de la propia comunidad: democrático, como ya hemos dicho, somos
nosotros y todos los que quedan a mi distancia mientras que antidemocráticos son
todos los demás, aquellos que rompen mi distancia. <o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-yEbpGNZZRWw/Whv4oaMSuBI/AAAAAAAAElE/WZXv6ZM-MyIcNZu6-PI0DmJcDGZhUqiiQCEwYBhgL/s1600/AQL-TOLERANCIA-1.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="665" data-original-width="690" height="385" src="https://1.bp.blogspot.com/-yEbpGNZZRWw/Whv4oaMSuBI/AAAAAAAAElE/WZXv6ZM-MyIcNZu6-PI0DmJcDGZhUqiiQCEwYBhgL/s400/AQL-TOLERANCIA-1.jpg" width="400" /></a></div>
<br />
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12pt;">En resumidas cuentas, y
aunque caigamos también en ese esencialismo histórico que antes hemos
denunciado, vivimos tiempos sumamente interesantes: un tiempo donde se está
aclarando que cuando se lanzan de uno y otro lado de la frontera simbólica
acusaciones de antidemocratismo, se está hablando de algo que excede a la
propia democracia –de hecho es su propio exceso. Quedará por ver, y eso es lo
interesante, quién y de qué manera nos guía en pos de ese exceso, de
canalizarlo y darle forma. Posibilidades hay, cuando menos, dos: o, por una
parte, formaciones que sigan las tesis de una verdad que descubrir o una
esencia que alcanzar, formaciones que a pesar de la emancipación que aletearía
en sus discursos son emanaciones de los totalitarismos que han sazonado nuestra
historia reciente o, por otra parte, políticas que sepan jugar con esta
diferencia, con ese olvido que la propia democracia permite de unos respectos
de otros, políticas que incorporen en su mecanismo la paradoja que la propia
democracia pone cada vez más ante nuestros ojos: que la política es en sí misma
el ejercicio de vehicular una diferencia, de crear un antagonismo, de bascular
una distancia con la que decir ‘amigos’ y ‘enemigos’, y que, por tanto, sepa
que todo consenso no está larvado sino en un efecto ideológico, en la
imposición de una determinada distancia.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12pt;">Llegados a este punto
solo podemos concluir de modo un tanto pesimista: por de pronto la historia de
las próximas décadas no será demasiada alentadora ya que la ideología trabaja
para que esa distancia no sea vista más que bajo la máscara simbólica. Yo
pertenezco a la comunidad en tanto que caigo bajo el paraguas de una distancia,
en tanto que soy inscrito como un “uno” que cuenta y suma para la producción de
un determinado consenso, siéndome imposible observar tal distancia en tanto que
indecibilidad antagónica. Es decir, aunque la democracia permite que se sepa la
verdad de su secreto –que su lógica de los consensos es algo violeto e
ideológico– no podemos usar tal saber para operar un desplazamiento capaz de
acoger a cuantos más otros mejor ya que no accedemos a dicha distancia más que
simbólicamente. Al final, y bajo esta tesitura, lo que nos toca es estar
atentos a nuestro futuro inminente: el campo social será radical y
paradójicamente democrático cuando el sistema sea por completo antidemocrático.
O, lo que es lo mismo y como decía <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Baudrillard</b>,
“<span class="st">algún día, lo </span><em><span style="font-family: "Arial",sans-serif;">social</span></em><span class="st"> quedará perfectamente realizado y habrá sólo excluidos”.<o:p></o:p></span></span></div>
<br />
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span class="st"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12pt;">Dicho lo
cual solo nos cabe responder con un no a la pregunta que nos ha permitido
llegar hasta aquí: nunca “demócrata” será un insulto pese a que bajo su imperio
se fraccione y rompa la esfera pública en una infinidad de antagonismos. Y
nunca lo será porque aunque cada vez será más clara la verdad impositiva de la
democracia, pese a que cada vez será más claro que la distancia que propicia el
consenso es de un calado aberrantemente ideológico, nunca estamos ni estaremos
en condiciones de ver nuestro saber –nuestra distancia– como algo
ideológicamente producido, cómo algo que surge como efecto de nuestra propia
inscripción yoica en el seno de la comunidad. Si el fascismo sí que permitía
que se vieran las costuras al sistema, que se supiera de forma directa la
exclusión que se producía con los “otros”, la democracia perfecciona todo esto
para que no se comprenda, para que cada uno se aferre a una verdad cada vez más
ideológicamente sobrevenida: demócrata soy yo. <o:p></o:p></span></span></div>
<br />
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span class="st"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12pt;">Y así
será hasta que la fracción de la sociedad tienda a atomizarla por completo,
donde en el límite solo operen un conjunto de mónadas que se juntan y separan a
intervalos mínimos, formando comunidades centrifugadas en la instantaneidad de
un saber, el de la propia democracia, que fluirá por todo el entramado social.
Así será hasta que la democracia sea implantada globalmente. ¿Suena demasiado
distópico? </span></span><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12pt;"><o:p></o:p></span></div>
</div>
JAVIER GONZÁLEZ PANIZOhttp://www.blogger.com/profile/14584123684300518798noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3504557111470549066.post-36547973620374962302017-11-17T12:22:00.000+01:002017-11-20T11:57:52.890+01:00DUCHAMP Y DALÍ EN LONDRES: ASOMARSE A LA VITRINA<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://4.bp.blogspot.com/-ZxJy4CSVlwQ/Wg7EsIuj97I/AAAAAAAAEks/howeSSSogZgTkLsAhShb2sa_GT82KUBMACEwYBhgL/s1600/cnzesawwtmppiqo46kf6.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="254" data-original-width="400" height="253" src="https://4.bp.blogspot.com/-ZxJy4CSVlwQ/Wg7EsIuj97I/AAAAAAAAEks/howeSSSogZgTkLsAhShb2sa_GT82KUBMACEwYBhgL/s400/cnzesawwtmppiqo46kf6.jpg" width="400" /></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="EN-US" style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;"><o:p></o:p></span></i></b> </div>
<span lang="EN-US" style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;"><span lang="EN-US" style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;"><strong><em>DALÍ/DUCHAMP</em></strong><o:p></o:p></span></span><br />
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="EN-US" style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;">ROYAL ACADEMY OF ARTS
(LONDRES): 07/10/17-03/01/2018<o:p></o:p></span></b><br />
<br />
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;">La Royal Academy of
Arts de Londres propone para este otoño una exposición donde poder rastrear los
lugares que, desde la radical diferencia, puedan auspiciar algún tipo de
contacto entre <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Duchamp</b> y<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"> Dalí </b>para así comprender mejor la obra
de dichos artistas. Situándose en Cadaqués como centro neurálgico, la
exposición disecciona el entroncamiento de ambos genios a través de cuatro
bloques temáticos: el cuestionamiento de la pintura, el erotismo, la ciencia y
el ajedrez. Pero de esta exposición -–una vez se celebre el poder contemplar
los principales readymades, la reconstrucción del <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Gran Vidrio</i> a cargo de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Richard
Hamilton</b> o el material preparatorio para <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Étant Donnés</i>-– no hay mucho más que decir desde que fue tumbada sin
misericordia ninguna por <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Pedro Alberto
Cruz</b> en su estupenda <a href="http://www.larazon.es/cultura/duchamp-dali-una-amistad-mal-contada-OO16812387" target="_blank">crítica</a> </span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Pero
en cualquier modo la exposición, aún con sus puntos oscuros, nos ha dejado una
instantánea a la que merece prestar atención: una vitrina compartida por dos
obras icónicas del siglo XX, la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Fuente</i>
(1917) de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Duchamp </b>y el <span style="font-family: "arial" , sans-serif;"><em>Teléfono afrodisíaco blanco (1936) </em>de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Dalí</b>. Mucho se podría escribir acerca
de tan estrambótica conjugación y mucho que decir acerca de la propia historia
del arte contemporáneo. En este sentido, nosotros queremos hacernos eco de esta
quien sabe si histórica confabulación para dar cuenta de un error de bulto que
ha preñado de inconsistencias la reciente historia del arte.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;">Y es que vistos a los
ojos profanos de hoy –y no tan profanos pues hay toda una línea canónica de interpretación
estética– tales objetos remiten a problematizar esa frontera que separa el
ámbito del arte de lo que no es arte. Así, hay toda una hagiografía en torno a
ambos artistas como encumbrados anacoretas llamados a derribar el arte como
ámbito privilegiado. Y eso, estando en una época de dilapidación y de
una pretendida superación que nunca llega, es visto como un intento anarquista
con capacidad suficiente para quedarse grabado en nuestra retina como una bomba
llamada a sembrar de escombros ese arte burgués y academicista que, se nos
dice, era el de antaño. </span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;">Sin embargo, dicha
interpretación es bastante deficiente si nos paramos a pensar tan solo un
instante: ¿qué logros son los suyos si cien años después estamos esperando aún
a que las fronteras terminen por derribarse?, ¿qué méritos los suyos si, a más
a más, el arte ha formado pinza con el capitalismo para reconvertirse en
dispositivo ideológico de primer orden, operando en ese frente invencible que forma
con el ocio y el turismo?, ¿qué méritos, en definitiva, los suyos, los de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Duchamp</b> y<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"> Dalí</b>, si la estética se ha convertido en ideología estética?</span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"><em> </em></span>Pero
por fácil que sea esta ecuación que nunca termina de despejar bien la "x" entre
los méritos logrados, la interpretación canónica suministrada y los pocos
efectos que parece haber tenido en el mundo del arte, se entiende que lo propio
sea dar la callada por respuesta y seguir adorando en sus vitrinas mausolíticas
al urinario y al teléfono langosta como bombas de relojerías cuya explosión, a<em>
</em>decir verdad, nunca se ha oído. En este sentido, ver compartiendo vitrina a
ambas bombas de relojería debería sumirnos en una profunda melancolía y en una
descorazonadora desolación.</span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"><em> </em></span>Antes
de ofrecer una interpretación menos idealista e historicista de ambas obras de
arte, y con el fin de elaborar un fondo de contraste que permita vislumbrar lo
erróneo de esa canonicidad de la interpretación, digamos que para ahogar el
enorme silencio que han causado dichas explosiones, la teoría estética al uso
se ha empleado a fondo. Sin querer ser exhaustivos bien podemos dar algunos
nombres. Por ejemplo hay quien, como <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Peter
Burger</b>, no se han dado cuenta del error interpretativo<em>. Así, </em></span><span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;">para él la Historia
debe de ser entendida desde un historicismo en el que primen las relaciones de
causa/efecto y de antes/después de modo que, sin menoscabo alguno, apuntó en su
día que las neovanguardias no son sino una absurda repetición de lo que ya
aconteció, e incluso, todavía peor, una etapa artística que al reincidir
caprichosamente en lo ya producido, convierte lo antiestético en estético y lo
transgresor en institucional. O sea, la vanguardia es un movimiento
histórico-artístico que como cualquier otro momento está desconectado de su
anterioridad y su posteridad. </span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;">Y aunque lo peregrino
de tales argumentaciones –argumentaciones que, ya voy avisando, anulan el
potencial heterocrónico que se ha demostrado es el mayor empuje de criticidad
que posee el arte contemporáneo– puedan sorprender, sin embargo fundamentaciones
parecidas a esta han copado buena parte de la teoría estética. Porque, ¿no es
la teoría de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Danto</b> del “arte después
de la historia de arte” un atajo para llegar a un punto parecido? Para él, en
la historia del arte si hay relaciones de anacronismo y diferimiento; pero si
se ha llegado al fin de una determinada narración de la historia del arte es
porque, por fin, con <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Warhol</b> y sus
famosas Cajas Brillo, ese exceso de temporalidad es reducida a cero, anulada
merced a una interpretación donde ésta encarna perfectamente el significado de
la obra.</span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;"></span> </div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-_ZmFGA2FcBg/Wg7EsUTBCHI/AAAAAAAAEk0/mYCzdHwEsrQdxlMSuxE0er0mx6pdAOF4ACEwYBhgL/s1600/c71009063.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="365" data-original-width="650" height="223" src="https://1.bp.blogspot.com/-_ZmFGA2FcBg/Wg7EsUTBCHI/AAAAAAAAEk0/mYCzdHwEsrQdxlMSuxE0er0mx6pdAOF4ACEwYBhgL/s400/c71009063.jpg" width="400" /></a></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;"></span> </div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;">Dicho de otra manera, <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Danto</b> continúa la tarea de
interpretación necesaria para que no se vea lo poco efectiva –en términos de
derrumbe de instituciones y demás sandeces– que fueron obras como el urinario y
la langosta.Nótese, en este punto, un doble juego de esta matriz
interpretativa: si por un lado confunden los propósitos de la Fuente, por otro
lado, no se deja de producir teoría con el fin de que no se vea la
insuficiencia de dicha interpretación matriz. Es decir: para que no se vea el
hecho palpable y constatable de que la Fuente no ha roto nada. Es en este
sentido en el que <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Danto</b> fue un
genio: dispuso la teoría perfecta para que, sin romper nada, la importancia
supuesta de fuentes, langostas y demás no fuese baladí. ¿Qué cómo lo logra? Muy
sencillo. Si <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Duchamp</b> y <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Dalí </b>abren el ámbito del arte a un
desplazamiento de fronteras basado en último término –y según la interpretación
más canónica– en la disolución del buen gusto, <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Warhol</b> da el portazo definitivo al sellar a cal y canto la historia
del arte al convertir el ámbito artístico en el lugar donde se pregunta
autoreflexivamente por la esencia de sus propias obras. Semejante concepción se
basa en que con las Brillo Box la interpretación de porqué algo es arte modula
el propio espectro de lo que es arte: es decir, la propia obra enarbola una interpretación,
que con un decisionismo determinista, desplaza, cómo debe de ser, cómo señala
la propia interpretación crítica dela obra –pues no olvidemos que para <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Danto </b>la interpretación es siempre la
interpretación correcta–, las fronteras del arte. </span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<em><span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;">Haciendo de la obra de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Warhol</b> la secuela necesaria de las
coordenadas ya establecidas por la pareja de enfants terribles del arte
contemporáneo, <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Danto</b> logra dar con
la tecla: toda la historia del arte moderno avanza a golpe de despliegue
hegeliano hasta convertir la pregunta de porqué algo es arte en una pregunta
ontológica: </span></em><span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;">pregunta
no ya acerca de en virtud de qué algo es arte, sino porqué dos cosas que son
iguales una es arte y la otra no.Una pregunta que, como paradigma de todo lo
real es racional, consigue que la propia existencia de la obra de arte involucre
a su propio concepto.</span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Y
en el fondo de esta pequeñísima recesión del pensamiento de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Danto</b>, ¿qué late? La misma o parecida
cronología de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Burger</b>, aquella que
avanza simple y llanamente, sin problematizarse en exceso, hacia adelante,
desplegándose en este caso de interpretación en interpretación hasta que el
arte consigue cerrarse sobre sí mismo y dar así carpetazo a cierta narración
del arte. Concretamente, lo que le sucede a <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Danto</b> es que, en tanto que filósofo analítico, comprende la
historia como una sucesión de interpretaciones: y si con <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Warhol</b> la historia del arte se detiene es porque no hay
interpretación que haga continuar la historia del arte. Así, más que un final
del arte, lo que se estipula es una parada, una detención en la propia historia
del arte: la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Caja de Brillo</i> estipula
ella misma su propio relato, encarna su propio significado. El <i style="mso-bidi-font-style: normal;">esse</i> de la obra es su interpretación y
ésta, repetimos, si de verdad estamos hablando de obra de arte y de
interpretación, no puede estar equivocada.</span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;">Y en parte tiene razón <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Danto</b>: pudiera haber un momento
histórico en el que no haya narración para una determinada historia del arte al
hilo de una interpretación del inmediato pasado. Pero lo que se lo olvidó a nuestro
filósofo fue pensar en que esa lógica de las interpretaciones, en lugar de ir
sólo hacia adelante –con la novedad como alegato ideológico de la propia Modernidad–,
también pudieran ir hacia atrás. Pero, claro está, un hacia atrás que no fuese
su mera inversión y se contente con bucear hasta los orígenes sino que fuese capaz
de dialectizar las diferentes temporalidades.</span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;">Pero este encomio hacia
una temporalidad asentada en la cronología marcada por una Historia lineal y
progresiva tenía ya, a mediados de los setenta, los días contados. Justo hasta
que la Postmodernidad logró decir lo que ya se sabía: que el Emperador estaba
desnudo. Es decir: que la temporalidad desplegada en los bordes de la propia
razón moderna no remitía sino a la imposición de una historia dogmática y
violenta. Dicho de otra manera, y en lo que al arte toca, que el lugar propio
de la estética no sería tanto ir de la mano con la propia historia sino ayudar
a barrerla a contrapelo: ayudar a mostrar sus recurrentes y traumáticos olvidos,
ayudar a narrar lo que quedó ahogado por la propia historia pero que también
forma parte de ella –el acontecimiento en tanto que síntoma. Tirando del hilo
de esta situación paradójica se vino a dar con una verdad que del estremecimiento
causado provocó la propia cerrazón del arte sobre sus pilares más seguros: la
idioticia, encarnada en artistas como, por ejemplo, <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Julian Schnabel</b> y todo su séquito. Pero, dejando este sonrojo de
lado, ¿qué verdad era –y es– esa?: que el arte había servido en gran medida
para limpiar a la historia de su propia barbarie; que no había hecho sino allanar
el paso para que el reino de la identidad ideológica se instaure entre nosotros,
que el arte había llevado a cabo su propio olvido: el de señalar a un horizonte
de emancipación, ahí donde la vida destelle.</span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;">En esta tesitura se
comprende por fin que la historia del arte, si no quiere continuar presa del
tiempo impostasiado de un supuesto progreso, tenía que ser capaz de retorcer su
propia temporalidad, revertirla, alterarla. En una palabra: temporalizar
dialécticamente todos sus momentos y todas sus direcciones. Es el momento, por
ejemplo, en el que entra en acción la concepción sostenida por <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Hal Foster</b>, quien aboga por una
relación basada en la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">acción diferida</i>.
Lo que hace es instaurar en la historia del arte una temporalidad psíquica de
manera que un acontecimiento únicamente lo registra otro que lo recodifica. La
justificación de esto es que la Historia puede ser vista como un sujeto y que
el sujeto propio de la modernidad no es otro que el sujeto freudiano. Así, al
igual que el sujeto nunca está construido del todo sino que está estructurado
mediante reconstrucciones traumáticas, así igualmente debe ser entendida la
Historia. </span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;">Pero es, sobre todo, el
momento en el que la figura majestuosa –casi diría que mesiánica– de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Walter Benjamin</b> es entronizada como
teórico de cabecera de toda una época. Y es el momento en el que, también por
fin, podemos irnos deshaciendo de interpretaciones caducas e ideológicas que
dan cuenta de una historia del arte como encomiable esfuerzo progresivo hacia,
se nos dice con una geta mayúscula, desplazar o dilapidar sus propias
fronteras. </span><span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 10pt;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 10pt;"><span style="mso-spacerun: yes;"></span></span> </div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://4.bp.blogspot.com/-zkqfCt95kXs/Wg7EsKceIuI/AAAAAAAAEk0/ATadBqTUMyUusKEQloSDdeWcjqD_Nw5NQCEwYBhgL/s1600/dali-duchamp-5-1024x683.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="683" data-original-width="1024" height="266" src="https://4.bp.blogspot.com/-zkqfCt95kXs/Wg7EsKceIuI/AAAAAAAAEk0/ATadBqTUMyUusKEQloSDdeWcjqD_Nw5NQCEwYBhgL/s400/dali-duchamp-5-1024x683.jpg" width="400" /></a></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 10pt;"><span style="mso-spacerun: yes;"></span></span> </div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span></span><span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;">Y es que no y mil veces
no. Ni el urinario ni el teléfono langosta se deben contemplar como rescoldos
de un pasado cosificado y arruinado en su propia “vitrinología” sino como
sondas del futuro. Ni el urinario ni el teléfono langosta se deben contemplar
desde el altozano que da el saberse punta de lanza de la propia historia sino
desde toda una escritura del sentido que está aún por-venir. Y es que, como
decimos, ni el urinario ni el teléfono langosta están ahí como monolitos de una
historia del arte fraguada en esa monserga sumamente adoctrinada del ir poco a
poco licuando las propias fronteras del arte, para continuar haciendo patente
que en último término algo es arte porque la propia institución arte lo dice. Es
decir: no están para mostrar el lado perfectamente visible –traumático e
ideológico– del arte. Esa es, sin duda, una pista. Pero, en todo caso, la pista
falsa. </span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span></span><span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;">No son monumentos erigidos al pasado sino al
futuro: son restos de un futuro del que vamos continuamente encontrando las
claves, leyéndolas como si de un manual de instrucciones se tratase. Y es que
cada lectura o interpretación no alude a un cierre epistémico de la propia
historia del arte sino a una apertura donde se tejen y destejen temporalidades,
donde el sentido queda pospuesto y en intermitencia, como promesa de un
por-venir que hay que rescribir. </span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;">Así las cosas, la senda
que construimos en esta lógica de la interpretación no nos lleva solamente a un
pasado, a la rememoración del porqué y el cuándo de ambas obras sino que
despeja el camino para que el futuro aparezca ante nuestros ojos, ante nuestra
mirada. No solo venimos, por tanto, del pasado sino que también venimos del
futuro. Somos arqueólogos de una memoria ya sida. Deambulamos por los restos de
un mundo del cual pueden leerse, como en lo posos del café, todo un futuro en
expansión. Inauguramos, así, la inversión dialéctica de toda una lógica causal
de la que hemos sido, durante, milenios, presos encadenados a un teatro de
sombras. </span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;">Iniciamos, a cada paso,
una arqueología que no se contenta con un recolectar cosas del pasado sino que
más bien presta atención al hecho de exhumar, de remover la tierra, de abrir y
hacer visible. El urinario y el teléfono langosta no son acertijos para
advenedizos. No son un encaje de bolillos permitido únicamente en un arte
comprendido como estado de excepción de una historia que avanza a golpe de
corneta. El urinario y el teléfono langosta marcan el terreno, lo signan.
Remueven bajo sus pies todos los escombros de nuestra época más reciente para
emerger como sonda expansiva con la que poder reconstruir todo nuestro futuro.
Son dispositivos dialécticos capaces de rememorar y remontar lo ya sido. </span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;">Pero, ¿y de qué futuro
nos hablan? <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Benjamin</b> apuntaba que “la
máquina histórica de las imágenes no indica solamente que pertenecen a una
época determinada; indica sobre todo que sólo llegan a la legibilidad en una
época determinada”. Cada Ahora, continúa, está formado por las imágenes que han
conseguido legibilidad en el presente. Cada Ahora es un instante de dialéctica detenido.
Si esto es así, es claro que lo que en la “obra duchampiana se hace explícito
es, precisamente, dice <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Brea</b>, su autoconciencia
de tal ilegibilidad. Lo que en ella está inscrito es, precisamente, que ‘es
ilegible’, que su contenido permanecerá siempre secreto, indescifrable”. En
suma: que no ha llegado su Ahora; que el Ahora de este instante no es pleno
sino que quedan promesas por cumplirse. Pensado de este modo, el arte no es
encarnación de un tiempo cumplido sino agujereamiento de esa supuesta espesura
y tamiz que se nos dice es la historia.</span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;">Y tres cuartos de lo
mismo puede decirse de la obra daliniana: el choque en la ensoñación del
despertar, de ese momento bisagra de la vigilia y el sueño, ahí donde emergen
las imágenes dialécticas. ¿Hace falta consignar los escritos de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Benjamin</b> sobre el surrealismo? Quizá
sí, pero quedémonos con que “la ambigüedad es la imagen visible de la
dialéctica“, una conjunción fulgurante que constituye toda la belleza de la
imagen y que también le confiere todo su valor crítico. Un choque que quiebra
la falsa asunción de totalidad y que, en palabras de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Didi-Huberman</b>, “aparecerá al principio como un lapsus o como lo
‘inexpresable’ que no será siempre pero que durante un instante, forzará al
orden del discurso al silencio del aura”.</span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;">Ilegibilidad, por
tanto, de un tiempo que se niega a comparecer, que señala tanto su ya-sido como
su todavía-no. Ilegibilidad como peldaños de una escalera que baja hacia el
pasado y sube hacia el futuro, que desencombra los restos del naufragio que es
cada pasado y que señala el emplazamiento en donde el futuro signa su promesa. Peldaños,
hemos dicho, de una legibilidad suspensiva. Y es que la legibilidad de la imagen
dialéctica es un momento de la dialéctica de la imagen: es decir, toda imagen
dialéctica es susceptible de generar un intento de lectura crítica de su propio
presente, de trazar un connato de intersección entre el Ahora y el presente, de
acoger la posibilidad de su perfecta legibilidad. Y, al mismo tiempo, cada
intento de legibilidad produce además una imagen dialéctica, cada intento abre
el sentido de la propia imagen a una lectura más: cada imagen es alegoría de su
propia lectura. Porque si no contamos con la legibilidad, sí que contamos al
menos con el ‘como si’, con la promesa, también dialéctica, de ir desbrozando
el futuro, de ir rememorando el pasado. </span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;">Y es, para ir acabando,
en este doble juego de ascenso y descenso, de mixtificación heterocrónica de
temporalidades, donde radica la importancia y genialidad del urinario y del
teléfono langosta: en que ni en un sentido ni en otro, ni en su buceo en el
pasado ni en su sondeamiento del futuro, se permiten hacer pie ni en la
ideología de la novedad ni en ese leitmotiv que como <i style="mso-bidi-font-style: normal;">ritornello</i> viene a visitarnos cada poco y que toma forma en la pretensión
de una vuelta a las fuentes, a un origen que no es sino una impostura
fetichista. Por el contrario, el urinario y el teléfono langosta parten de
aunar y reconocer en una sola imagen el sesgo moderno y el sesgo mítico que
coincide en cada presente, una impronta que aunque remitiéndose a ese espacio
de autolegitimidad que emana del ámbito artístico reconoce un plus de mitología
y un resto de irracionalidad para, desde ahí, proponer una superación, una
legibilidad abierta al por-venir</span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;">Ni modernas ni arcaicas,
“ni –volviendo a <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Didi-Huberman</b>–
devoción positivista por el objeto, ni nostalgia metafísica del suelo inmemorial,
el pensamiento dialéctico ya no procurará reproducir el pasado, representarlo:
lo producirá de una vez, emitiendo una imagen como una tirada de dados”. Y ello
pese a que, habría que decir, no cabe cualquier tirada de dados. Y eso aunque
pudiera parecerlo –¿un teléfono con una langosta?, ¿un urinario?–. Pero tras
esta simpleza hay toda una lógica del sentido que explora lo anacrónico de toda
formulación historicista. Tirada de dados o una jugada de ajedrez. Y es que el
ajedrez no es un simple divertimento de diletantes: es el laboratorio de ideas,
la recámara donde formular, a través de una serialidad siempre igual de
movimientos, las diferencias exponenciales donde resta siempre un vacío, un
hueco, la reminiscencia de una jugada ganadora que nunca termina de acaecer. </span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;">Sondas, en definitiva,
que se inmiscuyen en el Futuro y en el Pasado para provocar un fogonazo, un
lapsus instantáneo donde la sutura ontológica que sella nuestro presente
depontenciado desgarre mínimamente las costuras. Y sin duda que ahora no lo
vemos: ahora vemos, quien sabe, si un simple urinario o un simple teléfono con
una langosta. Pero la propia mirada debe adentrase en la espesura de lo que no vemos,
la propia mirada debe dialectizarse sin dejarse atrapar por la tautología de “lo
que se ve es lo que hay” ni en la creencia de una verdad bajo las apariencias,
de un significado velado que la mirada se encarga de desvelar. </span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;">No son objetos encontrados.
Tampoco son objetos perdidos. Son objetos en busca de su propia temporalidad,
de su propia mirada. Son catalizadores temporales, interruptores de una síntesis
desconectada, objetos que nos miran inquietando nuestro propio mirar, nuestra
propia lógica educada en la presencia de todo sentido y de todo traer ante la
mirada. Porque, ¿cuándo la Fuente dejará de manar interpretaciones?, ¿cuándo la
llamada con el teléfono-langosta dejará de dar comunicando?</span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="mso-tab-count: 1;"><span style="font-family: "calibri";"> </span></span><span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;">Así
las cosas, claro que la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Fuente</i> y el <em><span style="font-family: "arial" , sans-serif;">Teléfono afrodisíaco</span></em><em><span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-style: normal;"> </span></em><em><span style="font-family: "arial" , sans-serif;">blanco</span></em><em><span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-style: normal;"> modulan las fronteras
del arte llevándolas a una indecibilidad acerca de lo que es y lo que no-es arte.
Pero ello no lo hacen erigidos en el prurito de sentido con que cada época se
dota a sí misma sino desde posiciones radicalmente opuestas. Lo hacen dejando
desangrar todo significado pleno que de ambos objetos pudiera inferirse, lo
hacen como sensores de impotencias y fracasos, lo hacen como máquina de
diseminación, lo hacen como apertura a una circulación pública de saberes y
competencias, lo hacen rastreando un sentido interrumpido. </span></em></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<em><span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt; font-style: normal;">Claro
está que el arte prefiere silenciar todo esto, reunir ambas piezas en una
vitrina, aprenderse de memoria un relato y darle todo el bombo y platillo que
haga falta para que no se vean las fisuras, para que no se vea que la narración
está aún por escribirse, que la llamada está aún por localizar un receptor
adecuado, que no hay mirada capaz de mirarlas verdaderamente.<o:p></o:p></span></em></div>
</div>
JAVIER GONZÁLEZ PANIZOhttp://www.blogger.com/profile/14584123684300518798noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3504557111470549066.post-23677193924467830022017-10-26T14:36:00.001+02:002017-10-26T14:36:23.735+02:00WILFREDO PRIETO: REALIDAD COMO PSICODIAGNÓSTICO<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://2.bp.blogspot.com/-2VhVCvxwBMk/WfHWjmPsxYI/AAAAAAAAEkU/LZKXOSF4QMQZIu13CwEkiy-M34uyKrjEACEwYBhgL/s1600/large.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="640" data-original-width="502" height="400" src="https://2.bp.blogspot.com/-2VhVCvxwBMk/WfHWjmPsxYI/AAAAAAAAEkU/LZKXOSF4QMQZIu13CwEkiy-M34uyKrjEACEwYBhgL/s400/large.jpg" width="313" /></a></div>
<br />
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12pt;">WILFREDO
PRIETO: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">EN LA MENTE DE DIOS</i></span></b></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12pt;">GALERÍA
NOGUERAS BLANCHARD: hasta 28/10/17<o:p></o:p></span></b></div>
<br />
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12pt;">Si en alguno de
nuestros textos ya hemos dado cuenta de nuestra idea de artista como terrorista
mediático, la figura del artista cubano <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Wilfredo
Prieto</b> se pliega perfectamente a esta idea nuestra, acrecentándola además
año a año. Con suma inteligencia, lo suyo es proponer pequeños detonadores que,
en cuanto se activan por la contemplación necesaria del espectador, hacen
implosionar pequeñas parcelas de realidad, pequeños sedimentos que parecían
estables, desvelando la matriz ficcional de los entramados conceptuales que los
humanos nos hemos creado para, de una u otra manera, orientarnos en el desierto
de nuestros días. <span style="color: black;">Más aún, si el arte ya claudicó
hace tiempo en esta tarea sisífica de dotar de contenido a intuiciones
racionales o éticas, si lo que toca más bien es subrayar el carácter derivado
de cualquier señalización en la topografía espectral y fluídica de nuestros
días, el trabajo de Prieto nos parece una magistral cartografía de nuestra
pseudo-realidad. </span><o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="color: black; font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12pt;">En esta
ocasión el sismógrafo que utiliza el artista cubano son simples pieles de vaca
que, extendidas y colgadas al modo más canónico, simulan pinturas abstractas. Y
el asunto está, precisamente, en lo que se infiere de la palabra “simulan”. Porque
es dotando extrañamente a objetos cotidianos de un significado suplementario,
simulando el ser una cosa y la otra al mismo tiempo, cómo las obras de Prieto
remiten a mostrar ese punto axial donde se entrelazan todas nuestras
intuiciones para producir esa ficción a la que llamamos realidad. De ahí que
sus objetos sean siempre “simuladores”: están ahí presentes en toda su absoluta
objetividad pero remiten a algo más, a algún simbolismo que excede su mera presentabilidad
objetual; simuladores que dan forma a esa estrategia que, sostenía <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Gerardo Mosquera,</b> guía el trabajo de
Prieto: idea neta/obra sencilla/significado máximo.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="color: black; font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12pt;">Se trata,
en definitiva, de un procedimiento sumamente sutil de mostrar de modo estético
el vínculo que mantiene unido la realidad y el pensamiento, la objetividad y el
lenguaje. Un vínculo que mantenemos oculto y que más que sacarlo a la luz con
la violencia de una crítica que nada saca en claro, Prieto se contenta con
hacernos un guiño para que veamos lo mismo que él está viendo. Se trata, por lo
tanto, de contarnos un secreto que, aun sabiéndolo, necesitamos pase
desapercibido para el buen y correcto funcionamiento de la realidad.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://3.bp.blogspot.com/-e7pPxxTncbQ/WfHWjmIJNBI/AAAAAAAAEkY/Wm4U7DZWHp4z9Z4W0eecqO-nVM6GfCPLwCEwYBhgL/s1600/ugthjwrjy.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="246" data-original-width="205" height="400" src="https://3.bp.blogspot.com/-e7pPxxTncbQ/WfHWjmIJNBI/AAAAAAAAEkY/Wm4U7DZWHp4z9Z4W0eecqO-nVM6GfCPLwCEwYBhgL/s400/ugthjwrjy.png" width="333" /></a></div>
<br />
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="color: black; font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12pt;">Una realidad
que para nuestro artista está hecha fundamentalmente de ideas: unas ideas
escurridizas que, a pesar de entablar una sólida relación entre pensamiento,
lenguaje y realidad, tienen su lado voluble, su aspecto más azaroso. Y es ahí,
en ese tejido blando que poseen las ideas en su reverso, donde trabaja Prieto
con un cuidado –para que no se rompa ese mismo tejido frágil– y mimo supremo, a
través de unas acciones mínimas, cuasi insustanciales, pero capaces de apelar
al espectador y hacerle reconocer eso justo que ya sabía: la fragilidad de todo
el sistema, el impulso azaros de todo el entramado al que llamamos realidad. <o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="color: black; font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12pt;">De este
modo, el trabajo del artista cubano es como el del arqueólogo que busca las
conexiones simbólicas sobre las que se da un pinzamiento entre la realidad y la
ficción –o mejor dicho, a través de la cual cierta ficción se estipula como realidad–
pero teniendo claro que la búsqueda no se da en vertical y hacía abajo sino en
horizontal: desplazándose a través de nuestra superficie mediática, ahí donde
se nos dice todo lo podemos ver, todo lo podemos decir, para encontrar puntos
de encabalgamiento simbólico, de replegado de significados sobre un mismo
significante, ahí donde la realidad se solidifica en un cierto punto de la
superficie. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="color: black; font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12pt;">Dicho todo
esto, es aquí donde la escritura acerca de la actual exposición no puede por
menos que dejarse suspensiva, abierta a la multitud de referencias a las que
alude pero sobre las que, como hemos tratado de explicar, no dicta ninguna
sentencia. La piel de vaca en tanto que objetiva y natural piel de vaca; la
piel de vaca en tanto que pintura abstracta; la piel de vaca como test de
Rorschach. Es en el entrecruzamiento de cada una de estas líneas de tensión
donde habita el verdadero material de trabajo de Prieto: la realidad.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="color: black; font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12pt;">Y entre las
tres diferencias, un difuminado de ideas, el engranaje de todo un cúmulo de
sensaciones que remiten a un punto central: ¿de dónde surgen las ideas, de qué
calado son cómo para apuntar a lo trascendental, a algo que supera el propio
relacionarse del lenguaje con la realidad, del concepto con la experiencia? <i style="mso-bidi-font-style: normal;">En la mente de Dios</i>, título de la
exposición, remite a este emplazamiento difuso, a este entrecruzamiento de
conceptos y sensaciones, de teorías y prácticas, de naturaleza y
artificialidad, de realidad y de arte. <o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="color: black; font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12pt;">Y lo que se
descubre ante la contemplación activa de su obra es algo que sabíamos pero que desconocemos
a cada instante: que la línea que une al sujeto con la formulación de, por
ejemplo, la pintura abstracta no es una línea recta y directa sino que está
medida por una serie de lugares de interferencia e indecibilidad; que los
compartimentos con los que clasificamos nuestra realidad no son tan excluyentes
como suele parecernos y que lo proceloso de un azar que yuxtapone registros
tiene la voz cantante. Así, ante la contemplación de algo tan realista como una
piel de vaca, la abstracción a la que apunta nos lleva a otras conexiones; ante
la contemplación de una naturaleza –por muy muerta que esté– a través de los ojos
de la forma estética nos lleva a otras zonas de intermitencia. En el centro,
ese (no) lugar, ese afuera, ese Real: la mente de Dios.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="color: black; font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12pt;">Y es en la
vecindad con ese límite, si logramos llegar hasta ahí, donde emergen las
cuestiones más interesantes: ¿no será la realidad, en el fondo, un
psicodiagnóstico a todo ese entrelazamiento de mínimas saturaciones que estas
pieles de vaca vienen a mostrarnos?, ¿no será su parecido con test de Rorschach
el verso suelto que une y desune toda esta red de conceptos que Prieto ha
hilvanado con maestría y sutileza?, ¿no será Dios nuestro psicólogo?<o:p></o:p></span></div>
</div>
JAVIER GONZÁLEZ PANIZOhttp://www.blogger.com/profile/14584123684300518798noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-3504557111470549066.post-68140901954572441032017-10-24T11:09:00.002+02:002017-10-24T11:09:50.038+02:00DORIS SALCEDO: POÉTICA DEL DUELO. <div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://2.bp.blogspot.com/-rv2UW_GeFVg/We8C1KOAe5I/AAAAAAAAEkE/kIAcTmQyui8xsf_n3-h6aRS_efdI-8-QgCEwYBhgL/s1600/untitled.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="286" data-original-width="509" height="223" src="https://2.bp.blogspot.com/-rv2UW_GeFVg/We8C1KOAe5I/AAAAAAAAEkE/kIAcTmQyui8xsf_n3-h6aRS_efdI-8-QgCEwYBhgL/s400/untitled.png" width="400" /></a></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12pt;"></span></b> </div>
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12pt;"> DORIS SALCEDO: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">PALIMPSESTO</i></span></b><br />
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12pt;">PALIMPESTO: 06/10/17-01/04/18<o:p></o:p></span></b></div>
<br />
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12pt;">Quizá no haya hecho
falta pasarse por la <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">documenta14</b>
para saber que la víctima es el protagonista principal de las estrategias artísticas
más en boga. Quizá tampoco haber llegado hasta allí para saber que la cuestión
por el otro y, de rebote, por la identidad del adentro y del afuera sistémico
sea una prioridad en el arte contemporáneo. Quizá, por último, también
innecesario haber sacado en relación a la cita de Kassel unas conclusiones que
rozan la impotencia del arte en cuestiones de inclusión, memoria y acogimiento
del otro. Y es que tan seguros creemos estar en este mundo que la ideología
mediática actual nos re-crea a medida que somos incapaces de entrar en relación
con la exterioridad de ningún otro modo que no sea a través de las imágenes
mediáticas que el propio sistema nos brinda. <o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12pt;">Quizá, repetimos,
innecesario porque no nos hace demasiada falta el arte para concretar que vivimos,
sin duda, una época de contrastes. Siendo la cuestión de la identidad el punto
de convergencia de muchos debates, se nos olvida que dicha cuestión en nada
queda sin subrayar debidamente la cuestión por el otro; siendo cualquier
acontecimiento por nimio que sea capaz de proponerse como alteridad a la
somnolencia generalizada, se nos olvida también que apenas pasarán un par de
horas para que sea ingresado en el baúl de un olvido que convierte en detritus
cualquier impulso de historicidad con un mínimo de solvencia. En definitiva, vivimos
en una ola de mercadotecnia mediática que nos ofrece solo el reverso bobaliconamente
nimio e inocente mientras mantiene oculto el perverso presente en el que
estamos ya situados.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12pt;">Este engranaje
ideológico se consuma con una economía de la visión que, también de forma
paradójica, nos induce a pensar que estamos en condiciones de verlo todo cuando
ciertamente solo vemos lo que previamente ha sido canalizado para su
sobreexposición mediática. De este modo nuestro mundo, asentado en estas tres
premisas que hemos puesto encima de la mesa, decrece en todos los aspectos a esa
misma velocidad dromótica –diría <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Virilio</b>–
con que se nos promete una realidad utópica detrás de las imágenes.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://2.bp.blogspot.com/-c2dbgzF0bH0/We8C0Rk41aI/AAAAAAAAEj4/TGT52k2DnE48C9gNE1NbpqJ6k0-ckusDwCEwYBhgL/s1600/150658_IMG_20171006_140951_thumb_722.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="542" data-original-width="722" height="300" src="https://2.bp.blogspot.com/-c2dbgzF0bH0/We8C0Rk41aI/AAAAAAAAEj4/TGT52k2DnE48C9gNE1NbpqJ6k0-ckusDwCEwYBhgL/s400/150658_IMG_20171006_140951_thumb_722.jpg" width="400" /></a></div>
<br />
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12pt;">Bajo esta situación de
auspicio en la que nos encontramos, la teoría crítica hace ya tiempo que
encumbró a <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Benjamin</b> en mesías –nunca
mejor dicho– de una nueva metodología con la que descubrir la impronta violenta
y dogmática de toda sedimentación racional. A resueltas de que el desarrollo
ideológico de la razón había sido capaz de revertir como beneficio para sus
fines de dominación y alienación el propio saber crítico de la falsedad de la
propia razón, lo que se hacía necesario era combinar el aliento crítico con una
apertura radical en la historia, una apertura no ya asentada en el final de los
tiempos sino como excepcionalidad acaecida en cualquier instante. Así, si la
catástrofe es que todo siga “así”, cada instante guarda en sí mismo la
posibilidad de su redención.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12pt;">Pero en este mundo
nuestro modelado, en relación a esas tres premisas descritas al inicio de este
texto, bajo un régimen escópico acostumbrado a verlo todo y a hacer del <i style="mso-bidi-font-style: normal;">shock</i> el divertimento con el que irse a
dormir cada noche con una psicofarmacológica sensación de bienestar, la
capacidad para restituir el tiempo es ya nula pues, y esta es nuestra verdadera
tragedia, no experimentamos el mundo como catástrofe. Es decir: bajo el imperio
de nuestras identidades no consideramos la causa del otro; bajo el imperio de
un tiempo desnudo de acontecimientos no encontramos sonrojo en poblarlo con
estúpidas nimiedades; bajo la fluídica de nuestros telemáticos sinsabores no
somos capaces de profundizar en la catástrofe que asolan las vidas de muchos
otros.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12pt;">¿Solución? El propio <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Benjamin</b>, auscultando su propia época y
la capacidad mediana que el marxismo pudiera tener para señalar la catástrofe
pero sin caer en sus propias redes dispuso una salida en la primera de su <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Tesis sobre el concepto de Historia</i>:
“Siempre ha de ganar el muñeco, que se llama “materialismo histórico”. Puede
vérselas sin más con cualquiera si toma a su servicio a la teología, que hoy,
como es sabido, es pequeña y fea y que de todas formas no debe dejarse ver”. </span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12pt;"></span> </div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://3.bp.blogspot.com/-2cIeXWODbuI/We8C0R3ywmI/AAAAAAAAEj8/2xcpFPDG6eMAklZnUzEDs1WFHCzVYixwgCEwYBhgL/s1600/1476233849_956781_1476234714_sumario_normal-360x240.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="240" data-original-width="360" height="266" src="https://3.bp.blogspot.com/-2cIeXWODbuI/We8C0R3ywmI/AAAAAAAAEj8/2xcpFPDG6eMAklZnUzEDs1WFHCzVYixwgCEwYBhgL/s400/1476233849_956781_1476234714_sumario_normal-360x240.jpg" width="400" /></a></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12pt;"><o:p></o:p></span> </div>
<br />
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12pt;">Si subrayamos este
texto –sobre el que bien puede plantearse una enmienda a la totalidad pues el
quehacer de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Benjamín</b> solo puede ser
catalogado como teología desde planteamientos muy poco metódicos– es porque
pensamos que es en esta apertura entre la historia y su catástrofe, entre la
inmanencia de unos hechos que se nos presentan ya diluidos mediáticamente y la
trascendencia de un emplazamiento donde sea posible recordar y redimir la
catástrofe de todos los días, desde donde trabaja <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Doris Salcedo</b> en obras como esta que nos ocupa.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12pt;">Así, lo que denuncia
antes que nada esta obra es la incapacidad de sociedades como las nuestras de
enhebrar un recuerdo, de tramar una narración que supere por elevación la
pamema lacrimosa que el circo mediático diseña para alimentarnos cada día con
nuestra dosis de catástrofe reconvertida en imagen-espectáculo, en
acontecimiento superficial fácil de usar y tirar. ¿Desde dónde tramar una
historia con capacidad de acoger la catástrofe del otro como si fuese la
nuestra?, ¿desde dónde construir una realidad que no olvide el poso de realidad
que los acontecimientos tienen? No existe ese tal lugar, la sociedad, nuestras
sociedades, ha optado por eliminarlo para facilitar una mayor implementación
ideológica. Así, en el fondo, poco cabe por saber, poco cabe por acoger.
Nuestras sociedades se repliegan alrededor de un punto de indecibilidad e
invisibilidad donde, a raíz de un trabajo de inversión ideológica, simulan
poder decir, saber y verlo todo.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12pt;">En esta ocasión, la
estética de la rememoración que practica con asiduidad <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Salcedo</b> trata de sacar del olvido a los miles de ahogados en el
Mediterráneo en los últimos veinte años cuando trataban de arribar a Europa en
busca de una vida mejor. Ante el olvido que tales tragedias provoca en
nosotros, ante su utilización mediática con fines de espectacularización y
sublimidad de la realidad, la artista colombiana elabora una obra de gran
complejidad técnica donde muchas sensaciones y conceptos se asocian (diría que
rizomáticamente) para tejer y destejer una infinidad de historias –en concreto
la de los 192 nombres de las 192 personas a las que se trata de recordar–, para
anudar y desanudar la normatividad de las historias que nosotros, los de aquí,
los de dentro, nos contamos y nos narramos.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://4.bp.blogspot.com/-OQ4OuEwP9cU/We8C07dFlnI/AAAAAAAAEkA/zkuskKIb9KgglR5rS3yvA5HP5qHAqjKKgCEwYBhgL/s1600/hqdefault.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="360" data-original-width="480" height="300" src="https://4.bp.blogspot.com/-OQ4OuEwP9cU/We8C07dFlnI/AAAAAAAAEkA/zkuskKIb9KgglR5rS3yvA5HP5qHAqjKKgCEwYBhgL/s400/hqdefault.jpg" width="400" /></a></div>
<br />
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12pt;">Muchas de las claves
interpretativas de la obra la da el propio título: palimptesto. Porque en tanto
que m</span><span style="color: #222222; font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">anuscrito en el que se ha borrado, mediante raspado u otro procedimiento,
el texto primitivo para volver a escribir un nuevo texto –eso es lo que
significa palimptesto– la obra se concibe como un gran papel en blanco donde la
escritura normativa y dictada al dedillo de una razón que impone su astucia y
la necesidad de su historia es sustituida por otra escritura, que irrumpe desde
el afuera, y que trata de fraguar otras historias, de mediar un acogimiento. <o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12pt;">Pero no por deseado
deja de ser menos imposible: los nombres, igual que aparecen, desaparecen. La
violencia de nuestra razón es demasiada para que se deje amilbanar por un
simple <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>juego de espejos. La vida, como
bien se dice, continúa. Pero, ¿qué queda?, ¿qué queda de ese constante rumor de
olas que escribe y borra nombres en la arena del Palacio de Cristal? Queda lo
invisible a los ojos, el intersticio de una inscripción que se diluye, el
entremedias de un yo que de hecho murió en el entremedias de dos comunidades.
Queda el duelo: un tiempo recobrado donde al menos se trae a la memoria a quien
no se puede acoger. Queda una vibración que atraviesa la historia canónica que
nos construye como comunidad, un reverberar que difumina los límites de esa
frontera ideológica donde sentenciamos entre quien es un “yo” y quien un “otro”.
<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12pt;">Y eso, creemos, es lo
fundamental de esta obra, que no se trata de una maquinaria buenista capaz de
lavar en la hipocresía unos párpados que nunca han llorado por estos muertos.
No se trata de elevar el discurso y caer del otro lado –de barruntar la
posibilidad de un acogimiento que es, hermenéuticamente, imposible– sino de
elevar la memoria, de esponjear nuestra capacidad de vincular afectos y
sensibilidades, de recortarnos contra otro espacio socio-político aunque sea
solo de esta manera de duelo que se nos propone. Quizá sea en lo hiperleve
donde tiene más capacidad de transformación política el ciudadano actual. <o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12pt;">En este sentido,
cuantas semejanzas y al mismo tiempo qué diferente esta obra de la que la
propia Doris Salcedo propuso hace justo un año en Bogotá, <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">Sumando ausencias</i></b>, con
ocasión del problema colombiano y el referéndum sobre el acuerdo de paz con las
FARC y de la que ya escribimos en <i style="mso-bidi-font-style: normal;"><a href="http://esferapublica.org/nfblog/sumando-ausencias-impotencia-de-la-democracia-impotencia-del-arte/" target="_blank">esferapública</a></i>.
Si allí era el propio pueblo colombiano quien tejía el nombre de las víctimas
en sábanas blancas dispuestas en la Plaza Bolívar, aquí nosotros no podemos
tejer nada: si allí era el pueblo colombiano quien estaba llamado a rescribir
su historia, a reinscribir nombres en su propia narración nacional, aquí
nosotros solo podemos levantar un memorial que facilite un trabajo de duelo.
Inscribir nosotros sus nombres sería tomar su palabra, tomarles la palabra e
ingresarlos en una testificación de la que son ellos los únicos que pudieran
hacerlo. <o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12pt;">En el límite, es de
esto de lo que habla la obra de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Salcedo</b>:
de cómo tomar la palabra es un ejercicio que nunca puede ser hipostasiado, de
cómo acoger al otro es algo más complejo y profundo que un simple decir que sí
o decir que no, de cómo </span><span style="color: #222222; font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">testificar por ciertos muertos es clamar en (el) silencio. No se trata de
un ejercicio buenista para con unos muertos que no son los nuestros, sino de
interrogarnos de cómo todo muerto y toda muerte tiene la capacidad de
desestabilizar esas estructuras tan ideológicamente estables como son las que
fundan toda comunidad, en este caso la nuestra</span><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12pt;">.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12pt;">En definitiva, de lo
que habla es de cómo la memoria, ahora más que nunca, es un poder político y
social de primer nivel. Una memoria que surge no con el propósito de hacer
ingresar una nueva continuidad en la secuencia de la historia sino que está
llamada a violentar la propia continuidad, a introducir una leve vibración en
el tiempo: no se trata de rescribir la historia sino de utilizar la propia
historia como un continuo borrador. Y es que será ahí, en el continuo borrar y
comenzar a escribir, donde los muertos serán recordados eternamente, donde podemos
prestarles nuestra voz para, más nosotros que ellos, sentirnos interpelados. <o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12pt;">¿Y es esto, volviendo a
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Benjamin</b>, teología? Pudiera ser pues,
en esa interpelación que nos lanza, es solo el otro quien puede abrir la
historia, quien lleva a Dios.<o:p></o:p></span></div>
</div>
JAVIER GONZÁLEZ PANIZOhttp://www.blogger.com/profile/14584123684300518798noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3504557111470549066.post-39077494573553356002017-09-16T17:09:00.002+02:002017-09-16T17:09:57.947+02:00DOCUMENTA: SEÑALES PARA EL FUTURO<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://3.bp.blogspot.com/-jyizr-gPWwk/Wb0-VOHmmqI/AAAAAAAAEjY/pF8J5r9674UZBImFymzooO4R1RAPwk1kwCEwYBhgL/s1600/20759863_1662333637111724_7593100806044254208_n.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="480" data-original-width="480" height="400" src="https://3.bp.blogspot.com/-jyizr-gPWwk/Wb0-VOHmmqI/AAAAAAAAEjY/pF8J5r9674UZBImFymzooO4R1RAPwk1kwCEwYBhgL/s400/20759863_1662333637111724_7593100806044254208_n.jpg" width="400" /></a></div>
<!--[if gte mso 9]><xml>
<o:OfficeDocumentSettings>
<o:AllowPNG/>
</o:OfficeDocumentSettings>
</xml><![endif]--><br />
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Mañana, si usted lee esto hoy, cierra la documenta14. Pero no, no se
preocupe: esto no es otro articulito intentando dar cuenta de lo más
interesante que se ha podido ver –eso ya lo hemos hecho– ni es tampoco otra
machada tirando por tierra lo visto. A estas alturas quien más quien menos ya
está al tanto de la polémica suscitada con el doble emplazamiento de la
documenta, en Kassel y en Atenas, –¿colonialismo, querer sacar tajada de la
tragedia, hundir el presupuesto cultural de una ciudad ya de por sí bastante
diezmada como es Atenas, dorarles la píldora (a los griegos) para reírse (otra
vez) en su cara?–. También, quien haya querido, ha podido informarse sobre las
obras más interesantes y ha podido seguir de cerca los pocos debates estético-políticos
que han acontecido (¿<b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Franco Berardi</b>?,
¿<b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Roger Bernat</b>?).</span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Si escribimos este texto es para que no se nos olvide lo fundamental. Si
documenta es faro y guía del arte contemporáneo, ¿qué dirección ha marcado esta
documenta? Después de los debates, los sinsabores, la frustración para muchos
de una edición que no será en absoluto recordada, ¿queda algo?, ¿alguna señalización
en el desértico campo abierto que es esta época de derrumbes y de hegemonía de
lo post? Queda, habrá de quedar, sin duda, el epicentro de la catástrofe que
nos asolará. Queda, en definitiva, el por-venir de un epílogo que viene desde
el futuro para tomar emplazamiento en nuestro cáustico presente. Queda la marca
indeleble de un ya-sido que, simulando no haber tomado forma todavía, se nos muestra
a nuestra mirada en la forma futura del será.</span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Quizá solo por ello haya valido la pena esta documenta. Quizá solo por
ello, al fin y a la postre, sea más necesario que nunca el arte. Porque en el
estado de excepción que el arte inaugura en cada caso, el arte puede decir
aquello que de otra manera está destinado a guardar silencio. Pero no, aclaro,
porque el arte sea capaz de auscultar en las profundidades de la superficie
–transparente e ideológica– que tomamos por realidad, sino porque en ese ámbito
de ambivalente autonomía (negada pues lo que dice lo dice al mundo, pero afirmada
en tanto que requiere de cierta seguridad para que su decir no se confunda con
la lógica del mundo) en el que opera, el arte no profiere verdades bajo las
apariencias ni destila un saber incorruptible sino que bascula una vibración en
nuestras vidas, un desplazamiento en las lógicas que nos fundamentan capaz de
mostrar el conjunto de paradojas que nos asolan y el régimen sintomático en el
que estamos atrapados .</span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Apostamos, entonces, por un arte como vibración que atraviesa
temporalidades, que crea emplazamientos heterocrónicos, que monumentaliza una
espera a través de los rescoldos de un presente que solo pueden ser ya las
ruinas del pasado o los efectos de un futuro comprendido como ya-sido. En
definitiva: un arte que deshilvana la proyección de una continuidad temporal
para proponer un presente puro, denso, cifrado en la ruina como relación con el
pasado o en el monumento como relación con el futuro. Comprobar, en suma, como
el tiempo-presente, en su falta de densidad óntica, no es ya sino el efecto de
una vibración sísmica que viene del pasado o del futuro, que se da como
memorial o profecía de, en cualquiera de los casos, un tiempo-otro.</span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-5E_smWDDs98/Wb0-V3uWOeI/AAAAAAAAEjg/S6fIHH2yXvsEspj0po2KKQwEgdBqOd49wCEwYBhgL/s1600/images.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="171" data-original-width="295" height="231" src="https://1.bp.blogspot.com/-5E_smWDDs98/Wb0-V3uWOeI/AAAAAAAAEjg/S6fIHH2yXvsEspj0po2KKQwEgdBqOd49wCEwYBhgL/s400/images.jpg" width="400" /></a></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Si esto es así, bien vale hacer notar la obra que a nuestro juicio quedará
como monumento del por-venir que serán los próximos cinco años. Porque dicha
obra no rastrea el pasado sino que da cumplida cuenta del futuro: se postula no
como dispositivo de memoria sino como catalizador de un futuro que, aunque ya-sido,
aún no es todavía. Y es que si algo nos han enseñado <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Warburg</b> o <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Benjamin</b> es
que la historia del arte es una historia de profecías. Nos referimos a la obra
de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Olu Oguibe</b> <i>Das Fremdlinge und
Flüchtlinge Monument</i> (Monumento para los extranjeros y refugiados),
obelisco erigido en el centro de Kassel, en la Königsplatz, donde se puede ver
inscrito en inglés, alemán, árabe y turco, la frase “fui extranjero y me
acogisteis” tomada del evangelio de san Mateo.</span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Sí: eso nos ha dejado esta documenta. Después de darle muchas vueltas al
papel de la víctima, a las lógicas de poder, a la economía de las identidades, de
los flujos y las memorias; después de todo esto, repetimos, nos ha dejado la
señalización de un futuro ya encarnado: nos ha dejado la presencia de nuestro
futuro. Un profecía invertida, dirán algunos, pero, ¿no es lo contemporáneo del
arte precisamente la capacidad de las imágenes de, dentro del sistema de
producción/exhibición capitalista, invertir las relaciones temporales, de crear
puntos de fuga heterocrónicos y paradojas anacrónicas?</span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Es en esta capacidad de lo contemporáneo del arte donde <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Oguibe</b> ha creado la obra sintomática
por excelencia, el verdadero punto cero de nuestro sistema, el emplazamiento
final de una historia que, a contrapelo e invertida, se desarrolla desde el
futuro y desde el pasado hasta el tiempo presente, hasta el tiempo-ahora. Pues es
hoy, ahora, en este instante, donde no estamos acogiendo al otro; pues es, al
mismo tiempo, esa imposibilidad lo que ha marcado el desarrollo de nuestra historia
pasada; y es, por último, esa misma consigna la que nos viene desde el futuro
para que, como los posos del café de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Benjamin</b>,
seamos capaces de leer no ya nuestro pasado sino nuestro futuro.</span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Cruce de caminos, de temporalidades y de historias: el obelisco no condensa
la memoria de un pasado sino que nos lanza a un futuro, a un por-venir, donde
ya lo sabemos, seguiremos sin acoger al otro, al extranjero. En este sentido, la
obra no debe comprenderse como la constatación de un hecho del que pudiera
inferirse una mala consideración ética o moral. No, nada de eso. La obra recoge
la infinidad de tensores paradójicos que vertebran la sociedad capitalista para
ir al núcleo de su fundamentación antagónica: yo y otro, nosotros y el otro. Y
va no para echar en cara nada ni para que, desvelando lo poco condescendiente
de nuestras posiciones, pudiéramos toparnos con nuestra realidad despótica y
hacer algo al respecto. No. Cómo digo, el arte no está para echar rapapolvos ni
para erigirse como verdad a saber. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">La frase estipula claramente el síntoma nodal desde donde se construyen
nuestras sociedades y que, en tanto que síntoma pulsional, concreta la lógica
traumática que nos (des)fundamenta. Porque no se trata de que, como sostenía célebremente
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Sartre</b>, el infierno sean los otros.
Se trata de que el otro, los otros, marcan la frontera con el trauma que nos
constituye, individual y colectivamente. No es ya que nuestra libertad termina
donde empieza la del otro -¿es posible semejante inocencia? Se trata de que
somos precisamente el topetazo con el otro; de que la imposible simbolización
del otro es lo que nos fundamenta; que es la lógica, dialéctica e ideológica,
del acoger/rechazar lo que nos sostiene como fantasía.</span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://2.bp.blogspot.com/-vgXLA__epLs/Wb0-VOTI9oI/AAAAAAAAEjQ/hpJRUyF5JL850icPIaYjW-iEV2c91gPCACEwYBhgL/s1600/24DOCUMENTAJP1-master675.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="450" data-original-width="675" height="266" src="https://2.bp.blogspot.com/-vgXLA__epLs/Wb0-VOTI9oI/AAAAAAAAEjQ/hpJRUyF5JL850icPIaYjW-iEV2c91gPCACEwYBhgL/s400/24DOCUMENTAJP1-master675.jpg" width="400" /></a></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Así por tanto, si esta obra, este monumento retroactivo, este emplazamiento
que viene de temporalidades diferentes, marcará el futuro de nuestro mundo no
es porque lo sepamos, lo creamos o lo intuyamos. Es porque ya lo hemos vivido:
no estamos dejando de vivirlo nunca. Lo que hace <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Oguibe</b> es, dentro del ámbito excepcional del arte, erigir una
monumentalización de nuestro trauma, una encarnación de su nivel-cero. Es
decir: de su síntoma.</span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Claro que, al mismo tiempo, el obelisco constata la posibilidad de fuga de
todo el andamiaje ideológico que nos sostiene. Constata que si renunciamos al
secular modelo de progreso histórico, si nos dejamos implementar por la
fantasía ideológica hasta el punto de hacer patente y obvio que lo fundamental
no está en posicionarse en algún antagonismo –o no se puede acoger a toda la
basura del mundo o un mundo mejor sería un mundo sin fronteras–, entonces quizá
pudiésemos tomar la bifurcación que nos lleva a la catástrofe de la que este obelisco
es memoria invertida. </span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Quizá entonces, y asumiendo esta posibilidad, este obelisco no sea final
anticipado de un por-venir catastrófico sino el comienzo de una búsqueda:
convertirnos en arqueólogos de ese otro futuro, rastrear las huellas que de ese
futuro que pudieran quedar olvidadas en la historia, rastrear las ruinas que
nos pudieran llevar hasta él. Traperos de un mundo otro porvenir, traperos de
la (im)posibilidad de traspasar la fantasía traumática que nos construye. Historiadores
no ya del pasado sino del futuro.</span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Así pues: cinco años como antesala de un futuro que aunque marcado a fuego
estamos aún a tiempo de evitar. Para entonces otra documenta, las 15, nos
ofrecerá el pliego de resultados.</span></div>
</div>
JAVIER GONZÁLEZ PANIZOhttp://www.blogger.com/profile/14584123684300518798noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3504557111470549066.post-35988281519940078342017-07-31T13:26:00.002+02:002017-07-31T13:26:26.349+02:00BILL VIOLA: ENTRE LO ANACRÓNICO Y LO SUBLIME. LA DOBLE IMAGEN-TIEMPO<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://4.bp.blogspot.com/-LilLOG3_yio/WX8TfC3f8ZI/AAAAAAAAEis/klipDAE-Q1INr_UpgkVrNmdEvucuTk8nQCEwYBhgL/s1600/image-53.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="682" data-original-width="1600" height="170" src="https://4.bp.blogspot.com/-LilLOG3_yio/WX8TfC3f8ZI/AAAAAAAAEis/klipDAE-Q1INr_UpgkVrNmdEvucuTk8nQCEwYBhgL/s400/image-53.jpg" width="400" /></a></div>
<br />
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif;">BILL
VIOLA: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">RETROSPECTIVA</i></span></b></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif;">GUGGENHEIM
BILBAO: 30/06/17-09/11/17<o:p></o:p></span></b></div>
(artículo original en 'arte10': <a href="http://www.arte10.com/noticias/Bill-Viola.html">http://www.arte10.com/noticias/Bill-Viola.html</a>)<br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<strong><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-weight: normal;">El
Guggenheim de Bilbao celebra sus veinte años con una exposición de las grandes:
una retrospectiva de </span></i></strong><strong><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; mso-bidi-font-weight: normal;">Bill
Viola </span></i></strong><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">(Nueva York, 1951)</span></i><strong><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-weight: normal;">. A través de 27 proyectos que resumen los cuarenta años de
su vida artística, desde ‘</span></i></strong><span class="col-a"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif;">Cuatro
canciones’ de 1976 hasta ‘Nacimiento invertido’ de 2014, la exposición recorre
los principales hitos de este gran artista estadounidense, pudiendo el
espectador comprender en toda su profundidad los cambios de temática, interés y
tecnología por él realizados a través de los años. Estos cambios aluden a una
doble problemática: la relación, por una parte, con el propio desarrollo de la
tecnología y, por otra parte, a comprender como este desarrollo no evade las
grandes cuestiones de la humanidad sino que por el contrario es capaz de
replantearlas con mayor agudeza, profundidad y dramatismo. En definitiva, un
artista genial que tiene al ser humano en el centro de sus investigaciones.</span></i></span></div>
<br />
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif;">Artista de lo espiritual, anacoreta de
un mundo del arte diezmado por lo superficial, embaucador –quizá– de
sentimientos y sensibilidades. Pero también pionero del videoarte, artista
capaz de desplegar el tiempo interior de las imágenes en una duración a veces
fenomenológica y a veces mediática. Todo eso y más, mucho más, cabe decir de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Bill Viola</b>. Y es que no es fácil hablar
ni de él ni de su trabajo. Su labor como artista contemporáneo se sale de modo
tan radical del patrón “arte contemporáneo” que uno duda a veces de las razones
de por qué ha llegado a ser considerado no solo como un gran artista sino como
uno de los artistas fundamentales de nuestro tiempo.</span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif;">Tal paradoja –la de ser un artista
contemporáneo muy poco contemporáneo– se sustenta en un equívoco del que no
somos en modo alguno inocentes: “todo arte es arte contemporáneo”, señaló
apenas hace tres años cuando vino a España a presentar una exposición en la
Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Y es que nos empeñamos en
considerar “arte contemporáneo” a una etiqueta epocal dentro de la linealidad
de la historia del arte –arte contemporáneo como aquel que va después del arte
moderno y antes de quizá, quien sabe cómo llamarlo, el arte post-contemporáneo–
cuando, nada más lejos de la realidad, arte contemporáneo sería aquel que
mantiene una tensión heterocrónica con su propio tiempo, una capacidad de
diálogo y apertura a un tiempo-otro, donde toda presencia y representatividad
remite a una alteridad, a un ser-otro, a una diferencia inscrita en la propia
presencia de lo representado. Siendo esto así, el bueno de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Viola</b> tiene mucha razón: contemporáneo es, o al menos puede llegar
a serlo, el arte de cualquier época, no siendo por ello menos cierto que es
precisamente el arte actual el que más fielmente se pliega al designio de lo
contemporáneo debido, principalmente, a la capacidad de mezcla de
temporalidades que posee la tecnología. </span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif;"></span> </div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-ui5zDjt-gpw/WX8Td_rDcDI/AAAAAAAAEic/D19n8Oyize8vryJLMeIlXzV54OKckbdmgCEwYBhgL/s1600/Bill-Viola-The-Reflecting-Pool-300x225.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="225" data-original-width="300" height="300" src="https://1.bp.blogspot.com/-ui5zDjt-gpw/WX8Td_rDcDI/AAAAAAAAEic/D19n8Oyize8vryJLMeIlXzV54OKckbdmgCEwYBhgL/s400/Bill-Viola-The-Reflecting-Pool-300x225.jpg" width="400" /></a></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif;"></span> </div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif;">El problema –¡bendito problema!– es que
en esta labor diacrónica de conjugar temporalidades, en lugar de tratar de
dinamitar el futuro o de echar la vista atrás con el ánimo de reconfigurar el
sentido de la historia reciente (la cuestión de las víctimas como núcleo de
todo el siglo XX), <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Viola</b> se va
atrás, muy atrás, demasiado atrás, hasta los maestros del Renacimiento y del
Barroco. Quizá sea ahí donde radica su éxito de público –300000 visitantes en
su última gran exposición, la de 2014 en el Grand Palais de París– y dónde,
radica la potencia de su arte: en hilar una continuidad con las grandes preocupaciones
del hombre y en hacernos ver una continuidad entre las diversas epocalidades
del arte, haciendo del arte una llamada al hombre en su totalidad, al hombre de
todo tiempo y lugar.</span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif;">En cualquier caso, esta querencia suya
ha reactualizar imágenes del pasado, esta confianza en que todo arte es
contemporáneo (es decir, todo arte tiene la capacidad de lidiar con su tiempo-otro)
hacen de él un artista, en el mejor sentido de la palabra, anacrónico. En el
mejor sentido, decimos, pues no supone merma de ningún tipo en su trabajo sino
que, como sostiene <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Didi-Huberman</b>, “el
anacronismo, en una primera aproximación, sería así el modo de expresar la
exuberancia, la complejidad, la sobredeterminación de las imágenes”. Y es que
esa es la asombrosa capacidad de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Bill
Viola</b>: no se trata de una reactualización sino de un sensor de
temporalidades, de una arqueología de lo visual, de concatenar cada imagen en
una trabazón epistémica que nos supere por elevación, que nos muestre el exceso
iracundo de toda imagen, la pluralidad de tiempos interconectados donde la
imagen se sustenta. </span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif;">Es, precisamente, ese exceso el que
condensa <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Viola</b> en sus obras. Un
exceso de visibilidad donde, presumiblemente, hay muy poco que ver lo que
remite, según las interpretaciones más regias, a cierto grado de espiritualidad
o de trascendencia pero que se quedan –afortunadamente– un escalón antes: ahí
donde la humanidad fragua sus experiencias más arrebatadoras, ahí donde el
hombre es desbordado por unos sentimientos que le suyugan de forma tan íntima
que le exceden. Si toda imagen es promesa de duración, enfrentándose a ellas el
hombre descubre la finitud de su tiempo, la incapacidad de insertarse en una
lógica de sentido pues siempre hay una memoria nómada, movediza y excesiva que
lo precede y lo circunscribe a la finitud del “aquí y ahora”. Si toda imagen es
mezcolanza heterocrónica, enfrentándonos a ellas nos protegemos de la muerte: “La
historia de la mirada, añade <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Régis
Debray</b>, tal vez no es sino un capítulo, un anexo de la historia de la muere
en Occidente”.</span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif;"></span> </div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-2SdLV-9bLWk/WX8Te7ALkpI/AAAAAAAAEio/3LshmnrnFOYbctRwfjGPbv5dlhtavpz7QCEwYBhgL/s1600/gra067-bilbao-29-06-2017-el-videoartista-estadounidense-bill-viola-posa-para-efe-durante-la-presentacion-hoy-en-el-museo-guggenheim-de-bilbao-de.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="443" data-original-width="654" height="270" src="https://1.bp.blogspot.com/-2SdLV-9bLWk/WX8Te7ALkpI/AAAAAAAAEio/3LshmnrnFOYbctRwfjGPbv5dlhtavpz7QCEwYBhgL/s400/gra067-bilbao-29-06-2017-el-videoartista-estadounidense-bill-viola-posa-para-efe-durante-la-presentacion-hoy-en-el-museo-guggenheim-de-bilbao-de.jpg" width="400" /></a></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif;"></span> </div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif;">Pero no todo en el trabajo de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Viola</b> ha tenido la seguridad de lidiar
con ese exceso anacrónico que destilan las imágenes, de hacer supurar emociones
y sentimientos casi ya fagocitados de la faz de la tierra. Dice él mismo que
todo se desencadenó a raíz de la muerte de su madre en 1991 y, nueve meses
después, del nacimiento de uno de sus hijos. Vida y muerte, tocados tan cerca,
sirvieron de disparadero para hacer entrar al artista estadounidense en una
nueva relación con las imágenes y su tiempo. Si hasta entonces su trabajo podía
comprenderse como inmanente al propio operar de la imagen, después fue ese mismo
tiempo pero vinculado extrínsecamente, de una imagen a otra, lo que centró sus
investigaciones estéticas. Si antes el tiempo manaba desde el propio núcleo de
la imagen para volver a sí mismo y así poder reflexionar sobre el estatuto
ontológico de la propia imagen y del arte, después fue ese mismo tiempo pero
volcado hacia el afuera, ese tiempo que nos excede y nos apela, lo que trató de
desarrollar.</span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif;">¿Cómo logra esto? Insertando en sus
imágenes una doble temporalidad. Una que podríamos llamar temporalidad
horizontal y que es la propia de la imagen-tiempo. Esta sería la temporalidad
que es pensada en sus primeras obras de análisis de las imágenes y cuyo cénit
se alcanza en </span><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">The Reflecting Pool</span></i><span style="font-family: "Arial",sans-serif; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"> (1977-79) y que en obras más pictóricas como <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Emergence</i> (2002) se consigue a través de una cámara super lenta
capaz de percibir el parsimonioso movimiento de la quietud. La otra
temporalidad sería más bien vertical y podría comprenderse como una serie
infinita de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">punctum</i> por donde la
imagen se desvanecería de su presentabilidad, forzando a convenir en una
metáfora, un sentimiento, una fractura en la propia lógica visual de la imagen.
Esto se consigue con la irrupción en la imagen del agua y del fuego, elementos
que para <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Viola</b> remiten al nacimiento
y la muerte, a la toma de conciencia de cada humana de su situación de finitud
en el cosmos. </span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">En este sentido, es en el entrecruzamiento de ambas
temporalidades –¿quizá Cronos y Aión?– donde surge la imagen evanescente, la
doble imagen-tiempo, la imagen quemada o ahogada, la imagen superada por la
propia temporalidad que en forma de duración y memoria nos excede. Y es ahí,
entonces, donde surge la pregunta que Viola plantea al espectador: ¿qué tiempo
es el nuestro?, ¿y qué duración?, ¿de qué memoria disponemos, la del ya-sido o
la del aún-no? </span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif;">Quizá en este punto cabría referirnos a
un defecto endémico al conjunto de su propia obra que ha de comprenderse como
el envés de los logros –y éxitos– cosechados. Y es que en este salirse de la
imagen de su propia inmanencia, en este ex-tasiarse de la imagen con el fin de
que circunscriba al ser humano en toda su fáctica complejidad, <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Viola</b> no tiene más remedio que fajarse
con lo sublime como epicentro de los efectos y sensibilidades desencadenados
por la contemplación de sus obras.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif;"><span style="mso-spacerun: yes;"></span></span> </div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-H9GquEoKS-M/WX8TeKnIPzI/AAAAAAAAEig/g_yyMXiaGAEkyE02XR_hPR66PpBa8mAEwCEwYBhgL/s1600/Sin-t%25C3%25ADtulo-2-2.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="285" data-original-width="750" height="151" src="https://1.bp.blogspot.com/-H9GquEoKS-M/WX8TeKnIPzI/AAAAAAAAEig/g_yyMXiaGAEkyE02XR_hPR66PpBa8mAEwCEwYBhgL/s400/Sin-t%25C3%25ADtulo-2-2.jpg" width="400" /></a></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif;"><span style="mso-spacerun: yes;"></span></span> </div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif;">Se trata de un sublime que conecta con
los románticos y la tradición inaugurada por <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Burke</b> y <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Kant</b>: sentimiento
de lo sublime como arrebato paradójico que sufre el sujeto afectándole de una
contradicción mezcla de gozo y de dolor, de pena y placer y que lo remite a la
afección melancólica. Placer por una parte ante el poder de la razón que se
trasciende y dolor, por otra parte, ante la insuficiencia de la imaginación y
sensibilidad para darle forma y la aspiración siempre frustrada de
representación de algo no-representable, de conceptualización de un sentimiento
que arrebata y subyuga.</span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif;">Teniendo en cuenta estas rápidas
consideraciones, está claro que <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Viola</b>
busca reconectar al sujeto con el cosmos, de hacerle nuevamente merecedor de atesorar
en su interior las grandes preguntas que parecen silenciadas, precisamente, por
el ahogo de experiencias que produce un mundo saturado de imágenes. Es en la
contemplación de sus imágenes, subyugado por el entramado de una doble
temporalidad que excede todo tiempo y toda contemplación donde Viola hace
surgir la pregunta por la propia existencia del sujeto.</span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif;">¿Trampa o genialidad?, ¿truco o maestro
de las potencialidades de la tecnología? Quizá ni lo uno ni lo otro, o a veces
una cosa y al mismo tiempo la otra. Pero quizá también, que en ese concatenado
de anacronismo y sublimidad, lo suyo no sea sino un dar (la) voz a aquellos
artistas del Barroco para que vuelvan a tomar la palabra: para que nos repitan
que el reflejo de toda imagen no es sino nuestra propia <i style="mso-bidi-font-style: normal;">facies hipocrática</i>, la máscara de nuestra defunción.</span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif;">En definitiva, son muchos los vectores
que laceran las obras de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Viola</b>,
muchos los tensores que hacen reverberar la obra en multitud de ecos, hacia el
pasado y hacia el futuro. Son muchos, en definitiva, los tiempos, interiores y
exteriores, que habitan en sus imágenes. Amenazan con desgarrar a la imagen y,
al mismo tiempo, con replegarla sobre esa temporalidad mínima sobre la que se
desarrollan. Aquí solo hemos querido profundizar en dos de ellos –anacronía y
sublimidad– con el fin de comprender la complejidad de una obra como la del
maestro <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Bill Viola</b>, apuntalada sobre
la idea de que<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"> </b>la imagen, lejos de
ser en un primer momento de su desarrollo la representación de algo ausente que
toma presencia, lejos también, a través del imperio dogmático de la tecnología,
de quedar reducido al reino de la hiper-presentabilidad de lo ya-dado, es un
dispositivo de interconexión de temporalidades en fuga, es un sensor de
diacronías y anacronías, un conductor de una forma de conocimiento que,
curiosamente, no se fía solo de lo que ve. <o:p></o:p></span></div>
</div>
JAVIER GONZÁLEZ PANIZOhttp://www.blogger.com/profile/14584123684300518798noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3504557111470549066.post-71356505040909233942017-07-28T11:14:00.003+02:002017-07-28T11:23:27.634+02:00DOCUMENTA 14: ENTRE ATENAS Y KASSEL. INTERROGANTES SOBRE EL PRESENTE<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://3.bp.blogspot.com/-V8PrVBkORBY/WXsADpFiqTI/AAAAAAAAEh4/unzwfBHMQIUdqy-wREFhKqdhz8O6MsxzQCLcBGAs/s1600/d14_Fridericianum__Mathias_Voelzke_web-002b_162127.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1066" data-original-width="1600" height="266" src="https://3.bp.blogspot.com/-V8PrVBkORBY/WXsADpFiqTI/AAAAAAAAEh4/unzwfBHMQIUdqy-wREFhKqdhz8O6MsxzQCLcBGAs/s400/d14_Fridericianum__Mathias_Voelzke_web-002b_162127.jpg" width="400" /></a></div>
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;"><em></em></span></b><br />
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;"><em>DOCUMENTA 14</em></span></b><br />
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;">KASSEL: 10/07/17-17/09/17</span></b><br />
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;"><span style="font-size: x-small;">(artículo original publicado en EXIT-EXPRESS: <span style="font-family: "times new roman";">
</span></span></span><br />
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;"><span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;"><a href="http://exit-express.com/documenta-14-entre-atenas-y-kassel-interrogantes-sobre-el-presente/"><span style="color: #0563c1; font-size: x-small;">http://exit-express.com/documenta-14-entre-atenas-y-kassel-interrogantes-sobre-el-presente/</span></a><o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;">
<span style="font-family: "times new roman";"></span> </span> </div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;">Al principio de quizá su libro más
importante, y en relación a la cuestión de “la pregunta más profunda”, <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Maurice Blanchot</b> señalaba que esta
“siempre queda en reserva: mantenida en reserva hasta aquel punto de inflexión
del tiempo en que concluye la época y se termina el discurso. En cada cambio de
época, parece emerger por un instante”. Por su parte, <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Peter Sloterdijk</b>, en un coloquio con <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Zizek</b> titulado pomposamente <i>La quiebra de la civilización
occidental</i>, apunta que “es necesario encontrar la verdadera problemática de
nuestra era”. Si traemos a colación estos dos apuntes es porque delinean a la
perfección nuestra situación: estamos –o al menos contamos con todos los
síntomas para así pensarlo– en un punto axial, cercanos a un grado cero en el
desarrollo de la Historia, pero no conseguimos descubrir cuál es esa pregunta
más profunda que nos catapultaría a una nueva comprensión de nuestra sociedad y
nuestro presente.</span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;">Quizá es que no estemos tan cerca
como pensamos de ese nivel cero, quizá es que no auscultamos el tiempo como
debiéramos, quizá es que nuestro nivel de percepción ha caído en picado o quizá
no sea más que un efecto del P<i>rincipio de Indeterminación</i> de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Heisenberg</b>: nosotros mismos, como
espectadores, influimos en el experimento; es decir: en la percepción de
nuestras condiciones de existencia. Sea como fuere nuestra angustia se modula a
través de una cuestión que no terminamos de formular y <b>Documenta 14</b>,
como cada cinco años, trata al menos de explorarla a través del fondo de
contraste que es el arte.</span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;">Claro está que para llevar a cabo
este proceso de discernimiento estético acerca de la cuestión que modula
nuestro tiempo presente hay que arriesgarse. Y, a nuestro entender, así lo ha
hecho la actual Documenta desdoblándo la clásica y única sede de Kassel en
otra, Atenas, y además pidiéndole a ésta que, bajo el amparo del título de <i>Learning
from Athens</i>, tome la batuta y nos guíe.</span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;"></span> </div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://3.bp.blogspot.com/-97ah0TXDxIY/WXsAC7cIE9I/AAAAAAAAEho/r4XxUVLSZVcsSKt3dczeWgnD-UZpbcCtACEwYBhgL/s1600/DSCF9667-640x427.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="427" data-original-width="640" height="266" src="https://3.bp.blogspot.com/-97ah0TXDxIY/WXsAC7cIE9I/AAAAAAAAEho/r4XxUVLSZVcsSKt3dczeWgnD-UZpbcCtACEwYBhgL/s400/DSCF9667-640x427.jpg" width="400" /></a></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;"></span> </div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;">Riesgo, decimos, ¿o jugada maestra?
Porque también es verdad que a colación de este simple gesto –locuaz y
provocativo por una parte– se han oído voces que tildan a semejante estrategia
de colonizadora y de buscar simplemente un fetiche con el que experimentar,
quedándose todo en una verdad desnuda: el arribar de la élite del arte
contemporáneo a una ciudad como Atenas logrando únicamente derribar las formas
de resistencia –estética, política y social– que el entramado de Atenas ha
podido desarrollar en estos últimos años. El propio <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Varoufakis</b> ha señalado que “supuestamente Documenta ha venido a
Grecia para gastar, pero en lugar de eso han succionado todos los recursos
disponibles para la escena de arte local”.</span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;">En sentido parecido se expresaba el
colectivo de <i><strong>Artistas contra los desalojos</strong></i> al pedir a la dirección de
Documenta “primero buscar Atenas y entonces aprender de nosotros”. Más aún
cuando Documenta guardó un clamoroso silencio cuando, a tan solo dos meses
vista de la inauguración en la sede griega, el Estado griego desalojó los
centros autogestionados de Villa Zografou y de la calle Alkiviadou deteniendo
en la operación a doscientas personas que fueron trasladadas a campos de
refugiados, encarceladas o, incluso, enfrentándose a la posibilidad de ser
deportadas.</span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;">Pero quizá no haya que rasgarse las
vestiduras y extraer de esta impotencia del arte y del cinismo de sus agentes
una primera lección: que al arte siempre se le ve el cartón. Quizá, sostenemos,
no haya que estar a favor ni en contra sino, simplemente, percibir cómo no es
tan fácil de satisfacer esa necesidad que tenemos de concretar la pregunta
profunda y fundamental que hemos señalado al principio y que el arte, por muy
buenas intenciones que tenga, siempre ha de calibrar una distancia de no
agresión con la realidad que trata de esclarecer. Quizá el hecho de poner la
vista sobre Atenas ha sido una idea tan buena –demasiado buena– que al final no
ha hecho más que revelar el juego de contradicciones y paradojas sobre el que
trabaja el arte contemporáneo.</span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;"></span> </div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-wnUFPK_uBiU/WXsACvaTOUI/AAAAAAAAEhk/eXkasG7QnQ4eogAKK3_BWePTsJtcYzbBgCEwYBhgL/s1600/1450000929-9fd1c151-e515-4966-9064-d4b81011e24a-4MnRbHT6a7.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="576" data-original-width="1024" height="225" src="https://1.bp.blogspot.com/-wnUFPK_uBiU/WXsACvaTOUI/AAAAAAAAEhk/eXkasG7QnQ4eogAKK3_BWePTsJtcYzbBgCEwYBhgL/s400/1450000929-9fd1c151-e515-4966-9064-d4b81011e24a-4MnRbHT6a7.jpg" width="400" /></a></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;"></span> </div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;">Por lo pronto, el gesto de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Adam Szymczyk</b> –director artístico de la
Documenta– de apuntar a Atenas queda, como todo riesgo que se hace cometer al
arte, en tablas: se gana lo que por otro lado se pierde, se acerca tanto el
arte a la función con que la contemporaneidad le hace cargar –esa elucidación
de las condiciones socio-políticas de nuestra existencia– que se quema por el
camino, se chamusca y se ven más claramente sus resortes y remiendos y, en
suma, su impotencia. En este sentido no creemos que sea accidental el haber
situado la obra de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">David Lamelas</b> en
la Kassel-Wilhelmshöhe Train Station, la estación a la que uno llega desde
Frankfurt o Stuttgart. Si al entrar se ve en tres pantallas el parlamento
alemán y griego y, en el centro, una imagen estática del Panteón de Atenas,
cuando uno abandona la ciudad la imagen no ha cambiado: todo y todos siguen
ahí, tal cual, la cháchara vacía de un parlamentarismo caduco y sin poder ya de
representación de un “nosotros” dinámico, heterogéneo y plural. Dicho de otra manera:
aunque la propuesta de Documenta simule músculo a la hora de entrar al debate,
la propia Documenta sabe que el poder del arte solo radica en mostrar y que es
a través de su propia impotencia como logra, en un nivel siempre mínimo, sus
objetivos.</span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;">En resumidas cuentas, y teniendo en
cuenta que el arte no es inocente a la hora de entrar a dilucidar el espíritu
de los tiempos, el gesto de salir fuera del recinto sagrado de Kassel, pivotar
sobre la ciudad que ha encarnado todos los desmanes del tardocapitalismo y que
ha visto ninguneados sus derechos a través de una democracia en estado
vegetativo, nos parece acertado para, en palabras del propio <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Szymczyk</b>, “reflejar la situación actual
en Europa y poner de relieve las tensiones palpables entre norte y sur”. Es
decir, para interpelar mejor y más profundamente a nuestro tiempo.</span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;">Una vez esclarecida la problemática
sobre la que emerge y a la que trata de dar respuesta Documenta 14, lo que se
constata es una predilección por la estética del acontecimiento comprendiendo
este como un recorrido que, simbólica o materialmente, va de Atenas a Kassel –<b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Roger Bernat/FFF</b> (<i>The Place of the
Thing</i>), <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Nikhil Chopra</b> (<i>Drawing
a Line through Landscape)</i>, <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Dan
Peterman</b> (<i>Athens Ingot Project</i>), Sokol Beqiri (<i>Adonis</i>), <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Rebecca Belmore</b> (<i>From inside</i>)–,
así como una querencia hacia, por una parte, una lógica del testimonio como
capaz de modular la diferencia de voces que vertebran una sociedad –<b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Bouchra Khalili</b> (<i>The Tempest</i> <i>Society),</i> <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Peter Friedl</b> (<i>Report)</i>– y, por
otra parte, una necesidad de retrotraerse al pasado para elucidar el sentido
del presente –<b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Mary Zygouri</b> (<i>The
Round-up Project: Kokkinia 1979</i>—<i>Kokkinia 2017\ M.Z.\M.K.</i>), <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Zafos Xagoraris</b> (<i>The Welcoming Gate</i>),
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Marina Gioti</b> (<i>The secret school</i>).</span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;"></span> </div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-2isqkKn1D3w/WXsACp8f6GI/AAAAAAAAEhw/Kn6cKDcf-38SfZr_AFD3rn0lxqdea7xrACEwYBhgL/s1600/1e89bea69c668144fdf5e518f9c38324.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1002" data-original-width="1500" height="266" src="https://1.bp.blogspot.com/-2isqkKn1D3w/WXsACp8f6GI/AAAAAAAAEhw/Kn6cKDcf-38SfZr_AFD3rn0lxqdea7xrACEwYBhgL/s400/1e89bea69c668144fdf5e518f9c38324.jpg" width="400" /></a></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;"></span> </div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;">En cualquiera de los casos se deja
de lado toda problematización del hecho artístico y del lugar que ocupan sus
imágenes en un mundo hipersaturado de ellas, optando por una comprensión del
arte como arqueología de lo minúsculo, como sismógrafo a través del cual
percibir los desajustes, desencantos y desencuentros de nuestra época, y como
catalizador (dis)tópico de comunidad, identidad y sentido –<b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Mattin</b> (<i>Social Dissonance</i>), <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Annie Vigier & Franck Apertet </b>(les gens d’Uterpan) (<i>Scène à
l’italienne (Proscenium))</i>, <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Maria
Hassabi</b> (<i>Staging), </i><b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Otobong
Nkanga</b> (<i>Carved to Flow)</i>. También, y como no podía ser menos, está
muy presente la cuestión de la democracia –<b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Kostis
Velonis</b> (<i>Life without Democracy</i>), <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Oliver Ressler</b> (<i>What Is Democracy?</i>), <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Arin Rungjang</b> (<i>246247596248914102516 … </i></span><i><span lang="EN-US" style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;">And then
there were none</span></i><span lang="EN-US" style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;">)–, de los exiliados y emigrantes –<b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Hiwa K</b> (<i>View from Above</i>), <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Angela Melitopoulos</b> (<i>Crossings).</i></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;">Y después de todo, y aunque la lista
de nombres puede sin duda ampliarse, ¿qué hay de nuestra pregunta, de esa
pregunta “más profunda” que Documenta viene a poner sobre la mesa? Dado ese
talante antinómico que anima al arte en su tarea de mostrar las contradicciones
del sistema, la pregunta podría quedar apuntada a través del (des)encuentro de
dos obras: una, el <i>Monument for strangers and refugees</i> erigido en
Köningsplatz por <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Olu Oguibe</b> con el
lema “Era un extranjero y me acogisteis” repetido en inglés, alemán, árabe y
turco; otra, las banderas colocadas por <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Hans
Haacke</b> con la frase <i>Wir (alle) sind das Volk—We (all) are the people
(Nosotros (todos) somos la gente). </i>Porque entre ambas, en el espacio que
recortan, en tanto que pregunta y respuesta que son, delinean el grueso de los
problemas de nuestro presente más acuciante. ¿Cómo acoger a ese otro y seguir
siendo una comunidad, un ‘nosotros’? Sin duda que puede –y debe– hacerse. Pero
el arte y Documenta llegan justo hasta aquí: lo demás debemos de hacerlo entre
todos, entre ese ‘todos’ que <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Haacke</b>
coloca entre paréntesis porque es un ‘todos’ abierto siempre a ser uno más, a
dar cabida a ese otro, un ‘todos’ en tanto que sin-número y cifrado en la
desmedida.</span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;">Quizá, y en definitiva, la manera en
que Documenta ha planteado la pregunta no ha sido la más correcta y sin duda
que se ha valido de varios de los resortes que más tarde a entrado a criticar
adulterando en parte la formulación de interrogantes. Pero no por ello debemos
de dejar de ver que la pregunta ha logrado ser planteada y que el arte, más que
dar respuestas, ha de plantear preguntas. Podemos criticar a esta Documenta,
pero no es menos cierto que dentro de cinco años veremos en qué medida la
pregunta que ha logrado ser lanzada desde Kassel y Atenas ha sido contestada<o:p></o:p></span></div>
</div>
JAVIER GONZÁLEZ PANIZOhttp://www.blogger.com/profile/14584123684300518798noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3504557111470549066.post-61711277829142864982017-07-24T16:36:00.000+02:002017-07-24T16:36:10.134+02:00ALBERTO GRACIA: FASCINACIÓN Y SUPERSTICIÓN. LA IMAGEN QUE NOS IMAGINA<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-um-ImblUSJo/WXYFYJ5aI7I/AAAAAAAAEhA/PGhfOmd6lj0gBKkCQez7WDNpkPh5723CACLcBGAs/s1600/19598691_686195078231655_7653489814879878926_n.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="740" data-original-width="960" height="307" src="https://1.bp.blogspot.com/-um-ImblUSJo/WXYFYJ5aI7I/AAAAAAAAEhA/PGhfOmd6lj0gBKkCQez7WDNpkPh5723CACLcBGAs/s400/19598691_686195078231655_7653489814879878926_n.jpg" width="400" /></a></div>
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12pt;"></span></b><br />
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12pt;">ALBERTO GRACIA: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">FASCINACIÓN</i><o:p></o:p></span></b><br />
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12pt;">MAC (LA CORUÑA): 01/06/17-17/09/17<o:p></o:p></span></b><br />
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12pt;"><o:p> </o:p></span><br />
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12pt;">Por mucha palmadita que
nos demos en la espalda seguimos embobados, antes mirándonos el ombligo y ahora
dando rienda suelta a nuestro narcisismo 2.0. Creemos que estamos poniendo no
una sino varias picas en Flandes cuando puede que, y es lo más probable, todo
sea barrido con uno de estos aires helados que nos vienen del desierto. Porque
en tanto que preferimos una mentira cómoda que cientos de incómodas verdades,
pensamos que con nosotros no pasará, que nosotros sí sabremos bascular cuando
llegue el momento, que lo nuestro son ejercicios gimnásticos para estar listos
en el momento acordado. En esta situación, nuestra única profesión es el agorerismo
y la jeta de guardamos una carta maestra bajo la manga: el hecho de que no
creemos en nada. Por eso nos es tan fácil dar una de cal y una de arena, por
eso nos es tan cómoda esta querencia hacia un estado catatónico, explotador y
donde el método Ludovico ha tomado las riendas a la hora de fagocitarnos en
masa. </span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12pt;">Y si esto es así en
nuestra vida diaria, qué decir del arte. Ahí donde sabemos hay poco más que
impotencia y desencanto, nos camuflamos con el paisaje para tener, también
nosotros, nuestro minuto de gloria. Y es que aunque pedimos a gritos un giro
copernicano es tanto el esfuerzo que hay que hacer que, apenas mapeamos el
territorio, ya se nos ha ido toda la fuerza por la boca. ¿Contradicciones? Por
supuesto: y antes que nada las nuestras. ¿No es este texto y esta exposición de
la que quiero hablar un dar pábulo a las propias estructuras que denunciamos? Por
descontado. Y, además, contamos con una ristra de memorables interpretaciones:
lo que cuenta es mostrar el síntoma, la huella de la servidumbre, el sollozo
ante el desencanto de la falta de alternativas. </span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12pt;">En cualquiera de los
casos, nuestra intención no es desmontar ningún tinglado ni cantarle las
cuarenta a nadie. Nuestro propósito es aclarar que aunque sea imposible
encontrar un punto de apoyo fuera de nuestra esfericidad escópica, aunque ni
por asomo tengamos las agallas para emular salida alguna y renunciar a los
privilegios que nos ofrecen los psicofármacos suministrados por los medios de
comunicación, nuestra meta se orienta más bien a susurrarle al sistema que
hemos pillado el truco: que sabemos que su secreto está encima de la mesa.
Susurrar, decimos, porque tal pretendido saber en nada cambia la partida:
decirlo un poco más fuerte, tomarse en serio la misma performatividad del
enunciado, es ya caer en las redes del propio sistema-mundo, ser absorbido por
esa corriente de opinión que dice tener la solución para cada ocasión.</span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12pt;"></span> </div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://2.bp.blogspot.com/-UnRSc9Eh4TQ/WXYFXgYjDKI/AAAAAAAAEg4/5XKQRaUh0XUnN9qh-V_2s1KABpQpYHBIgCEwYBhgL/s1600/18921974_10212013203258230_6953739046745996162_n.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="720" data-original-width="960" height="300" src="https://2.bp.blogspot.com/-UnRSc9Eh4TQ/WXYFXgYjDKI/AAAAAAAAEg4/5XKQRaUh0XUnN9qh-V_2s1KABpQpYHBIgCEwYBhgL/s400/18921974_10212013203258230_6953739046745996162_n.jpg" width="400" /></a></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12pt;"></span> </div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12pt;">Por eso una primera
característica de este gran artista que es <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Alberto
Gracia</b> es el poco engolamiento que le pone al asunto, sus pocas ínfulas de
saberse el más listo de la clase. Corrigiendo la cita aquella según la cual “de
lo que no se puede hablar mejor es callarse”, Gracia apuntaría que de lo que se
tiene una certeza indubitable también, y quizá con mayor razón, hay que guardar
silencio. O, como poco, modular la frase para que tome forma de pregunta capaz
de sacarnos los colores a todos nosotros que, creyéndonos la milongada de un
mundo mejor detrás de las imágenes, nos apostamos en nuestros sofás esperando
la catástrofe venga a visitarnos en prime time.</span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12pt;">Porque lo que hace <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Alberto Gracia</b> en esta exposición es
ponernos ante la mirada la propia lógica ideológica de la mirada y, con ello,
de la imagen. Doble juego mortal –de la mirada que mira y del objeto que nos
mira– que en el umbral en el que cohabitan corren el riesgo de quedar
subsumidas dentro de las lógicas del espectáculo pero que, debido a ese
“aflojamiento” en las conclusiones que caracteriza a nuestro artista, salvan el
escollo de su propia nihilidad y nos muestran el disciplinamiento escópico de
nuestro mundo. En este sentido, y antes de pasar a mayores, hay que subrayar la
perfecta fidelidad de Gracia a los requerimientos críticos de la imagen: la
imagen, antes que mostrarla en su repotenciación tecnológica o en su
resignificación libidinal, hay que </span><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12pt; mso-fareast-language: ES;">ofrecerla en su máxima
e indecible pensatividad. Dejar que la imagen se piense, sin forzar la lógica
de sus efectos, sin operar falsamente hacia el lado que sabemos más rédito
encontraremos pero donde, al mismo tiempo, el arte continuará acomodado en su
actitud servilista. De este modo, fiel a esta pensatividad propia de la imagen,
operando en la disyunción donde la imagen se abre aún sin dirección ni efecto
concomitante alguno, Alberto Gracia
deja espacio para que la imagen se muestre tal y como es.</span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12pt; mso-fareast-language: ES;">Pero más allá de esta capacidad de desmembrar a la imagen de su inmediata e
inmanente finalidad libidinal y productiva, lo que se trata es de, a través de
la “fascinación” que da nombre a la exposición, escudriñar nuestra mirada y su
metodología ideológica para comprobar cómo nuestra mirada ya no se deja seducir
por ningún asombro sino que más bien impone su lógica para domesticar este
mundo en derredor que suponemos es el nuestro. Para ello desmonta tópicos en
torno a la producción hiper-tecnológica de la imagen remitiéndola, por una
parte y de manera preeminente, a ancestrales procesos de producción y exhibición
de imaginarios colectivos cuya operativa y funcionalidad se asemejan punto por
punto a los nuestros y, por otra parte, produciendo él mismo imágenes donde lo
siniestro y lo sintomático desanudan a la imagen de su <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>ideológica implantación y asimilación global. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12pt; mso-fareast-language: ES;"><span style="mso-spacerun: yes;"></span></span> </div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://3.bp.blogspot.com/-0Carc-sjFz8/WXYFXuwcuzI/AAAAAAAAEhE/HWrS6KgBQvYOj9E0HhEzM6214ULq-u8QwCEwYBhgL/s1600/19247661_686199311564565_1775942324939706678_n.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="492" data-original-width="960" height="205" src="https://3.bp.blogspot.com/-0Carc-sjFz8/WXYFXuwcuzI/AAAAAAAAEhE/HWrS6KgBQvYOj9E0HhEzM6214ULq-u8QwCEwYBhgL/s400/19247661_686199311564565_1775942324939706678_n.jpg" width="400" /></a></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12pt; mso-fareast-language: ES;"><span style="mso-spacerun: yes;"></span></span> </div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12pt;">Remitiéndose sobre todo
a la superstición, Gracia nos
muestra esa verdad incómoda que tratamos de desoír: las imágenes –al menos en
este régimen de producción en el que están insertas– no están para abrirnos a ninguna
realidad superior sino que están para conjurar nuestro miedo a construir una
ficción todavía mayor. La imagen, en tanto que preciso <i style="mso-bidi-font-style: normal;">farmakon</i>, abre y cierra el sentido, ofrece la posibilidad que ella
misma se niega, se inserta en una dualidad espectral de verdad y mentira donde
la propia imagen simula su propio rango de ficcionalidad. Estamos enredados en
un mundo-imagen global y antes que atender a los síntomas que nos pudieran
revelar su momento de falsedad nos dejamos deslizar por los cantos de sirena
que nos prometen verdades bajo ellas cuando, sabemos perfectamente, la imagen
no es más que un dispositivo de renegociación con nuestro propio
adiestramiento. En este sentido, y amparado en esa cadencia hacia la
pensatividad de la imagen, en ese dejar que las propias imágenes desmonten los
síntomas desde donde son construidas –con razón dice <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Alberto Ruiz de Samaniego</b> en el texto del catálogo que la potencia
del arte está en liberar el síntoma ante la inminencia del acontecimiento–
Gracia displaya un engranaje expositivo capaz de mostrarnos la cesura por donde
la imagen actual, cifrada en la tautología parmediana del ser con el pensar y
de éste con el mirar, evidencia su rango de ficción consensuada, de pandemia coercitiva
bendecida por el sistema de producción de la realidad como su dispositivo más
potente</span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12pt;">Pero, ¿de qué
superstición habla?, ¿de qué superstición si la imagen es la quintaesencia del
mundo administrado –es decir, del mundo vaciado de magia y encanto? La imagen
se ha convertido en el fascinus de nuestra época pues, ahora como antes,
sufrimos de “mal de ojo”: es decir, de una neurosis escópica según la cual
quedamos fuera de la mirada. “Mal de ojo” por el cual quedamos fuera de la
comunidad y “pulsión escópica” de no estar en condiciones de poder ver y ser
vistos, de verlo todo esperando, en cualquier momento, la catástrofe que modula
nuestros deseos de muerte. <span style="mso-bidi-font-weight: bold;">Si contra
este mal los romanos crearon los <i style="mso-bidi-font-style: normal;">fascinum</i>,
pequeñas figuras que utilizaban el motivo de la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">manus fica</i> por un lado y el falo por el otro, también nosotros,
señala <b>Gracia</b>, experimentamos la “necesidad de alimentar unos ojos que
necesitan de un <i style="mso-bidi-font-style: normal;">fascinum</i> para aplacar
su angustia escópica”. Pegados a la pantalla exortizamos la posibilidad de
quedar gafados, castrados. En este sentido, la exposición puede comprenderse
como un <i style="mso-bidi-font-style: normal;">fascio</i> desde donde desarbolar
–o al menos mostrar– un mito con otro mito: el mito de nuestra realidad
devenida máquina iconográfica con el mito romano del mal de ojo. Ambos sufren y
sufrían ante la posibilidad de que la mirada quedase separada de su distancia
óptima para ser tomado como identidad, como sujeto. Ambos temen y temían, en
suma, ser castrados: separados de su pantalla.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12pt; mso-bidi-font-weight: bold;">La obra más interesante de la muestra documenta la romería a la que el
propio artista acude desde niño, <b>San Miguel de Breamo</b>. Y es que,
comparando ambos regímenes de producción de imágenes, son demasiadas pocas
cosas las que han cambiado, o al menos no tantas como para saludar a nuestro
modelo como de bisagra entre diferentes órdenes. Yendo al núcleo de la apuesta
estética de Gracia, da cierto escalofrío comprobar como nosotros somos, con
mucho, más banales que nuestros antepasados: si ellos al menos rozaban –quién
se atreve a decir si no incluso tocaban– la trascendencia, nosotros, sin
embargo, nos contentamos con congregarnos cada noche en torno a una pluralidad
de pantallas esperando no perdernos la enésima trifulca entre tertulianos que
reventará el share, el despelote de alguna “gran hermano”, el esparcimiento
escatológico de intimidades de algún famoso, etc.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12pt; mso-bidi-font-weight: bold;"><span style="mso-spacerun: yes;"></span></span> </div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-z9LVg2K7Kr0/WXYFYSWBS5I/AAAAAAAAEhI/Dk4cyX6PnUAjPAEMwYC_E3mp1-QWulIPwCEwYBhgL/s1600/19642218_686195311564965_2279766185507630311_n.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="640" data-original-width="960" height="266" src="https://1.bp.blogspot.com/-z9LVg2K7Kr0/WXYFYSWBS5I/AAAAAAAAEhI/Dk4cyX6PnUAjPAEMwYC_E3mp1-QWulIPwCEwYBhgL/s400/19642218_686195311564965_2279766185507630311_n.jpg" width="400" /></a></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12pt; mso-bidi-font-weight: bold;"><span style="mso-spacerun: yes;"></span></span> </div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12pt; mso-bidi-font-weight: bold;">La imagen, cabría concluir, nos tiene donde quería: bajo un régimen de
ansiedad según el cual podemos ser, en cualquier momento, excluido del sistema
de miradas que funda el mundo-imagen pero, al mismo tiempo, sabedores de que
tal sistema es una pura simulación, que de hecho no hay nada que ver en ninguna
pantalla y que es la propia imagen lo que nos salva de reconocer tamaña
insolencia. Así, son solo nuestros alterados biorritmos lo que da forma a las
imágenes que construyen nuestro mundo: es un fascismo escópico, una
panficcionalidad consensuada que nos convoca –lo mismo da que da lo mismo– en
torno a una imagen beatífica, a un líder carismático o a una pantalla. </span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-weight: bold;"><span style="mso-tab-count: 1;"><span style="font-family: Calibri;"> </span></span></span><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12pt; mso-bidi-font-weight: bold;">En definitiva, y como decíamos al principio, no hay tanto que celebrar:
nuestro simulada confianza en la imagen y en el régimen escópico que sostiene
nuestra ficción no es sino el reverso de la incapacidad e impotencia al
postular algún otro que no esté fundado en la sintomatología de lo siniestro, en
la ansiedad a ser expulsados del régimen de simulación dado por bueno y en lo
traumático de una realidad que hace aguas por todas partes. De lo que se
trataría, ahí donde <b>Alberto Gracia</b> se resuelve como un magnífico
artista, no es en camuflar esta verdad sazonándola con la panfletada de alguna
crítica –inocua– al sistema sino de mostrar los esquejes de tal impotencia, los
rescoldos de un entramado escópico con múltiples puntos de fractura que nos
empeñamos –en nuestra ideológica fascinación– en seguir no viendo. Y es que
cuando lo único que ha cambiado es la capacidad tecnológica de producción de la
imagen y el sistema <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>ideológica para una
mejor optimización de la implantación disciplinaria, seguimos estando bajo el
poder de la imagen, a expensas de que nos quedemos inscritos como sujetos en su
pantalla. En definitiva, hoy como ayer, no somos más que la imaginación de una
imagen que nos refleja: fascinación y superstición no son sino dos nombres para
lo mismo: un deseo de romper las cadenas con la imagen y la necesidad de continuar
pegados a ellas, bajo su amparo visual. Es entre estos dos rasgos de la mirada –aquella
con la que vemos y aquella que nos mira– que una civilización, la nuestra, se
construye. <o:p></o:p></span></div>
</div>
JAVIER GONZÁLEZ PANIZOhttp://www.blogger.com/profile/14584123684300518798noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3504557111470549066.post-89512690205135598502017-07-15T10:47:00.001+02:002017-07-15T10:49:35.242+02:00DOCUMENTA Y EL CASO ROGER BERNAT: EL ROBO COMO OBRA DE ARTE <div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<span style="color: black;"><a href="https://4.bp.blogspot.com/-lZEwb0QtFh0/WWnUnmaXIoI/AAAAAAAAEgI/8Ghv7mkBSjshd4DUF3BvXJ6eoA-FdecnACEwYBhgL/s1600/the-place-of-the-thing-photo-by-%25C2%25A9-karol-jarek-399.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="606" data-original-width="921" height="262" src="https://4.bp.blogspot.com/-lZEwb0QtFh0/WWnUnmaXIoI/AAAAAAAAEgI/8Ghv7mkBSjshd4DUF3BvXJ6eoA-FdecnACEwYBhgL/s400/the-place-of-the-thing-photo-by-%25C2%25A9-karol-jarek-399.png" width="400" /></a></span></div>
<!--[if gte mso 9]><xml>
<w:WordDocument>
<w:View>Normal</w:View>
<w:Zoom>0</w:Zoom>
<w:TrackMoves/>
<w:TrackFormatting/>
<w:HyphenationZone>21</w:HyphenationZone>
<w:PunctuationKerning/>
<w:ValidateAgainstSchemas/>
<w:SaveIfXMLInvalid>false</w:SaveIfXMLInvalid>
<w:IgnoreMixedContent>false</w:IgnoreMixedContent>
<w:AlwaysShowPlaceholderText>false</w:AlwaysShowPlaceholderText>
<w:DoNotPromoteQF/>
<w:LidThemeOther>ES</w:LidThemeOther>
<w:LidThemeAsian>X-NONE</w:LidThemeAsian>
<w:LidThemeComplexScript>X-NONE</w:LidThemeComplexScript>
<w:Compatibility>
<w:BreakWrappedTables/>
<w:SnapToGridInCell/>
<w:WrapTextWithPunct/>
<w:UseAsianBreakRules/>
<w:DontGrowAutofit/>
<w:SplitPgBreakAndParaMark/>
<w:DontVertAlignCellWithSp/>
<w:DontBreakConstrainedForcedTables/>
<w:DontVertAlignInTxbx/>
<w:Word11KerningPairs/>
<w:CachedColBalance/>
</w:Compatibility>
<m:mathPr>
<m:mathFont m:val="Cambria Math"/>
<m:brkBin m:val="before"/>
<m:brkBinSub m:val="--"/>
<m:smallFrac m:val="off"/>
<m:dispDef/>
<m:lMargin m:val="0"/>
<m:rMargin m:val="0"/>
<m:defJc m:val="centerGroup"/>
<m:wrapIndent m:val="1440"/>
<m:intLim m:val="subSup"/>
<m:naryLim m:val="undOvr"/>
</m:mathPr></w:WordDocument>
</xml><![endif]--><br />
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 12.0pt;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><u><span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">I</span></u></b></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">En eso de tomar el pulso a la realidad, al mundo, al sistema o a lo que
cada uno piense que hay que tomarle el pulso, en la labor de desenvolvimiento
del arte en el propósito firme de llevar a cabo su misión o tarea, Documenta
este año, como todo el mundo ya sabe, se ha desdoblado en dos sedes: la clásica
de Kassel y la de Atenas. Razones hay varias pero lo principal es que ese
pivotar sobre la ciudad griega, protagonista en estos últimos años de muchas de
las contradicciones del propio sistema (si no incluso injusticas y desafueros)
podría permitir al arte llevar a cabo con mayor capacidad esa tarea para la que
ha sido convocado.</span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Pero pese a la buena voluntad del equipo ejecutor –<b style="mso-bidi-font-weight: normal;">A</b></span><i><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt; font-style: normal;">dam</span></b></i><span class="st"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;"> </span></i></b></span><span class="st"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Szymczyk</span></b></span><span class="st"><span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;"> y <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Paul B. Preciado</b> a la cabeza</span></span><span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">– todo queda un poco en <i style="mso-bidi-font-style: normal;">standby</i>,
a la espera de cuál es esa labor que solo el arte puede llevar<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>a cabo y cuál es el potencial y valor añadido
que la dupla Kassel-Atenas puede crear sobre la ya de por sí escasa confianza
que se tiene en el arte.</span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>No
obstante, y mientras llegan los resultados, algo si podemos poner ya en el
haber de esta edición, la catorce, de Documenta: haber propiciado, en ese
descentramiento que supone la bicefalia y la pluralidad de núcleos, una
implementación en el nivel de contradicciones del propio arte. Desde mi punto
de vista, esta es una de las pocas cosas que todavía le queda al arte, la más
alta misión que sin duda se le puede encomendar –servir de atalaya desde donde
mostrar las paradojas del sistema– y donde reside todo su interés. Claro que,
para ello, no debe de jugar con las cartas marcadas y ponernos sobre preaviso.
Es decir: no debe de anticipar la jugada maestra que hará desencadenar una
serie concreta de contradicciones o paradojas. Pero al mismo tiempo la obra
tiene, ha de tener siempre, el firme propósito de ser “obra de arte”, de
poderse llamar así y de poder participar del estado de excepción del que goza
el ámbito de lo artístico. Esta es la primera de las contradicciones y que, en
tanto que no nos interesa en este momento, solo apuntamos: cumpliendo el
llamamiento de ser “obra de arte”, la propia obra desoye ese impulso a la
mostración de contradicción a la que el arte debe de apuntar. Diciéndose como
obra de arte no cumple el destino del arte. </span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Pero continuemos. Si, decimos, ha de
dejar su propósito en suspenso, ha de liberar a su significación de una
finalidad concreta, es su propia inserción en los canales de distribución, su
propio devenir mediático, la donación de sentido que ha de dejarse en manos de
la comunidad, lo que de modo siempre a posteriori calificará una obra de arte
(si ha sido capaz de remodelar cierta reconfiguración de lo sensible, de
recortar la lógica de los tiempos, lugares y competencias). Dicho de otra
manera, una obra de arte ha de correr el riesgo de llegar a ser otra cosa: de
llegar a ser arte pero por otras vías, no por el modo canónico de inserción en
la esfera de la estética autónoma sino como contraefecto de ese desplazamiento
en la frontera de lo simbólico que previamente ha realizado.</span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Si decimos todo esto es porque ese
doble pivotaje entre Kassel y Atenas está dejando momentos memorables, dignos
de tenerse en cuenta para, en un futuro cercano, entrar a diseccionar el arte
contemporáneo de principios del siglo XXI.</span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<span style="color: black;"><a href="https://3.bp.blogspot.com/-0KXx3jAKQUE/WWnUm7dE8qI/AAAAAAAAEgM/Y73lGBIQCWQbvzsVci38lsFPJktVNwLagCEwYBhgL/s1600/lithos_1bis.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="770" data-original-width="1024" height="300" src="https://3.bp.blogspot.com/-0KXx3jAKQUE/WWnUm7dE8qI/AAAAAAAAEgM/Y73lGBIQCWQbvzsVci38lsFPJktVNwLagCEwYBhgL/s400/lithos_1bis.jpg" width="400" /> </a></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><u><span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">II</span></u></b></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Como modelo operacional desde donde
hacer emerger un sentido alternativo a las lógicas que rigen la relación
Kassel-Atenas, vertidas como no en la relación Alemania-Grecia que ha llenado
las noticas económicas en la última década, muchos artistas han apostado por el
“trayecto”, el que va de una ciudad a otra, como forma catártica capaz de
remodelar el paisaje –económico, social y político– que ha mediado entre ambas
naciones, haciendo de esta relación alternativa modelo ejemplar para las más
variopintas cuestiones que asolan nuestro mundo.</span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Y la idea no es mala.
Puede resultar inane, impotente, ridícula para las cuestiones que nos traemos
entre manos o fracasada. Pero esos son calificativos que solo desde una
querencia hacia una politización de la estética como en la que estamos sumidos
pueden dejarse aflorar, siendo por el contrario la mínima resistencia, la comunicación
interrumpida, la estética de la microhistoria, de la deriva, de la negación,
del fracaso o la monumentalización de lo transitorio, moldes desde donde el
arte, pensamos, es capaz de mostrar la impunidad de las lógicas de
adiestramiento y burocratización en la que estamos sumidos. Como ejemplos puede
citarse el trayecto de </span><span style="font-size: 12.0pt;"><a href="http://www.documenta14.de/en/artists/13535/nikhil-chopra"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: "arial" , "sans-serif";">Nikhil
Chopra</span></b></a></span><span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">
(Kolkata, 1974), la obra <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Adonis</i> de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Sokol Beqiri</b> (Peja, Kosovo, 1964), el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Athens Ingot Project (Copper)</i> de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Dan Peterman</b> (Minneapolis, 1960) o el
traslado de la tienda de mármol de </span><span style="font-size: 12.0pt;"><a href="http://www.documenta14.de/en/artists/13529/rebecca-belmore"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: "arial" , "sans-serif";">Rebecca
Belmore</span></b></a></span><span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">
(Upsala, Ontario, 1960).</span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">
<span style="mso-tab-count: 1;"> </span><span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Pero
ha habido una pieza que, aún tratándose de uno de estos casos de desplazamiento,
deriva y trayecto, ha sido capaz de mostrar más que cualquiera de los
anteriores ejemplos. Nos referimos a la obra de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Roger Bernat</b> (Barcelona, 1968) <i><span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; mso-bidi-font-style: normal;">The Place of the Thing</span></i><i><span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-style: normal;">. Y si lo ha
conseguido no ha sido por el potencial con que carga en sí misma de forma
ontológica la obra sino, todo lo contrario, por toda esa serie de dispositivos
e injerencias que hemos indicado más arriba la obra necesita para concretar su
finalidad. Lo ha sido porque, en su trayecto, ha pulsado de manera tan poco atinada
todos los resortes de la eficacia estética, ha resuelto tan mal la supuesta
distancia estética, que ha sacado a la luz variadas y múltiples
contradicciones. Lo ha sido porque, digámoslo de una vez, ha confiado tanto en
el poder y capacidad del propio arte que ha terminado por desbarrar de la forma
más tragicómica posible. </span></i></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<i><span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt; font-style: normal;">¿Paradoja
de que sea en el equívoco de una sobrepujanza de las condiciones del arte donde
se resuelva de manera efectiva el entuerto de mostrar las contradicciones tanto
del sistema capitalista como del arte? Quizá. Pero ahí es donde hemos de
movernos para, en el trabajo de la crítica, no nos quedemos en la cómica
valoración de obras o en la pamema de una adjetivación que no hace sino seguir
la bola a la impotencia del arte.</span></i></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<span style="color: black;"><a href="https://4.bp.blogspot.com/-BGsri91jKdk/WWnUowJa0aI/AAAAAAAAEgU/yK7qhFvkiLwzBlwvOr-tfLxV56lpgfubACEwYBhgL/s1600/thingplatz%2BBerlin.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="295" data-original-width="510" height="231" src="https://4.bp.blogspot.com/-BGsri91jKdk/WWnUowJa0aI/AAAAAAAAEgU/yK7qhFvkiLwzBlwvOr-tfLxV56lpgfubACEwYBhgL/s400/thingplatz%2BBerlin.jpg" width="400" /></a></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">
<i><span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt; font-style: normal;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><u>III</u></b></span></i></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 25.1pt;">
<i><span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt; font-style: normal;">La
obra alude a la noción de Thingplatz, </span></i><span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">recintos abiertos que imitaban por una parte
a los cosos primitivos donde los guerreros germanos se reunían y por otra a los
anfiteatros griegos, y de <i><span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-style: normal;">Thingspeil, forma de entretenimiento teatralizado en la
época nazi, realizado en los Thingplatz, </span></i>donde a través de
movimientos perfectamente organizados de sincronización y simetría la comunidad
sentía la llamada personal a vivir épica y míticamente su nacionalidad,
identidad y raza, y donde la audiencia era al mismo tiempo el autor y el
espectador, creándose así una realidad teatralizada, el formateo de una
virtualidad que tomaba la forma de lo real. </span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 25.1pt;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Como el propio <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Bernat</b> escribe en
un texto alojado en su página web, “hoy en día, como parte del desdoblamiento
definitivo del capitalismo espectacular, el Nazi Thingspiel ha llegado a ser
una pálida profecía de todas las variadas clases de ‘gimnasias del consenso’
que el siglo XXI ha proporcionado a las masas de consumidores, todas ellas
basadas en la estratégica superposición de lo político, lo cultural y lo
religioso”. Y continúa poniendo algunos ejemplos: funerales, deportes de
grandes estadios, liturgias culturales, el misticismo del fitness o las mismas
redes sociales.</span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 25.1pt;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Dicho todo esto, la
obra de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Bernat</b> pretendía </span><span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">reactualizar </span><span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">el
Thingspiel nazi de acuerdo a un nuevo proceso de resemantización de una cosa,
en este caso una copia de una piedra de mármol –la “piedra de los juramentos”
frente a la que se inició el juicio a <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Sócrates</b>
en el 399 a. C.– que, después de recorrer varios colectivos atenienses, sería
llevado a Kassel y enterrado en la Thingspaltz que hay parece ser a las afueras.
En el camino la falsa piedra devendría ofrenda diplomática, regalo
arqueológico, pieza de arte contemporáneo, monumento, etc. En definitiva:
pasaría de ser una inexpresiva piedra a ser un objeto digno de atención
cultural, cargado con todas las significaciones que haya atesorado a lo largo
de su periplo.</span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 25.1pt;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Ni que decir tiene
que el proceso alude a la generación de consensos e identidades, a la lógica
del don y la acogida que cimiento toda sociedad, al carácter siempre fetichista
del arte que no puede dejar de funcionar como transacción de valor. La piedra,
en su traslado, mostraría la pluralidad de tensiones que modelan la sociedad,
haría “visible” el pacto ficcional con el que la colectividad se con-forma.
Sería, el devenir de la obra de simple fake a estar recargado semántica y
simbólicamente, la teatrificación de las fuerzas sociales que nos configuran,
la promulgación de una verdad que es simplemente construida en tanto que
ficción y recorte del espacio de las competencias. Las resonancias van en
amento ya que la palabra alemana <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Thing</i>
es el origen del <i style="mso-bidi-font-style: normal;">thing</i> inglés, es
decir: de la cosa, algo que puede ser continuamente desplazado en su
significado, renombrada, re-fetichizada, siempre que haya un suficiente
consenso para hacerlo.</span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 25.1pt;">
<i><span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt; font-style: normal;">Si
según queda apuntado en la propia web de la Documenta, para <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Bernat</b> la “democracia no es solo una
forma de gobierno sino una manera de representar la realidad”, las travesía de
la piedra, de Kassel a Atenas y entre las propias asociaciones atenienses,
prefigurarían el tensionado de una dinámica de fuerzas para la que el propio
traslado de la piedra sería huella y traza, efecto representacional preciso de
la realidad en la que nos movemos. Igual que el Thingspiel nazi muestra la
lógica de las sensibilidades y al jerarquización precisa de ciertos valores que
da forma a la sociedad nazi, el traslado de la piedra tendría el mismo efecto
de expresión y delineado de nuestras fuerzas, valores y sensibilidades.</span></i></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 25.1pt;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">El propio artista
concluye muy bien el texto al que nos referimos dando, por una parte, cabida al
propio fracaso de la pieza –al hecho de que no motive nada más que indiferencia
y ningún tipo de participación– y, por otra parte, apuntando que no serán
verdades o historias lo que la piedra llevará a Kassel sino “mitos y cuentos,
fantasmas y mentiras”.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span><span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Y es que <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Bernat</b> parece conocer bien la noción de
historia que fue válida hasta <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Aristóteles</b>:
el hecho de que es la poética quien da forma a la historia: lo contradictorio,
lo irrepresentable, lo inútil, la desmedida, lo simulado, es lo que va tejiendo
la historia en tanto que acontecimiento. Si el traslado de la piedra quiere ser
un acontecimiento es solo tomando la poética –en su general desmedida– como
puede, hubiera podido, conseguirlo.</span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 25.1pt;">
<br /></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><span style="color: black;"><a href="https://3.bp.blogspot.com/-9kvcemtArr4/WWnUmuWjMoI/AAAAAAAAEgQ/67Ug_1-dK1MaGFTjCBYHT1f-eGU2UL57wCEwYBhgL/s1600/historische_thingplatz_roger_bernat%25C2%25A9Panoramio-300x187.png" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="187" data-original-width="300" height="249" src="https://3.bp.blogspot.com/-9kvcemtArr4/WWnUmuWjMoI/AAAAAAAAEgQ/67Ug_1-dK1MaGFTjCBYHT1f-eGU2UL57wCEwYBhgL/s400/historische_thingplatz_roger_bernat%25C2%25A9Panoramio-300x187.png" width="400" /></a></span></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Indicaciones del Thingplatz a las afueras de Kassel</td></tr>
</tbody></table>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 25.1pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 25.1pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 25.1pt;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><u><span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">IV</span></u></b></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 25.1pt;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Pero el problema empieza
justo donde termina los buenos propósitos –estéticos y teóricos– de la obra porque,
y aunque parece ser que estaba previsto por el artista, la piedra fue robada
por un colectivo </span><span style="font-family: "helvetica" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">LGBTQI de refugiados, desplegándose
entonces y sólo entonces una serie de momentos paradójicos entre el hacer
dentro de las coordenadas más o menos seguras del arte –un arte que ha de
guardar siempre, para bien o para mal, un aliento de autonomía</span><span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">– y su operar en la
frontera difusa donde se abre al territorio del no-arte. Si como dijo <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Rancière</b> lo interesante del arte sucede
cuando entra en contacto con el no-arte, el robo ha motivado una serie de
momentos, sobre todo a raíz de la incomprensión de la que ha hecho gala el
artista, dignos de tenerse en cuenta.</span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 25.1pt;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">El robo de la pieza,
en tanto que exceso al que el arte –deudor de ese cierto nivel de autonomía con
el que ha de cargar al menos para ser contextualizado dentro de un determinado
régimen de realidad</span><span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">– no puede hacer frente,</span><span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;"> dejó al descubierto la incapacidad del arte, la
necesidad que tiene de cubrirse las espaldas, de dar una de cal y una de arena,
de ser, en definitiva, un agente doble que trabaja para ambos bandos. Y si así
ha de ser para ser fiel a ese <i style="mso-bidi-font-style: normal;">double bind</i>
que supone por una parte incidir en la realidad y por otra parte ser fiel a los
dictados estéticos de la “finalidad sin fin” y de la disyunción y suspensión en
cuanto a metas y propósitos, no es menos cierto, por otra parte, que es
necesario concretar los centros neurológicos de este conjunto de paradojas para
comprobar cómo sismógrafos el momento efectivo en el que se encuentra el arte
contemporáneo. </span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 25.1pt;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">El error se
encuentra, a nuestro juicio, en el punto 3 del escrito que el artista ha
alojado en su <a href="http://rogerbernat.info/general/lets-put-things-in-its-place/">web</a> como precisa contestación a los hechos. “Sabíamos desde el
principio que la piedra podría ser robada, y de alguna manera era parte del
propósito general del proyecto el ser secuestrada o incluso destruida”, apunta
con acierto. Pero a continuación tira todo por la borda: “esa es por lo que
decidimos tener dos copias más”. Si el arte ha de mantenerse fiel a su
capacidad –mínima– de mostrar las paradojas y contradicciones del sistema, el
zafarse de la suspensión estética vía proponiendo otras dos piezas nos parece
una de las cosas más incomprensibles que un artista haya podido hacer.
Incomprensible, decimos, porque deja claro que el artista no comprende los
mecanismos de cuestionamiento del propio arte y porque deja dicho que su
propósito es hacer triunfar al arte caiga quien caiga, que todo el tinglado del
trayecto no es sino una pamema circense porque al final todo será reconducido
dentro del arte, asimilado a una distancia determinada, concreta, validada por
todo un sistema que no tiene problema en saludar y dar la bienvenida a cierta
disidencia.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Si en palabras al <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">El Cultural</b> apuntó que "lo único
que está decidido de antemano es el lugar de salida, porque la piedra, desde
hace miles de años, está en el ágora ateniense", de los últimos acontecimientos
solo se puede deducir su falsedad. El error de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Bernat</b> ha sido no haber tenido los arrojos de, habiéndoselo puesto
en bandeja, mantener su piedra en la indecibilidad que se merecía, de haberla consignado
dentro de un destino bien diferente al que se le tenía asegurado –dentro de la
institución-arte– desde un principio. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 25.1pt;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Pero la cosa ya toma
tintes macabros en el punto 5: “¿pensáis que si nosotros o Documenta hubiéramos
pensado que la piedra tiene algún valor en sí mismo, hubiera sido entregada tan
fácilmente y sin garantías a cualquier colectivo que lo pida?” Lo dicho: el
artista tira la piedra y esconde la mano. O, mejor dicho, pretende nadar y
guardar la ropa. Deja al arte en su suspensión metodológica pero en cuanto el
efecto se sale de las coordenadas de lo apropiado para el propio arte, aparece
la mano dictadora e inquisitorial. </span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 25.1pt;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<span style="color: black;"><a href="https://3.bp.blogspot.com/-H97t0p_lSb0/WWnUmlxh6pI/AAAAAAAAEgE/tuMgutBAKGYW3Q3YAGYDBSyWPBb68Lc4ACEwYBhgL/s1600/lgbtqi-greece-lead-720x480.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="480" data-original-width="720" height="266" src="https://3.bp.blogspot.com/-H97t0p_lSb0/WWnUmlxh6pI/AAAAAAAAEgE/tuMgutBAKGYW3Q3YAGYDBSyWPBb68Lc4ACEwYBhgL/s400/lgbtqi-greece-lead-720x480.jpg" width="400" /></a></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 25.1pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 25.1pt;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Falla de nuevo al
apuntar que si el colectivo en cuestión quiere atacar al “</span><span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">establishment” debería de haber ido al <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">EMST</b>
y haber, allí mismo, perpetrado un robo de una obra de arte REAL, enfatiza.
Nada más lejos de la realidad: es solo el operar en la frontera del arte, ahí donde
lo autónomo y lo heterónomo se conjugan, lo que puede de alguna manera aunque a
largo plazo incidir en la noción de arte. El “ataque” al arte plenamente
autónomo, reconocido como tal e ingresado en lo mausolítico del museo no tiene
mayor recorrido que aquel que le lleva directo a la prisión<a href="https://www.blogger.com/null" name="_GoBack"></a>.
Si un artista no comprende estos mecanismos de validación, hegemonía y
excepcionalidad que solo tiene el arte ya ínsito dentro de lo aprobado pero que
aún está en ciernes en su propia obra es que, contra lo que cabía esperar, no
ha entendido la profundidad con que contaba su obra ni mucho menos el momento
de despliegue dialéctico del destino del arte</span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 25.1pt;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Con lo que sí que
estamos de acuerdo es cuando apunta que “Gracias a los refugiados LGBTQI el
proyecto ha adquirido una mayor visibilidad de lo que nunca lo había hecho”.
Pero, claro está, no a través de esa ristra de puyas con que colma una carta
publicada en <a href="https://contraindicaciones.net/boicot-a-la-accion-de-roger-bernat-en-documenta-14/" target="_blank"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">contraindicaciones.net</i> </a>y
en <a href="http://esferapublica.org/nfblog/boicot-documenta-14/">esferapublica.org</a> donde zanja el asunto basculando hacia la visibilidad que el colectivo ha
logrado: “¿cómo queréis ser mencionados en el programa de Kassel? Ojala podamos
ver lo más pronto posible vuestra acción y las fotografía de ello en la web”.
Ha adquirido mayor visibilidad pero no a costa del supuesto morbo –casi nulo– que
pueda desatar el robo de una obra de arte de tal calibre sino porque ha evidenciado
que el rey iba desnudo, que la deriva de la piedra era solo una pamema para
hacer ingresar más tarde la piedra en el sacrosanto recinto de Kassel –y ahí
está, en la <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Neue Neue Galerie</b>– con
todo el boato que el propio arte en una época de desprestigio aún se esfuerza
en mantener.</span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 25.1pt;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Y para acabar: “si
robar una piedra falsa porque pensáis que simboliza algo o tiene algún valor es
la única acción política de la que sois capaces, quizá deberíais chequear
vuestra agenda política o vuestros parámetros artísticos”, sentencia <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Bernat</b> en tono más bien cínico. Pero se
le podrían devolver con mayor dosis de realidad: si humildemente hubiese
respondido a la Documenta que la piedra simplemente, en su quedar en suspenso
respecto a sus propósitos y metas, se había perdido o había sido robada, que
había tomado una deriva que lo hacía incapaz de ser reconducida a la
institución-arte, hubiera de ese modo puesto el dedo en la yaga, hubiese
mostrado la distancia estética que el propio arte ha de mantener con sus juegos
políticos, nos hubiese enseñado que aunque la sobrepujanza de sus pretensiones
va en la honda de querer auparnos a un estadio de emancipación superior, el
arte –todo el arte que se muestra en la Documenta– queda referido a una
reconducción programática, a un pastoreo institucionalizado de su efectos.</span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 25.1pt;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">El robo no suponía
sino una inversión en todo el planteamiento de un arte que no puede dejar de
estar institucionalizado, de estar referido a una medida determinada respecto a
esa realidad en la que trata inútilmente de incidir: el robo no suponía sino la
obra maestra de esta Documenta, la concreción del estado de deriva del propio
sistema democrático y social en el que estamos insertos. Pero todo esto el
artista no lo vio. Quizá, lo más seguro porque no pudo, porque al fin y al cabo
el poder ideológico del sistema-arte nos hace estar continuamente persiguiendo
no los sueños del arte sino los nuestros, vernos reconocidos, rubricada nuestra
firma de algún evento: queremos llegar a ser alguien sin entender que el arte
solo trabaja con los que no son nadie.</span></div>
</div>
JAVIER GONZÁLEZ PANIZOhttp://www.blogger.com/profile/14584123684300518798noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3504557111470549066.post-1960364565756926792017-07-11T12:09:00.000+02:002017-07-11T12:10:05.712+02:00DYLAN AND THE DEAD: TREINTA AÑOS DEL INICIO DEL PRINCIPIO DEL FINAL<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://4.bp.blogspot.com/-YsF9ahrVPoY/WWSjTMg2RbI/AAAAAAAAEfw/GlUh2Uai8YAHzpVkNMWekzftits9XHrgwCEwYBhgL/s1600/esta.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="751" data-original-width="920" height="325" src="https://4.bp.blogspot.com/-YsF9ahrVPoY/WWSjTMg2RbI/AAAAAAAAEfw/GlUh2Uai8YAHzpVkNMWekzftits9XHrgwCEwYBhgL/s400/esta.jpg" width="400" /></a></div>
<!--[if gte mso 9]><xml>
<w:WordDocument>
<w:View>Normal</w:View>
<w:Zoom>0</w:Zoom>
<w:TrackMoves/>
<w:TrackFormatting/>
<w:HyphenationZone>21</w:HyphenationZone>
<w:PunctuationKerning/>
<w:ValidateAgainstSchemas/>
<w:SaveIfXMLInvalid>false</w:SaveIfXMLInvalid>
<w:IgnoreMixedContent>false</w:IgnoreMixedContent>
<w:AlwaysShowPlaceholderText>false</w:AlwaysShowPlaceholderText>
<w:DoNotPromoteQF/>
<w:LidThemeOther>ES</w:LidThemeOther>
<w:LidThemeAsian>X-NONE</w:LidThemeAsian>
<w:LidThemeComplexScript>X-NONE</w:LidThemeComplexScript>
<w:Compatibility>
<w:BreakWrappedTables/>
<w:SnapToGridInCell/>
<w:WrapTextWithPunct/>
<w:UseAsianBreakRules/>
<w:DontGrowAutofit/>
<w:SplitPgBreakAndParaMark/>
<w:DontVertAlignCellWithSp/>
<w:DontBreakConstrainedForcedTables/>
<w:DontVertAlignInTxbx/>
<w:Word11KerningPairs/>
<w:CachedColBalance/>
</w:Compatibility>
<m:mathPr>
<m:mathFont m:val="Cambria Math"/>
<m:brkBin m:val="before"/>
<m:brkBinSub m:val="--"/>
<m:smallFrac m:val="off"/>
<m:dispDef/>
<m:lMargin m:val="0"/>
<m:rMargin m:val="0"/>
<m:defJc m:val="centerGroup"/>
<m:wrapIndent m:val="1440"/>
<m:intLim m:val="subSup"/>
<m:naryLim m:val="undOvr"/>
</m:mathPr></w:WordDocument>
</xml><![endif]--><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin-left: 70.8pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: small;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "arial" , "sans-serif";">“A
veces oyes hablar del glamour de las giras (…) pero eso lo dejas atrás muy
rápido. En muchos aspectos no es tan distinto de levantarse para ir a trabajar
todas las mañanas. De todas formas, o eres un músico o no lo eres. Eso no se me
ocurrió hasta que hicimos esos conciertos con los Grateful Dead. Si solo sales
cada tres años más o menos, como lo hice yo durante un tiempo, pierdes el
contacto. Si vas a ser un<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>intérprete,
tienes que hacerlo con todas tus fuerzas”. </span></i></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin-left: 141.6pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: small;">Dylan a Robert Hilburn
de The Angeles Times, al acabar un concierto en 1991.</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: small;"><br /></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: small;">Antes de que <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Dylan</b> ganase el Nobel o el Óscar, antes de que fuese reconocido con
Legiones de Honor, Príncipes de Asturias u Honoris Causa, antes incluso de que
diese comienzo su Never Ending Tour o que crease la joya <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Time Out of Mind</i>, <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Dylan</b>
llegó, al menos por una noche, a no ser nada. Seguro que entra dentro del mito,
pero dicen que viendo lo que <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Grateful
Dead</b> le tenía preparado para los ensayos previos a la minigira del 87, <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Dylan</b> salió despavorido refugiándose en
un local de jazz de San Rafael, California, donde un triste cantante de jazz
cantaba sus tristes canciones.</span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: small;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Todo
parece que empezó en el verano del 86, en los backstages de los conciertos de
Estados Unidos con <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Tom Petty</b>. Allí <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Jerry García</b> empezó a ser un asiduo,
manteniendo largas conversaciones con <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Dylan</b>
acerca de música e influencias.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Ante la
invitación del líder de los Dead a que se sumase a una gira que iban a hacer al
verano siguiente <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Dylan</b> debió de
pensar que nada podía ir ya tan mal como para terminar de arruinar su carrera,
lo poco que quedaba ya de futuro para una carrera que había pasado del todo a
rozar la nada. Así pues, aceptó despidiéndose hasta nuevo aviso.</span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: small;">Y ha decir verdad que las cosas iban
calamitosamente mal. Desde el 82 hasta aquel verano del 87 <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Dylan</b> había estado parado, sin más giras que las seis semanas del
tour del 84 (la primera vez que vino a España) y otra seis en el 86 con Petty
en la gira <i style="mso-bidi-font-style: normal;">True Confessions</i>. Y lo
cierto es que esos en total 88 conciertos era lo único que se podía salvar de
discos tan flojos como <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Empire Burlesque</i>
o <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Knocked Out Loaded </i>y de bolos tan
aciagos como el del 13 de julio del 85 donde con medio planeta viendo el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Live Aid</i> <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Dylan</b> salió a escena en estado comatoso con <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Ron Wood</b> y <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Keith Richards</b>
en estado más comatoso aún. Entre medias, cosas tan aciagas como la película <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Hearts of fire </i>solo podían hacer
subrayar el declive.</span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: small;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<span style="font-size: small;"><span style="color: black;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-7rn_GTDKf9c/WWSjSkrkQdI/AAAAAAAAEfs/RUB3k6x3oLo57pM7_ZMlkahMvtdH1tFcwCEwYBhgL/s1600/dylan-dead.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="518" data-original-width="750" height="276" src="https://1.bp.blogspot.com/-7rn_GTDKf9c/WWSjSkrkQdI/AAAAAAAAEfs/RUB3k6x3oLo57pM7_ZMlkahMvtdH1tFcwCEwYBhgL/s400/dylan-dead.jpg" width="400" /></a></span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: small;"><br /></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: small;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Pero lo cierto es que <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Dylan</b> andaba buscando alguna conexión,
algo que le hiciese rememorar las razones por las que se había dedicado a cantar
durante tanto tiempo. Pero no las encontraba. Como noqueado, iba de aquí para
allá buscando, como diría su amigo <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Ginsberg</b>,
una “primigenia conexión celestial con la estrellada dinamo de la maquinaria de
la noche”. En la primavera de aquel año, al tiempo que daba forma al paupérrimo
disco <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Down in the Groove</i>, <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Dylan</b> participó en varios bolos y en los
discos de algunos otros como por ejemplo el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Rattle
and Hum</i> de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">U2</b>. Según comentó, en
ellos veía esa conexión con una determinada música, unas mismas raíces. Pero
por mucho que lo intentaba las ocasiones cada vez eran menos y el hundimiento
era tan generalizado que, según el mismo confesó tiempo después, sintió que
“había llegado, en cierta forma, al final del camino. Tenía pensado retirarme”.</span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: small;">Y es ahí cuando sin otro horizonte más
allá que el ir progresivamente desconectándose de todo aquello que le había
encumbrado, desafectándose de todo un enjambre de conexiones musicales y
vitales que habían hecho de él un artista fundamental para entender la segunda
mitad del siglo XX, <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Dylan</b> recibe la
llamada de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">García</b> para sumarse a un
par de conciertos de la mítica banda californiana. Y es ahí donde comienza una
extraña jugada maestra del destino para volver a poner a <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Dylan</b> en la senda de la carretera. Y esta vez para siempre.</span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: small;">Con la idea de ensayar un par de
canciones, <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Dylan</b> acude a la cita en el
Club Front San Rafael sin mucha mayor perspectiva que el seguir dejándose ir.
Pero, sin embargo, los Dead estaban deseosos de tocar todo el cancionero del de
Minessota. Tanto las más conocidas como las menos, los himnos generacionales y
las que mecían olvidadas en el fondo de cualquier disco. El impacto fue brutal:
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Dylan</b> se encontraba tan alejado de
sus propias canciones que no podía enfrentarse a ellas. “Si hubiese sabido esto
al empezar, no hubiese cogido las fechas”, apunta en <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Chronicles</i>. Así que, después de un primer conato de ensayo, decide
marcharse sin darse muchas explicaciones.</span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: small;">Y es ahí, de acuerdo siempre con el
halo mitológico que recubre la vida y obra de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Dylan</b>, que acede a la epifanía definitiva: un cantante canta, un intérprete
interpreta canciones. No hay más. “(El cantante) estaba relajado pero cantaba
con un poder natural. De repente y sin aviso, fue como si el tipo tuviese una
ventana abierta a mi alma. Era como si estuviese diciendo ‘Deberías hacerlo de
esta manera’. De repente, comprendí algo mucho más rápido de lo que nunca antes
lo había hecho” (escribe en sus <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Chronicles</i>).
Es decir, no hay música más allá de su interpretación y esa fina y delgada
línea que la une con un origen, con un compromiso, con una raíz; se canta, se
interpreta porque hay una poderosa razón para hacerlo, un compromiso con ellas
y contigo mismo, un lugar al que volver y que rememorar, una implicación entre
personas, gestos, historias, lugares y tiempos.</span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: small;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<span style="font-size: small;"><span style="color: black;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-kq8X82XpjBc/WWSjSoNU0OI/AAAAAAAAEfk/k3AXFR8CfGQBwIz9wwb6YfdNlQlNkZK5gCEwYBhgL/s1600/Autzen_Stadium_Eugene_OR_87_3a%255B1%255D.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="400" data-original-width="620" height="257" src="https://1.bp.blogspot.com/-kq8X82XpjBc/WWSjSoNU0OI/AAAAAAAAEfk/k3AXFR8CfGQBwIz9wwb6YfdNlQlNkZK5gCEwYBhgL/s400/Autzen_Stadium_Eugene_OR_87_3a%255B1%255D.jpg" width="400" /></a></span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: small;"><br /></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: small;">En algunas ruedas de prensa dadas más
tarde el propio <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Dylan</b> relata lo
sucedido pero sin entrar en demasiados detalles: “En la época de aquella gira
ni siquiera podía cantar mis propias canciones”, para añadir que “tocar con los
Dead me enseñó a mirar el interior de esas canciones que yo cantaba (…). Me costaba
captar su significado, aunque a los Dead no”. Oyendo los conciertos y los ensayos
bien puede decirse que no es del todo cierto o que la menos no es toda la
verdad. Oyendo lo mal que sonaban, lo arrastrado del fraseo dylaniano, las
entradas a destiempo y el dejar yéndose la canción como un globo desinflándose,
no creemos que la razón del resurgir esté sin más en la fuerza entrópica y
ligérsica de los Dead. Pero tampoco es mentira: los Grateful Dead, con su modo
de operar como una gran familia y con unos seguidores fieles hasta el final,
fue la escuela perfecta donde Dylan terminó de aprender todo lo que había
desaprendido. Y de eso, como el propio Dylan ha apuntado varias veces, <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Jerry García</b> tuvo mucha culpa: “para mí
no fue solo un músico y un amigo; fue en realidad como un hermano mayor<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>que me enseñó y me mostró más que lo que él
mismo llegó a saber”, declaró tras la muerte del carismático líder. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: small;">Aunque la gira con los Dead fue un
desastre (“fascinante por las expectativas que plantea y frustrante por la
forma con que sigue perdiendo la marca”, decía la crónica de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Rolling Stone</i> con ocasión de la publicación
del disco <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Dylan & The Dead</i>) a
partir de ahí todo cambió. Terminó en el otoño su gira con <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Tom Petty and the Heartbreakers</b> y después llamó a su agente para
que le programase una media de doscientos conciertos por año, dando comienzo a
la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Never Ending Tour</i>. A partir de ahí
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Dylan</b> se reencontró con sus
canciones, siendo ahora capaz de cambiar el setlist de concierto en concierto,
de modificar los arreglos de gira en gira, de sentirse, otra vez, cantante.</span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: small;">Pero la moraleja de esta historia no
puede quedar aquí. La moraleja apunta a aquel que sin llenar estadios, sin ser
famoso ni reconocido, sin ser saludado con los vítores de quien removió
conciencias o cambió la música popular para siempre, lo sabía todo: ese viejo
cantante de jazz que reveló a <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Dylan</b>
la verdad intrínseca al ser humano y al artista. Que no hay ídolos ni mitos,
que simplemente cada uno debe hacer lo que debe hacer, que el mundo está hecho
de compromisos y fidelidades, para consigo mismo y para demás. Que si se hace
así no hay mucha diferencia entre aquel que coge todas las mañanas un autobús para
ir a trabajar y aquel que coge otro autobús para llegar a la siguiente ciudad y
cantar allí, en un estadio, polideportivo, festival, en las fiestas del condado
o, como ha llegado a hacer Dylan, en la feria de ganado de la comarca. Es una
verdad incómoda –pues nos sigue molando la fascinación del genio– pero es la
única manera. En el cantante de jazz,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>y
no en Dylan, está la lección: que la vida trata de, hagamos lo que hagamos, “cargar”,
de día en día, de ciudad en ciudad, con nuestra verdad. </span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: small;"><br /></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: small;"><!--[if gte mso 9]><xml>
<w:WordDocument>
<w:View>Normal</w:View>
<w:Zoom>0</w:Zoom>
<w:TrackMoves/>
<w:TrackFormatting/>
<w:HyphenationZone>21</w:HyphenationZone>
<w:PunctuationKerning/>
<w:ValidateAgainstSchemas/>
<w:SaveIfXMLInvalid>false</w:SaveIfXMLInvalid>
<w:IgnoreMixedContent>false</w:IgnoreMixedContent>
<w:AlwaysShowPlaceholderText>false</w:AlwaysShowPlaceholderText>
<w:DoNotPromoteQF/>
<w:LidThemeOther>ES</w:LidThemeOther>
<w:LidThemeAsian>X-NONE</w:LidThemeAsian>
<w:LidThemeComplexScript>X-NONE</w:LidThemeComplexScript>
<w:Compatibility>
<w:BreakWrappedTables/>
<w:SnapToGridInCell/>
<w:WrapTextWithPunct/>
<w:UseAsianBreakRules/>
<w:DontGrowAutofit/>
<w:SplitPgBreakAndParaMark/>
<w:DontVertAlignCellWithSp/>
<w:DontBreakConstrainedForcedTables/>
<w:DontVertAlignInTxbx/>
<w:Word11KerningPairs/>
<w:CachedColBalance/>
</w:Compatibility>
<m:mathPr>
<m:mathFont m:val="Cambria Math"/>
<m:brkBin m:val="before"/>
<m:brkBinSub m:val="--"/>
<m:smallFrac m:val="off"/>
<m:dispDef/>
<m:lMargin m:val="0"/>
<m:rMargin m:val="0"/>
<m:defJc m:val="centerGroup"/>
<m:wrapIndent m:val="1440"/>
<m:intLim m:val="subSup"/>
<m:naryLim m:val="undOvr"/>
</m:mathPr></w:WordDocument>
</xml><![endif]--><!--[if gte mso 9]><xml>
<w:LatentStyles DefLockedState="false" DefUnhideWhenUsed="true"
DefSemiHidden="true" DefQFormat="false" DefPriority="99"
LatentStyleCount="267">
<w:LsdException Locked="false" Priority="0" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" QFormat="true" Name="Normal"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="9" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" QFormat="true" Name="heading 1"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="9" QFormat="true" Name="heading 2"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="9" QFormat="true" Name="heading 3"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="9" QFormat="true" Name="heading 4"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="9" QFormat="true" Name="heading 5"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="9" QFormat="true" Name="heading 6"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="9" QFormat="true" Name="heading 7"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="9" QFormat="true" Name="heading 8"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="9" QFormat="true" Name="heading 9"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="39" Name="toc 1"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="39" Name="toc 2"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="39" Name="toc 3"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="39" Name="toc 4"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="39" Name="toc 5"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="39" Name="toc 6"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="39" Name="toc 7"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="39" Name="toc 8"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="39" Name="toc 9"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="35" QFormat="true" Name="caption"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="10" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" QFormat="true" Name="Title"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="1" Name="Default Paragraph Font"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="11" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" QFormat="true" Name="Subtitle"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="22" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" QFormat="true" Name="Strong"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="20" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" QFormat="true" Name="Emphasis"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="59" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Table Grid"/>
<w:LsdException Locked="false" UnhideWhenUsed="false" Name="Placeholder Text"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="1" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" QFormat="true" Name="No Spacing"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="60" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Light Shading"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="61" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Light List"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="62" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Light Grid"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="63" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium Shading 1"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="64" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium Shading 2"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="65" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium List 1"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="66" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium List 2"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="67" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium Grid 1"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="68" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium Grid 2"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="69" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium Grid 3"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="70" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Dark List"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="71" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Colorful Shading"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="72" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Colorful List"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="73" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Colorful Grid"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="60" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Light Shading Accent 1"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="61" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Light List Accent 1"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="62" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Light Grid Accent 1"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="63" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium Shading 1 Accent 1"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="64" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium Shading 2 Accent 1"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="65" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium List 1 Accent 1"/>
<w:LsdException Locked="false" UnhideWhenUsed="false" Name="Revision"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="34" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" QFormat="true" Name="List Paragraph"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="29" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" QFormat="true" Name="Quote"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="30" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" QFormat="true" Name="Intense Quote"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="66" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium List 2 Accent 1"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="67" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium Grid 1 Accent 1"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="68" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium Grid 2 Accent 1"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="69" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium Grid 3 Accent 1"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="70" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Dark List Accent 1"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="71" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Colorful Shading Accent 1"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="72" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Colorful List Accent 1"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="73" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Colorful Grid Accent 1"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="60" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Light Shading Accent 2"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="61" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Light List Accent 2"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="62" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Light Grid Accent 2"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="63" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium Shading 1 Accent 2"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="64" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium Shading 2 Accent 2"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="65" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium List 1 Accent 2"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="66" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium List 2 Accent 2"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="67" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium Grid 1 Accent 2"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="68" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium Grid 2 Accent 2"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="69" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium Grid 3 Accent 2"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="70" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Dark List Accent 2"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="71" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Colorful Shading Accent 2"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="72" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Colorful List Accent 2"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="73" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Colorful Grid Accent 2"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="60" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Light Shading Accent 3"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="61" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Light List Accent 3"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="62" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Light Grid Accent 3"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="63" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium Shading 1 Accent 3"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="64" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium Shading 2 Accent 3"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="65" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium List 1 Accent 3"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="66" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium List 2 Accent 3"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="67" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium Grid 1 Accent 3"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="68" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium Grid 2 Accent 3"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="69" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium Grid 3 Accent 3"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="70" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Dark List Accent 3"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="71" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Colorful Shading Accent 3"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="72" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Colorful List Accent 3"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="73" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Colorful Grid Accent 3"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="60" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Light Shading Accent 4"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="61" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Light List Accent 4"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="62" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Light Grid Accent 4"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="63" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium Shading 1 Accent 4"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="64" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium Shading 2 Accent 4"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="65" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium List 1 Accent 4"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="66" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium List 2 Accent 4"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="67" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium Grid 1 Accent 4"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="68" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium Grid 2 Accent 4"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="69" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium Grid 3 Accent 4"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="70" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Dark List Accent 4"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="71" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Colorful Shading Accent 4"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="72" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Colorful List Accent 4"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="73" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Colorful Grid Accent 4"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="60" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Light Shading Accent 5"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="61" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Light List Accent 5"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="62" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Light Grid Accent 5"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="63" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium Shading 1 Accent 5"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="64" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium Shading 2 Accent 5"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="65" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium List 1 Accent 5"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="66" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium List 2 Accent 5"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="67" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium Grid 1 Accent 5"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="68" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium Grid 2 Accent 5"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="69" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium Grid 3 Accent 5"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="70" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Dark List Accent 5"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="71" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Colorful Shading Accent 5"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="72" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Colorful List Accent 5"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="73" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Colorful Grid Accent 5"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="60" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Light Shading Accent 6"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="61" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Light List Accent 6"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="62" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Light Grid Accent 6"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="63" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium Shading 1 Accent 6"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="64" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium Shading 2 Accent 6"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="65" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium List 1 Accent 6"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="66" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium List 2 Accent 6"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="67" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium Grid 1 Accent 6"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="68" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium Grid 2 Accent 6"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="69" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium Grid 3 Accent 6"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="70" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Dark List Accent 6"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="71" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Colorful Shading Accent 6"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="72" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Colorful List Accent 6"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="73" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Colorful Grid Accent 6"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="19" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" QFormat="true" Name="Subtle Emphasis"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="21" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" QFormat="true" Name="Intense Emphasis"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="31" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" QFormat="true" Name="Subtle Reference"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="32" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" QFormat="true" Name="Intense Reference"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="33" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" QFormat="true" Name="Book Title"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="37" Name="Bibliography"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="39" QFormat="true" Name="TOC Heading"/>
</w:LatentStyles>
</xml><![endif]--><!--[if gte mso 10]>
<style>
/* Style Definitions */
table.MsoNormalTable
{mso-style-name:"Tabla normal";
mso-tstyle-rowband-size:0;
mso-tstyle-colband-size:0;
mso-style-noshow:yes;
mso-style-priority:99;
mso-style-qformat:yes;
mso-style-parent:"";
mso-padding-alt:0cm 5.4pt 0cm 5.4pt;
mso-para-margin-top:0cm;
mso-para-margin-right:0cm;
mso-para-margin-bottom:10.0pt;
mso-para-margin-left:0cm;
line-height:115%;
mso-pagination:widow-orphan;
font-size:11.0pt;
font-family:"Calibri","sans-serif";
mso-ascii-font-family:Calibri;
mso-ascii-theme-font:minor-latin;
mso-fareast-font-family:"Times New Roman";
mso-fareast-theme-font:minor-fareast;
mso-hansi-font-family:Calibri;
mso-hansi-theme-font:minor-latin;}
</style>
<![endif]-->
</span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: small;">Pre-ensayos:</span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: small;"><a href="http://www.dailymotion.com/video/xprxgx_bob-dylan-the-grateful-dead-pre-rehearsals-before-summer-tour-june-1987_music">http://www.dailymotion.com/video/xprxgx_bob-dylan-the-grateful-dead-pre-rehearsals-before-summer-tour-june-1987_music</a></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: small;">Ensayos</span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: small;"><a href="https://archive.org/details/gd1987-06-01.sbd-rehearsals.fraser.97489.shnf/gdbd_rehersal_d4t03.shn">https://archive.org/details/gd1987-06-01.sbd-rehearsals.fraser.97489.shnf/gdbd_rehersal_d4t03.shn</a></span></div>
<div class="MsoNoSpacing">
<span style="font-size: small;"><br /></span></div>
<br /></div>
JAVIER GONZÁLEZ PANIZOhttp://www.blogger.com/profile/14584123684300518798noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-3504557111470549066.post-79922768944968628392017-07-03T17:57:00.004+02:002017-07-03T17:58:20.890+02:00HACIA EL ARTE POST-CONTEMPORÁNEO O LA ENÉSIMA MUERTE DEL ARTE: SOBRE ARMEN AVANESSIAN<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://2.bp.blogspot.com/-WwiD-todqz8/WVppkptBuOI/AAAAAAAAEfQ/oKonFkKQeOEs94qGIKZW7w_I6sMp3BKCgCLcBGAs/s1600/21527224691_3d0b01cf74_b.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="768" data-original-width="1024" height="300" src="https://2.bp.blogspot.com/-WwiD-todqz8/WVppkptBuOI/AAAAAAAAEfQ/oKonFkKQeOEs94qGIKZW7w_I6sMp3BKCgCLcBGAs/s400/21527224691_3d0b01cf74_b.jpg" width="400" /></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><strong><u></u></strong></span> </div>
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><strong><u>I</u></strong></span><br />
<span style="color: black;">
</span><br />
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;">Sin duda que uno de los
textos más interesantes que han circulado por la red en este último mes es la
entrevista de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">María Muñoz</b> publicada
en <a href="http://www.a-desk.org/highlights/Entrevista-a-Armen-Avanessian.html" target="_blank">a-desk</a> a <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Armen Avanessian</b>,
filósofo austriaco nacido en 1974, referente del realismo especulativo y que
parece que lleva unos años aplicando dicha teoría filosófica de ultimísima hornada
(2007) para concretar la posibilidad –y necesidad– de dar por acabado el arte
contemporáneo. En esta labor, una de las frases que más destacan en la
entrevista es esa donde apunta sin remilgos que “el arte contemporáneo ha
llegado a su fin”.</span><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-size: 12pt;"><span style="font-family: "calibri";"> </span></span></b></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;"><span style="color: black;">En sus análisis parte
del hecho de que arte contemporáneo y capitalismo se han dado la mano hasta el
punto de que el desarrollo de uno ha significado el boom del otro. Así, opina
que el capitalismo no es simplemente el mercado o la economía, ni tiene que ver
únicamente con el consumo o con el dinero –“el capital es una relación social, cambiando
permanentemente el equilibrio de poder”</span><a href="file:///C:/Users/javier.gonzalez-ext/Desktop/Armen%20Avanessian.docx" name="_ednref1" style="mso-endnote-id: edn1;" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;"><span style="color: black;">[i]</span></span></span><!--[endif]--></span></span></a><span style="color: black;">– y que el periodo de
trasformación por éste sufrido en las últimas décadas “coincide con la historia
del arte contemporáneo como género o concepto carente de la orientación
temporal que fue característica de las vanguardias históricas y los movimientos
de arte moderno, cada uno de los cuales afirmaba la posibilidad de progreso
(social) futuro como una constante en el presente”</span><a href="file:///C:/Users/javier.gonzalez-ext/Desktop/Armen%20Avanessian.docx" name="_ednref2" style="mso-endnote-id: edn2;" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;"><span style="color: black;">[ii]</span></span></span><!--[endif]--></span></span></a><span style="color: black;">.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;"><span style="color: black;">La cuestión que él
subraya es que si hasta ahora el capitalismo y el arte –dentro del paradigma
conocido como “contemporáneo”– han unido esfuerzos ya que ambos, de una u otra
manera, encuentran su temporalidad en una noción extrema de progreso sustentada
en una futurabilidad que se intenta conquistar y que a cada paso parece más
cercana, los últimos desarrollos del capitalismo han terminado por fundir esta
ecuación. La razón no es otra que el hecho de que el capitalismo ha logrado definitivamente
su meta: adelgazar ese tiempo-futuro hasta el mínimo, hasta el hecho de ese
futuro es ya tiempo-presente. Es decir, su idea motriz es que estamos ya de
pleno en el reino de lo “post” y que ya es hora de que este prefijo se conjugue
con el paradigma del arte contemporáneo para saludar a una nueva época: el arte
post-contemporáneo. Este nuevo paradigma o régimen estético se caracterizaría
por finiquitar ya la época del simulado apoyo a las tesis del capital y
ayudarnos a “entrar en una sociedad post-capitalista más que acompañar
pasivamente a la gradual y cada vez más ubicua aproximación a las condiciones
de la post-democracia”</span><a href="file:///C:/Users/javier.gonzalez-ext/Desktop/Armen%20Avanessian.docx" name="_ednref3" style="mso-endnote-id: edn3;" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;"><span style="color: black;">[iii]</span></span></span><!--[endif]--></span></span></a><span style="color: black;">. </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;"><span style="color: black;">Para este proyecto, se
apoya en el concepto de aceleracionismo: no se trata ya de seguir empeñado en
encontrar una veta por donde huir del propio sistema ni tampoco de sentarse
inocentemente en el sofá a ver cómo se desarrolla todo sino, de una vez por
todas, tomarle la delantera al capitalismo en las estrategias comunales de
reapropiación del sentido, las identidades y los flujos. Dicho de otra manera,
se trataría de implicarse en los procesos a-sincrónicos en los que se juega
ahora el capitalismo para “acelerar” el proceso entrópico del sistema y así
lograr un efecto real de la teoría desasiéndose de posiciones enquistadas que
lo único que hacen es continuar enfangadas en una noción clásica de la temporalidad
que la hace impotente a la hora de lograr efectos de resistencia o de
disidencia. Ante la pregunta de cómo la teoría puede lograr efecto en el mundo,
la contestación de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Avanessian </b>es muy
sencilla: solo haciéndola ir más rápido.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;"><span style="color: black;">Si capitalismo y arte
contemporáneo aúnan fuerzas para que sigamos retenidos en una escena ideológica
donde el tiempo trascurre de atrás hacia adelante y a una velocidad acelerada
pero nunca con el riesgo de hacer implosionar la propia escena, <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Avanessian</b> cree descubrir la brecha
temporal en el mismo centro del tardo-capitalismo actual –el hecho de que el
futuro se haya convertido en el más actual de nuestros presentes– y, con ello,
la necesidad y oportunidad de que el arte abandone su impotente paradigma
contemporáneo <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>para pasar a otra cosa.</span></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-mKzr4ZwM_LM/WVpoHRGAvkI/AAAAAAAAEfI/RGDj64_IRVM7hqx1nXcvRovrJrPW6keZACLcBGAs/s1600/5-e1441727248999.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="503" data-original-width="514" height="391" src="https://1.bp.blogspot.com/-mKzr4ZwM_LM/WVpoHRGAvkI/AAAAAAAAEfI/RGDj64_IRVM7hqx1nXcvRovrJrPW6keZACLcBGAs/s400/5-e1441727248999.jpg" width="400" /></a></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;"></span> </div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;"><span style="color: black;">En este sentido, que “el
pasado es impredecible” es una conclusión de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Quentin Meillassoux</b> –uno de los popes del Realismo Especulativo– que
el filósofo austriaco suscribe y que le sirve de disparadero: “hoy mucha gente
piensa que tenemos dificultades en tomar el control porque todo se mueve muy
rápidamente. Mi hipótesis, sin embargo, es que la naturaleza del tiempo ha
cambiado profundamente y que todavía no hemos aprendido a tratar con esta
asincronía; con el hecho de que el tiempo no viene del pasado sino que se mueve
hacia nosotros desde el futuro. (…) Creo que vivimos en un paradigma derivativo;
la estructura y el ritmo de los algoritmos de negocios de alta frecuencia determinan
la naturaleza de nuestro tiempo. La cuestión es qué tipo de agencia todavía
tenemos como artistas y filósofos bajo estas condiciones”</span><a href="file:///C:/Users/javier.gonzalez-ext/Desktop/Armen%20Avanessian.docx" name="_ednref4" style="mso-endnote-id: edn4;" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;"><span style="color: black;">[iv]</span></span></span><!--[endif]--></span></span></a><span style="color: black;">. </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;"><span style="color: black;">En definitiva: se trata
de implicarnos en la inversión temporal que el capitalismo lleva a cabo,
acelerando para ello el nivel de implementación y territorialización del
capital y así adelantarnos a sus pronósticos coercitivos-desiderativos y poder
incidir en el campo de lo efectivo-real. Y, para tal tarea, para esta inmersión
en una temporalidad heterocrónica y a-sincrónica, el arte contemporáneo no vale
porque su tarea, por mucha crítica que se ponga en su labor, por mucha
gestualidad disruptiva a la que de pábulo, no deja de estar sujeto a un
engranaje ideológico y a “la idea que hay un completo, enfático y total Ahora,
en la cual el capitalismo, en su adicción a las experiencias, está
constantemente haciéndonos creer”</span><!--[if !supportFootnotes]--><span style="color: black;"> y que hacen del arte, de
su dispositivo de exposiciones y bienales, pura ideología.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;"><span style="color: black;">Dicho todo esto –y con
la brevedad que este texto exige– y habiendo estudiado con <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Rancière</b> en París, sin duda que la noción de régimen estético de
este último y la posibilidad que bajo este grupo de premisas existe de pasar a
otro régimen post-contemporáneo del arte, está entre los puntos de miras del
joven filósofo vienés: “el arte contemporáneo entró en escena cuando la
financiación especulativa y el nuevo capitalismo liberal tomaron las riendas ya
a finales de los años 1960, principios de los 1970, y nuestro objetivo es
encontrar una alternativa”.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;"><span style="color: black;">Pero, ¿hay posibilidad
efectiva de pasar a otra cosa? “El potencial, señala, está en que todavía hay
alternativa”. Y ahí mismo empiezan nuestras dudas. ¿Se trata del enésimo
iluminado o de la concreción real de que el arte contemporáneo, emplazado en
una innegable impotencia, es un paradigma ya caduco incapaz ya de encontrar esa
“distancia estética” con la que abogar constantemente por un recorte de los
espacios, los tiempos y las competencias? </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;"><span style="color: black;">Antes que nada señalar
que su propuesta es de calado pues sus tesis se conjugan con la corriente
filosófica del correlacionismo –del ya citado <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Meillassoux</b>– según la cual objeto y sujeto deben de relacionarse de
otra manera lejos ya de la primacía que desde <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Kant</b> tiene el entendimiento humano. Es decir: de lo que se trata no
es de una queja edulcorada sobre las posibilidades del arte sino de una involución
en el pensamiento filosófico que trata de alejarse del giro antropológico que
ha marcado el desarrollo de la filosofía en los últimos siglos. Para esta
corriente en la que <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Avanessian </b>cifra
muchas de las posibilidades de un nuevo desarrollo del arte existe una realidad
más allá de la percepción del sujeto: las ciencias experimentales o la
computación logarítmica son ejemplos de que no toda la capacidad de percepción
del hombre pasa necesariamente por sus sentidos y de que la realidad es
autónoma frente a las capacidades lógicas del ser humano. Este punto se nos
antoja, tanto para bien como para mal, fundamental pues concretiza que para <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Avanessian </b>y compañía el presumible
aniquilamiento del arte contemporáneo lleva parejo una dejación de toda
filosofía de corte idealista, aquella que, recordemos, está en la base del
nacimiento, desarrollo –y dicen que también muerte– del arte. Y es que, de no
mediar esta nueva consideración programática de la filosofía, de no fraguarse
en los entresijos de un nuevo programa filosófico, estaríamos sin duda ante una
recaída en el reaccionario e ideológico mito de la “muerte del arte”.<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="color: black;">
</span><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://3.bp.blogspot.com/-eGDMs2EV7pc/WVpoHTkm0lI/AAAAAAAAEfE/2DuFoxHbVxMFL9T-S3WTkiBXf0b-leuxQCLcBGAs/s1600/images81V1YSYF.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="166" data-original-width="303" height="219" src="https://3.bp.blogspot.com/-eGDMs2EV7pc/WVpoHTkm0lI/AAAAAAAAEfE/2DuFoxHbVxMFL9T-S3WTkiBXf0b-leuxQCLcBGAs/s400/images81V1YSYF.jpg" width="400" /></a></div>
<br />
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><u><span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;"><span style="color: black;">II</span></span></u></b></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;"><span style="color: black;">No obstante y pese a la
profundidad metodológica que las consideraciones de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Avanessian</b> conllevan, pese a tratarse de un verdadero cambio de
paradigma en el que están implicados varios enfoques –Neo Racionalistas,
Xenofeministas, Izquierda Aceleracionista, Materialista Especulativo, Neo
Materialismo, Naturalista Especulativo–, toda esta efervescencia se nos antoja
una condición necesaria pero no suficiente para concluir el advenimiento de ese
arte post-contemporáneo que de modo tan optimista proclama. </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;"><span style="color: black;">Que el arte contemporáneo
sobrevive preso de sus propios fantasmas y que el modo –vía hiper-institucionalización–
con que trata de exorcizarlos no es la estrategia más capaz es cierto; que el
arte contemporáneo ha quedado pinzado en una escena contemporánea donde la impotencia
y la ideología son los polos que lo devoran es también cierto; que el tiempo
cronológico ha terminado por desquiciarse y que pasado, presente y futuro no están
ya perfectamente objetivados en el triple despliegue de la temporalidad es ya
algo también de sobra conocido. Más aún: dado este conjunto de premisas lo más
conveniente es tomar una distancia metodológica con las consignas del arte y lo
más sabio es proponer una epojé estética a modo de increencia en el arte tal y
como practicó, por ejemplo, <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Brea</b>. Pero
ninguna de estas obviedades ha de servir de detonante con el que saludar a una
nueva época o paradigma sino, más bien todo lo contrario, constatar con más fuerza
la necesidad de sus premisas</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;"><span style="color: black;">Y es que el problema
estriba en no conocer del todo la esencia del arte en su devenir contemporáneo.
Porque no, no tiene ninguna razón <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Avanessian</b>
al dar carpetazo al arte contemporáneo definiéndolo como si de una etiqueta
epocal se tratase. Si sostiene que el arte contemporáneo <span style="color: black; mso-themecolor: text1;">“apareció como respuesta a una nueva
lógica precisamente de producción y distribución de arte”, se queda solo con la
mitad del pastel. Porque si eso es cierto, si el arte contemporáneo pasta en el
epicentro de “</span>elementos que se interrelacionan inevitablemente: ferias
de arte, grandes galerías y su impacto y la producción en masa de artistas que
salen de universidades y academias de arte”, más cierto aún es que <span style="color: black; mso-themecolor: text1;">e</span>l arte se llama contemporáneo,
adviene a plegarse a este paradigma, precisamente por el hecho de que es capaz
de subvertir la lógica de la presentabilidad desde el que hasta entonces se
había fraguado el arte, porque es capaz de entrar en relaciones diacrónicas y
heterocrónicas con el propio tiempo presente en el que la obra es producida.
Dicho de otra manera: el arte es “contemporáneo” porque hace justo aquello que <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Avanessian</b> reclama como utópica
posibilidad a aquel otro paradigma llamado post-contemporáneo. De este modo no
hay que esperar a la superación del arte contemporáneo sino a su efectivo
cumplimiento, desplazando entonces la cuestión al porqué el arte contemporáneo
no cumple las propias expectativas con las que fue saludado.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;"><span style="color: black;">La cuestión pudiera parecer
la misma o su más lógico desarrollo –si el arte contemporáneo no cumple sus
expectativas es porque hemos de pasar a otra cosa– pero es diametralmente
opuesta: lo cuestión es pensar, seguir pensando cuales son las condiciones que
hacen que el arte contemporáneo no de cumplimiento a su destino. Y más aún: si
su destino no es otro que no cumplirlo nunca en absoluto. Es un pensar difícil
y esquivo ya que, en este no acudir nunca a su cita, el éxito del arte pudiera –y
de hecho así es– coincidir con su más rotundo fracaso.</span></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://4.bp.blogspot.com/-FUfDFB3al70/WVppOvWq7SI/AAAAAAAAEfM/N3wcSBj91kw0_ci29xHb28OLcHD_ZKcSwCLcBGAs/s1600/1_terror.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="598" data-original-width="516" height="400" src="https://4.bp.blogspot.com/-FUfDFB3al70/WVppOvWq7SI/AAAAAAAAEfM/N3wcSBj91kw0_ci29xHb28OLcHD_ZKcSwCLcBGAs/s400/1_terror.jpg" width="345" /></a></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;"></span> </div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;"><span style="color: black;">En último término, y
por muy novedosas que puedan ser algunas de sus propuestas, no hay nada que
superar, no hay ningún estadio detrás de nuestra escena. Acabamiento, superación
y destino son tres pistas que nos ponen en la senda de nihilismo como destino propio
de nuestra contemporaneidad. Y, de igual manera que el nihilismo no es
superable, que se trata de un acontecimiento epocal sobre el que se sostiene
nuestra cultura, el arte contemporáneo, heredero directo de la estética idealista,
da nombre a un régimen de arte determinado sobre el que se conjugan la
pluralidad de antinomias y contradicciones que conforman nuestra época. El arte
podrá moldearse sobre un conjunto determinados de nuevas contradicciones –ahí donde
la comunidad, el sujeto y el sentido toman forma– pero hasta que nuestras vidas
no queden emplazadas en su inane mediocridad, mientras no dejen de ser laceradas
en la alienación de un paisaje que ya es cotidiano, no hay impulso suficiente
para dejar atrás nada pues, quien nos dice que no volverá a pasar, la senda de una
razón dogmática y violenta es cada vez más amplia. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;"><span style="color: black;">Como poco hay que
conocer que si el arte contemporáneo utiliza los mismos mecanismos de
legitimación que luego critica –el mercado, el fetiche, etc– eso no significa que
no esté haciendo su labor de mostrar el conjunto de contradicciones sobre el
que se asienta nuestro sistema. Más aún: es la única forma que tiene de hacerlo;
es solo en el desplazamiento dentro del régimen cultual y exhibitorio como el
arte logra desasirse del reino de la presencia. Quedará por ver, y ahí sí que
cabe juicio, qué efectos desestabilizadores ha generado, que impotencias ha
destapado, que reteritorialización nueva –siempre del capital– hay que mapear y
señalar ya como terreno perdido.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;"><span style="color: black;">Que actualmente, como
apunta <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Avanessian</b> en la entrevista, cualquiera
puede ser capaz de producir y exhibir más imágenes de las que hasta hace un par
de décadas han sido creadas es un hecho que el arte contemporáneo no solo sabe
sino que ha tenido que incluir en el conjunto de sus presupuestos. Además, este
hecho puede ser pensado como catalizador de nuevas sensibilidades, de nuevas
formas de socialización e individuación. Pero sobre todo estas novedades
tecnológicas no están llamadas a proponer ningún nuevo paradigma ni ninguna
superación sino a forzar al arte a realizar su destino: a entrar en relación con
el no-arte, a mostrar las trazas ideológicas que conlleva la implementación de
dispositivos iconográficos a escala mundial. Es decir: a llevar al arte contemporáneo
a su cumplimiento. “Personalmente estoy más interesado en un arte que no
produzca imágenes nuevas y en el caso de que lo haga, éstas se centren en el
efecto que tienen en la red de distribución de la economía de tensión”, apunta
el austriaco: nada más lejos de los intereses y preocupaciones del arte
contemporáneo.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;"><span style="color: black;">Si el arte es
contemporáneo –y parece mentira que haya estudiado con <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Rancière</b>– no es porque la tecnología inaugure una nueva lógica de
la sensibilidad. Lo es porque en su proponerse muestra precisamente esas
heterocronías del tiempo implosionado donde acontece el capitalismo. Pero,
claro está, para hacerlo, para ser capaz de insertarse en la dialéctica temporal
del capitalismo, tiene que correr el riesgo de quedar licuado por las fuerzas
del propio capital, de quedar chamuscado en el efecto de fetichismo sobre el
que debe de proponerse, de no ser, en definitiva, nada más que una obra de
arte. </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;"><span style="color: black;">Más bien al contrario:
quien sabe si esa querencia hacia el acabamiento y la superación no supone la
más insidiosa de las letanías: aquella que se empeña, por una parte, en
subrayar la inminente catástrofe, la agonía de un tiempo de prestado en el que
nos contentamos con sobrevivir y, por otra parte, insiste en buscar una utopía,
una esperanza, una salida a nuestra enfermiza vida de prestado. Y la hay,
seguro que la hay: pero ella no vendrá de tomar una alternativa en el núcleo
paradójico donde se asienta el arte –o reabsorción en los mundos de la vida o reconversión
en fuerza política de resistencia y emancipación– sino en pensar ambas al mismo
tiempo, mantenerse en el infrafino de la problemática sobre la que el propio
arte se asienta. Es decir: mantenerse fiel al nihilismo, único acontecimiento epocal,
noche sobre la que nunca llega la aurora, desierto detrás del cual solo hay más
desierto.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;"><span style="color: black;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Más bien al contrario: quizá sea ahora que las
formaciones disruptivas del arte se confunden y son indiscernibles con estrategias
del propio capital; quizá sea ahora que el pliego de contradicciones se eleva a
la enésima potencia y que el arte deambula como indolente en la fractura de su
impotenica e inanidad, que hemos de estar más despiertos que nunca a
interpretar el sismógrafo que el arte –pese a quien pese– sigue siendo. Nuestra
epoca es agónica, mediocre, las contradicciones apenas dejan espacio para la
implantación mancomunada de acoso y derribo. Y al mismo tiempo nuestra época es
fascinante y fastuosa, una epocalidad transida por la inminente posibilidad de
hacer implosionar al escena. Pero precisamente por esta ambivalencia hemos de
mantenernos en la indecibilidad que el propio arte nos muestra: ni más acá de
su acabamiento ni más allá de su superación, sino simplemente en el infrafino
de una suspensión disyuntiva. </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;"><span style="color: black;">Quizá esa nueva
metodología filosófica que practica <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Avanessian</b>
y compañía no es sino el logro de expresión de un pensamiento que se sustrae a
la presencia: pero ahí entonces no solo el arte estará en su
post-contemporaneidad sino que el sistema mismo que marca nuestra época habrá
virado en redondo. </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;"><span style="color: black;">Pero mientras tanto, y
ante las dudas que nos asaltan, preferimos constatar lo necesario que para el
arte es seguir explorando los límites antinómicos y aporéticos de sus propios
fundamentos: seguir, como dejó apuntado <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Brea</b>,
“ejerciendo su presión negativa, deconstructiva, sobre el mismo paradigma que
le da forma, que persevere en la exploración de las lindes problemáticas que a
la propia experiencia creadora de lenguajes le ha sido otorgada como legado de
una experiencia radical”.<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="color: black;">
</span><br />
<div style="mso-element: footnote-list;">
<!--[if !supportFootnotes]--><span style="color: black;">
</span><hr align="left" size="1" width="33%" />
<span style="color: black;">
<!--[endif]-->
</span><br />
<div id="ftn1" style="mso-element: footnote;">
<span style="color: black;">
</span><br />
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<a href="file:///C:/Users/javier.gonzalez-ext/Desktop/Armen%20Avanessian.docx" name="_ftn1" style="mso-footnote-id: ftn1;" title=""></a><span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 9pt;"><o:p><span style="color: black;"> </span></o:p></span></div>
<span style="color: black;">
</span></div>
<span style="color: black;">
</span><br />
</div>
<div style="mso-element: endnote-list;">
<!--[if !supportEndnotes]--><span style="color: black;">
</span><hr align="left" size="1" width="33%" />
<span style="color: black;">
<!--[endif]-->
</span><br />
<div id="edn1" style="mso-element: endnote;">
<span style="color: black;">
</span><br />
<div class="MsoEndnoteText" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<a href="file:///C:/Users/javier.gonzalez-ext/Desktop/Armen%20Avanessian.docx" name="_edn1" style="mso-endnote-id: edn1;" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-family: "calibri" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%;"><span style="color: black;">[i]</span></span></span><!--[endif]--></span></span></a><span style="color: black;"><span style="font-family: "calibri"; font-size: x-small;"> </span><span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 9pt;">http://dismagazine.com/blog/78332/tomorrow-today-armen-avanessian/</span><o:p></o:p></span></div>
<span style="color: black;">
</span></div>
<span style="color: black;">
</span><br />
<div id="edn2" style="mso-element: endnote;">
<span style="color: black;">
</span><br />
<div class="MsoEndnoteText" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<a href="file:///C:/Users/javier.gonzalez-ext/Desktop/Armen%20Avanessian.docx" name="_edn2" style="mso-endnote-id: edn2;" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-family: "calibri" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%;"><span style="color: black;">[ii]</span></span></span><!--[endif]--></span></span></a><span style="color: black;"><span style="font-family: "calibri"; font-size: x-small;"> </span><span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 9pt;">http://dismagazine.com/blog/78332/tomorrow-today-armen-avanessian/</span><o:p></o:p></span></div>
<span style="color: black;">
</span></div>
<span style="color: black;">
</span><br />
<div id="edn3" style="mso-element: endnote;">
<span style="color: black;">
</span><br />
<div class="MsoEndnoteText" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<a href="file:///C:/Users/javier.gonzalez-ext/Desktop/Armen%20Avanessian.docx" name="_edn3" style="mso-endnote-id: edn3;" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-family: "calibri" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%;"><span style="color: black;">[iii]</span></span></span><!--[endif]--></span></span></a><span style="color: black;"><span style="font-family: "calibri"; font-size: x-small;"> </span><span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 9pt;">idem</span><o:p></o:p></span></div>
<span style="color: black;">
</span></div>
<span style="color: black;">
</span><br />
<div id="edn4" style="mso-element: endnote;">
<span style="color: black;">
</span><br />
<div class="MsoEndnoteText" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<a href="file:///C:/Users/javier.gonzalez-ext/Desktop/Armen%20Avanessian.docx" name="_edn4" style="mso-endnote-id: edn4;" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-family: "calibri" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%;"><span style="color: black;">[iv]</span></span></span><!--[endif]--></span></span></a><span style="color: black;"><span style="font-family: "calibri"; font-size: x-small;"> </span><span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 9pt;">http://www.spikeartmagazine.com/en/articles/interview-armen-avanessian</span></span><o:p></o:p></div>
</div>
</div>
</div>
JAVIER GONZÁLEZ PANIZOhttp://www.blogger.com/profile/14584123684300518798noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-3504557111470549066.post-49561555067065795462017-06-13T17:38:00.003+02:002017-06-13T17:39:39.082+02:00EMI ANRAKUJI: LO QUE DUELE UN CUERPO<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://2.bp.blogspot.com/-X_b5c5td7GU/WUAGyiFODCI/AAAAAAAAEeo/iMOphYAsDMcI_KXML0Dsv1S3uuDAchK7gCEw/s1600/10931491_10153183642342868_5382355269039368040_o.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="750" data-original-width="1000" height="300" src="https://2.bp.blogspot.com/-X_b5c5td7GU/WUAGyiFODCI/AAAAAAAAEeo/iMOphYAsDMcI_KXML0Dsv1S3uuDAchK7gCEw/s400/10931491_10153183642342868_5382355269039368040_o.jpg" width="400" /></a></div>
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: "arial" , sans-serif;"><span style="color: black;">EMI ANRAKUJI: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">1800 MILLIMETRES. IT’S THE SIZE OF MY BED</i></span></span></b><br />
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: "arial" , sans-serif;"><span style="color: black;">GALERÍA BLANCA SOTO: 09/06/17-09/07/17<o:p></o:p></span></span></b></div>
<span style="color: black;"></span><br />
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif;"><span style="color: black;">Si suele decirse que lo siniestro remite
a ese extrañamiento producido por aquello que es de sobra conocido, el cuerpo
suele ser lugar común para semejante epifanía. Todo radica en esa extraña
ilación que se genera entre el pensamiento y aquello que consideramos, en toda
la extensión e intensión de la palabra, como mío: mi casa, mi hogar, mi cuerpo.
Es tanta la cercanía con que estos suelen ser tratados que el pensamiento
encuentra la falla apenas trata de establecer una distancia. Porque es ahí, en
el desdoblamiento en objetividad de una subjetividad casi inherente donde surge
lo siniestro, esa extraña sensación de ajenidad de lo que es radicalmente
propio. Pero también lo <span style="letter-spacing: 0.4pt;">siniestro es aquello
que, debiendo permanecer oculto, se ha revelado: el punto límite, ahí donde la
belleza traspasa el umbral de lo no-velado para imprimir el sello de lo
terrible e insoportable. </span></span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="color: black; font-family: "arial" , sans-serif;">Son estas dos acepciones de lo siniestro
sobre el que pivota el trabajo de la artista japonesa <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><a href="https://www.artsy.net/artist/emi-anrakuji" target="_blank"><span style="color: windowtext; text-decoration: none; text-underline: none;">Emi Anrakuji </span></a></b>(Tokio,
1963): el cuerpo como lugar de extraña ajenidad pero también como lugar donde
la belleza y lo terrorífico comparten frontera. Porque <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Anrakuji</b> fotografía su cuerpo pero de forma fragmentada, enajenada,
evitando desvelar demasiado; y lo fotografía porque, de alguna u otra manera,
su relación con él está en conflicto. A pesar de que, como decíamos, el cuerpo
es ahí donde bien puede decirse en toda su propiedad “mío“, donde el yo se
pliega en la decantación de una identidad, la enfermedad ha hecho que la
relación mediata y fenomenológica que con él se establece quede fracturada,
enajenada y, por tanto, objetivada.</span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif;"></span><span style="color: black;"> </span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://4.bp.blogspot.com/-9D6eN3apUGo/WUAGzN5eOzI/AAAAAAAAEew/4EgkjdfAKtkXek-dyqjF-RvOCUGfI86MwCLcB/s1600/cbeda9eb735c1e50844e4fcbbc941a1a.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><span style="color: black;"><img border="0" data-original-height="361" data-original-width="560" height="257" src="https://4.bp.blogspot.com/-9D6eN3apUGo/WUAGzN5eOzI/AAAAAAAAEew/4EgkjdfAKtkXek-dyqjF-RvOCUGfI86MwCLcB/s400/cbeda9eb735c1e50844e4fcbbc941a1a.jpg" width="400" /></span></a></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif;"></span><span style="color: black;"> </span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="color: black; font-family: "arial" , sans-serif;">Cuerpo y pensamiento, lo bello y lo trágico,
el todo y el fragmento, velar y desvelar: es esta la serie de paradojas que la
artista establece de forma intuitiva para poder experimentar cierta catarsis.
Porque es esta la labor con que <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Anrakuji</b>
dota al arte: no silenciar la fractura ni muchos menos aún hacerla llevadera;
no reconstruir una identidad problemática reflejándose en el espejo de la
fotografía (<b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Lacan</b>) ni facilitar una narración
donde el yo desgajado encuentre acomodo (<b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Freud</b>).
Para la artista japonesa se trata de una catarsis como diapasón desde donde
mostrar más genuinamente quienes estamos siendo: la fragilidad del cuerpo y los
deseos que le laminan, la costura que simulamos para poder dotarnos de una
mínima identidad. No hay ni meta a la que llegar ni estado que adquirir: se
trata simplemente de una exploración visceral al yo a través del cuerpo, de la
exploración de fogonazos a través de los que subvertir la situación de
sufrimiento en la que Emi dice estamos sumidos pero sabiendo que es solo en la
alteridad donde puede encontrarse el sentido.</span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="color: black; font-family: "arial" , sans-serif;">Postrada en cama durante diez años a
causa de un tumor cerebral, Emi des-subjetivó el cuerpo dotándolo de una
objetividad excesiva (ahí donde hemos indicado surge lo siniestro): sin ningún
otro en el que reflejarse, su cuerpo se convirtió en pantalla donde, al mismo
tiempo, ver y verse, contemplar y contemplarse, comprender y comprenderse. El
logro estético de sus fotografías está en caminar con maestría por la cuerda
floja que separa estos ámbitos haciendo de sus obras ejercicios de funambulismo
donde lo paradójico viene a converger: entre la disección entomológica y lo
erótico, entre lo que se ve y lo que no se ve, entre lo objetivo y lo subjetivo,
el trabajo de<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"> Anrakuji</b> transita por una
extraña inestabilidad. Su cuerpo es paisaje y ventana, imagen y dispositivo.
Objeto que mira y sujeto que es contemplado.</span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif;"></span><span style="color: black;"> </span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://3.bp.blogspot.com/-zCo4cMPLlaU/WUAGyh0shvI/AAAAAAAAEek/8tjKdbuot4wIOFS8orRN5TWjtLOVlL0fgCEw/s1600/c3205912844c606cee342cd2824512fb.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><span style="color: black;"><img border="0" data-original-height="1000" data-original-width="750" height="400" src="https://3.bp.blogspot.com/-zCo4cMPLlaU/WUAGyh0shvI/AAAAAAAAEek/8tjKdbuot4wIOFS8orRN5TWjtLOVlL0fgCEw/s400/c3205912844c606cee342cd2824512fb.jpg" width="300" /></span></a></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif;"></span><span style="color: black;"> </span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: "arial" , sans-serif; letter-spacing: 0.4pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Sin embargo,
en el ‘entremedias’ de todos estos senderos, en la eclosión catártica del
fogonazo fotográfico –un fogonazo que dice ella dura 10 segundos– no hay lugar
para el optimismo. Esa alteridad a la que antes hemos aludido entre la
negatividad con que contempla la existencia y el optimismo de algún placer
mínimo no da como resultado el filtrado de ninguna esperanza duradera. Solo,
señala en alguna entrevista, seguir, continuar: “</span><span style="font-family: "arial" , sans-serif;">estamos vivos, dice la artista, sólo porque somos capaces
de encontrar pequeñas felicidades o esperanzas entre estas vicisitudes”.<span style="letter-spacing: 0.4pt;"> En la vida y en el arte, sin influencias ni
teorías: solo seguir en busca de algún instante de beatífica placidez. </span></span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; letter-spacing: 0.4pt;"><span style="color: black;">Ese es el gesto sobrecogedor
de Emi: que su arte es como el ejercicio incesante y continuo de lanzar botellas
al océano sabiendo que si bien no hay lugar al que llegar –igual que no ningún
hogar ni ningún cuerpo al que poder decir ‘mío’– sí que puede, cada espectador,
ponerle rostro, su rostro, a las fotografías de Emi. Por eso su rostro nunca parece
en ese cuarteamiento del cuerpo que son sus fotografías y por eso dice,
aludiendo a pequeños placeres como una puesta de sol o el reflejo de la luz de
la luna, que “como la conciencia colectiva inherente en estas cosas, mi trabajo
no trata sobre mí –trata también sobre el ‘tú’. Y ‘tú’ –añade– seguramente te
has dado cuenta de esto”.<o:p></o:p></span></span></div>
</div>
JAVIER GONZÁLEZ PANIZOhttp://www.blogger.com/profile/14584123684300518798noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3504557111470549066.post-62692020717766193822017-05-26T10:54:00.000+02:002017-05-26T10:54:47.169+02:00EUGENIO MERINO: TRES FUNERALES Y UN CADÁVER EQUIVOCADO <div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div style="text-align: center;">
<a href="https://3.bp.blogspot.com/-DEkknR0UBis/WSfssZy9BzI/AAAAAAAAEeM/WEGPJj0WCnEszg10suShCQg9JC2H4GOLQCLcB/s1600/untitled-63_sm.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1067" data-original-width="1600" height="266" src="https://3.bp.blogspot.com/-DEkknR0UBis/WSfssZy9BzI/AAAAAAAAEeM/WEGPJj0WCnEszg10suShCQg9JC2H4GOLQCLcB/s400/untitled-63_sm.jpg" width="400" /></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;">EUGENIO MERINO: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">AQUÍ
MURIÓ PICASSO</i></span></b></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;">ALIANZA FRANCESA (MÁLAGA): hasta 28/07/17<o:p></o:p></span></b></div>
(texto original en 'arte10': <a href="http://www.arte10.com/noticias/Eugenio-Merino-Picasso.html">http://www.arte10.com/noticias/Eugenio-Merino-Picasso.html</a>)<br />
<br />
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;"><span style="color: black;">Fiel a su talante polémico, Eugenio Merino ha formulado la
mejor crítica que a la reconversión de Málaga en parque temático dedicado a
Málaga puede hacerse: ofrecer lo único que falta, el propio cadáver de Picasso.
Obviamente que la propuesta se beneficia del propio impulso picassiano que
denuncia y que de ahí pueden verse puntos débiles. Pero, sin embargo, la obra
–“cadavérica”, “mortecina”– permite rastrear varios puntos nodales –e
ideológicos– del arte contemporáneo.<o:p></o:p></span></span></i></div>
<span style="color: black;"></span><br />
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;"><span style="color: black;">Me hubiese gustado
titular este texto como <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Once tesis sobre
el arte contemporáneo</i>. Pero vista la delgada densidad de la realidad, con
una sola tesis basta y sobra: el arte es una formación social y estética cuya
impotencia queda manifiesta debido al régimen mediático de exhibición y
producción; este régimen fagocita toda disposición social efectiva al ser ésta
licuada por el espectáculo que lo cataliza y que, en último término, le da
forma. Dicho de otra manera: nada nuevo bajo el sol. El arte se debate entre
los dos polos que le devoran poco a poco: si por un lado su pulsión estética es
prácticamente nada ante el potencial de las formas del diseño y el
divertimento; por otro lado, su polo social –en tanto que <i style="mso-bidi-font-style: normal;">fait</i> social– ve cómo es anulado a cada paso por la nadería circense
en que el régimen escópico actual, ávido de caramelos que llevarse a la boca
para llenar el tiempo vacío en que vivimos, lo reconvierte.<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="color: black;"></span><br />
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;"><span style="color: black;">Así entonces, es a
contrapié como sobrevive el arte, sin estar nunca muy seguro de a qué carta
quedarse. Si dejarse subyugar por cantos de sirena que le llegan del mundo del
espectáculo en tanto que forma administrada de realidad, o si intentarlo una
vez, alguna vez más, aún a sabiendas de que su intento será, como mucho y en el
mejor de los casos, indiscernible de cualquier patochada en la pantalla global.
Porque, incluso, la clásica formulación dialéctica que sostiene que la tarea
del arte sería precisamente mostrar la inviabilidad de su proyecto emancipatorio
es ya sospechosa: ¿nos muestra su inanición como esqueje de las formaciones de
poder que asolan nuestra realidad o, por el contrario, no ha hecho sino
metamorfosearse, el arte, en una de ellas ofreciéndonos mercancías inanes que,
filtradas por la pantalla ideológica del propio arte, creemos capaces aún, ilusoriamente,
de algún disenso? <o:p></o:p></span></span></div>
<span style="color: black;"></span><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://3.bp.blogspot.com/-xYppQZPXJZ4/WSfsslNawDI/AAAAAAAAEeQ/kDxr4AVybEImg0Cwgyf-GAZGoBrOs7OjACEw/s1600/untitled-83_sm.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><span style="color: black;"><img border="0" data-original-height="1067" data-original-width="1600" height="266" src="https://3.bp.blogspot.com/-xYppQZPXJZ4/WSfsslNawDI/AAAAAAAAEeQ/kDxr4AVybEImg0Cwgyf-GAZGoBrOs7OjACEw/s400/untitled-83_sm.jpg" width="400" /></span></a></div>
<span style="color: black;"></span><br />
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;"><span style="color: black;">La obra de Eugenio
Merino se sitúa en estos territorios de lo indiscernible dudando siempre si, a
efectos prácticos, lo suyo es arte, una bufonada o simplemente de una caradura
indescriptible. Pero si nuestra tesis es acertada si, como suele decirse, cada
época tiene los artistas que se merece, lo cierto es que Merino no hace sino
situarse con esta obra en el límite fronterizo donde el arte trasmuta en
chorrada. Y eso, enarbolando esta tesis única que da cuenta de lo bulímico del
arte actual, es un logro. <o:p></o:p></span></span></div>
<span style="color: black;"></span><br />
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;"><span style="color: black;">Como poco, el cadáver
picassiano nos remite a la triple tipología con que muerte y arte han ido
fraguando su idilio en los últimos siglos: muerte del arte, del artista y del
espectador. Lo que sucede es que, fiel a los tiempos que corren y que dan como
resultado del arte contemporáneo un campo perfectamente predecible, el triple
despliegue de esta muerte nada tiene de dialéctico sino, más bien, de
mediático.<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="color: black;"></span><br />
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;"><span style="color: black;">Y es que a fin de
cuentas es ese régimen mediático el que ha terminado con anular cualquier
mínimo ejercicio de resistencia estético. El impulso mediático que como
vehiculador de una nueva forma de aura ha servido de pantalla desde donde –y a
través de la cual– el arte ha ido desplegándose en esa doble vis de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">fait</i> social e instancia estética, ha
terminado por claudicar, por cerrarse en banda: por, en definitiva, anular toda
distancia –escópica, estética– desde donde el arte planteaba su metodología
crítica. Ahora mismo las lógicas del capital administrado han acelerado su
velocidad para que, de hecho, no haya límite: ni para la mirar ni para el deseo.
Todo puede ser visto porque todo puede ser deseado. Cerrándose en una esfera
inmanente donde la imagen no es ya señalada por lo que representa sino por el
simple y mero hecho de que <i style="mso-bidi-font-style: normal;">es</i>, el
hecho es que vivimos <i style="mso-bidi-font-style: normal;">en</i> la imagen,
sin límite alguno más que la angustia que nos produce el que alguna vez, alguna
imagen, sea la última. <o:p></o:p></span></span></div>
<span style="color: black;"></span><br />
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;"><span style="color: black;">En este requerimiento
ante una pulsión escópica que en tanto que ideología le promete al arte los
réditos que de otro modo nunca tendría, éste, el arte, queda domesticado dentro
de las coordenadas que el capital necesita para su progresiva implantación
global. Fusionándose con las necesidades del capitalismo, el arte ha encontrado
su perfecta razón de ser dar de comer a aquel que, al tiempo, le mata
lentamente de hambre. El arte, engalanado como acontecimiento de esos que “hay
que ver”, discurre como un campo de bombas lapas donde, solo aparentemente,
parece que hay algo que ver: la efemerología, el bienalismo y la
hiper-institucionalización, son las tres patas del banco desde las que el arte
ejerce su magisterio.<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="color: black;"></span><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://4.bp.blogspot.com/-mjJXwkreziA/WSfssHKqgfI/AAAAAAAAEeA/jqPwILpWFlcbonw54K1wh5aQq55z9X0MgCEw/s1600/untitled-150_sm.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><span style="color: black;"><img border="0" data-original-height="1050" data-original-width="1575" height="266" src="https://4.bp.blogspot.com/-mjJXwkreziA/WSfssHKqgfI/AAAAAAAAEeA/jqPwILpWFlcbonw54K1wh5aQq55z9X0MgCEw/s400/untitled-150_sm.jpg" width="400" /></span></a></div>
<span style="color: black;"></span><br />
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;"><span style="color: black;">Ahogado todo el arte
español de este año 2017 por el aniversario del <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Guernica</i>, alimentado ese mismo arte por burbujas artísticas como la
de Málaga, los astros se han compinchado para tener a Picasso en el ojo del
huracán. Además: el post-impresionismo y el genio malagueño es lo último que,
para la inmensa masa profana que va de un lado para otro consumiendo
acontecimientos, puede ser saludado aún con arte sin dudarlo un instante. El
resultado es que la ciudad de Málaga se ha reconvertido en los últimos años
según la imagen que destilan de Picasso, disponiendo todo tipo de entretenimientos,
de ocio y de cultura, donde se puede ver TODO lo referido a la vida de Pablo
Picasso. Y eso que sólo vivió allí hasta los diez años y que a los veinte fue
la última vez que se dejó ver. Es decir: un bulo considerable.<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="color: black;"></span><br />
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;"><span style="color: black;">Lo que Eugenio Merino
ha hecho es, simplemente, cerrar el círculo: hacer posible que el turista
desnortado que generalmente puebla estos saraos puede verlo TODO y que se lleve
a casa eso que busca: una experiencia inolvidable, un <i style="mso-bidi-font-style: normal;">selfie</i> con el cadáver de Picasso. Y es que podrá gustar más o
menos, podrá vérsele más o menos las costuras y ser criticada la propia
instalación como <i style="mso-bidi-font-style: normal;">boutade</i> que no añade
nada al peso crítico que el arte necesita para su resurgimiento. Pero no es así
del todo: y es que, pensamos, la broma de Merino remite en última instancia a
la necesidad de un nuevo aura, un aura no ya como presencia de una lejanía sino
como inmediatez de lo hipervisual. Es decir: es todo un truco. Si en una
primera interpretación todo puede ser explicado alrededor de las muertes que se
van desplegando (del artista, del arte, del propio espectador), en un segundo
nivel la obra habla de que ante tales “muertes” no se debe echar el enésimo
lloro ni mucho menos aún poner el grito en el cielo, no se debe uno rasgar las
vestiduras y darse al agorerismo, sino, mucho más radical aún, tomarse tales
muertes en serio.<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="color: black;"></span><br />
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;"><span style="color: black;">Sí: Picasso murió y
nuestro problema es que no lo superamos. Con una querencia mitológica hacia la
mistificación del genio, nos enredamos en nimiedades y encima tenemos los
bemoles de echarle la culpa al arte o al artista. La cuestión es comprender que
la inserción dentro de la producción artística de medios de reproducción hiper-mediática
no va en la línea de, anulada la lógica de unos conceptos como el de original,
autenticidad o autor, proceder a dinamitar el concepto de arte, sino la
continuación de ese mismo rasgo aurático solo que bajo otros condicionantes,
provocando desplazamientos en el proceso de significación de la obra, de la
emergencia de su sentido y, sobre todo, arruinando –eso sí– toda noción estable
de obra de arte.<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="color: black;"></span><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://3.bp.blogspot.com/-Eh-9lvgKZ3w/WSfsrV04FGI/AAAAAAAAEds/N5CUootybPcLYWbNXxFdxnFyYQL_aEJ_ACEw/s1600/aqui_murio_picasso_merino_montaje-58sm.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><span style="color: black;"><img border="0" data-original-height="1067" data-original-width="1600" height="266" src="https://3.bp.blogspot.com/-Eh-9lvgKZ3w/WSfsrV04FGI/AAAAAAAAEds/N5CUootybPcLYWbNXxFdxnFyYQL_aEJ_ACEw/s400/aqui_murio_picasso_merino_montaje-58sm.jpg" width="400" /></span></a></div>
<span style="color: black;"></span><br />
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;"><span style="color: black;">En definitiva: una
lectura atenta de la propuesta de Merino es la que nos dice que debiéramos
pasar a otra cosa y superar, de una vez por todas, nuestro duelo una idea
ciertamente romántica del arte. Eso nos permitiría decir que el cadáver, ahora
sí, era el equivocado: ni arte, ni artista ni espectador han muerto, sino que
se han transformado a raíz de las necesidades que el estadio actual del
capitalismo requiere. Y ello, igualmente, posibilitaría una superación por
elevación de toda una red de antagonismos que va tejiendo una trama con la que
el arte aún guarda su parcelita de poder: la de aquellos que desprecian el arte
contemporáneo por incomprensible prefiriendo rendirse a la peregrinación
mausolística del genio frente a aquellos otros que desde posiciones elitistas
desprecian precisamente ese comportamiento paniaguado de la masa sin saber que
es su mismo gesto clasista lo que lo permite. Y, por último, acabaría con esa
idea regulativa y sumamente ideológica de la “muerte del arte”: una idea donde
se condensa la propia dejadez del arte –trasmutada falsamente como mera
‘imposibilidad’– para mutar sus propuestos y condicionantes. <o:p></o:p></span></span></div>
<span style="color: black;"></span><br />
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;"><span style="color: black;">Por tanto ni velar su
cadáver ni esperar una resurrección. Debemos abandonar nuestra posición de
plañideras oficiales y también desligarnos de toda formación utópica que
pretenda canalizar el arte. En suma: superar el duelo sin dejarnos llevar por
banderola con nos guíe los pasos (ejemplos de estos que han acabado en
totalitarismos ya hemos tenido bastante.<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="color: black;"></span><br />
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;"><span style="color: black;">¿Cómo hacer eso? No
sabríamos decir. Por de pronto teniendo en cuanta que esta obra de Merino va
“contra” todos: no solo contra la masificación de un arte trocado en
divertimento y ocio, sino también contra quienes no dejan de rasgarse las
vestiduras contra la banalización del arte actual, sollozando por un mundo
pasado que nunca volverá y soñando con algún tipo de superación. Y es que solo
así, dejando tales polarizaciones, podremos dejar al arte libre de ataduras y
ser fiel a los requerimientos que la ideología escópica actual pudiera
demandarle.</span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></div>
</div>
JAVIER GONZÁLEZ PANIZOhttp://www.blogger.com/profile/14584123684300518798noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3504557111470549066.post-55895225425010813202017-05-12T10:13:00.000+02:002017-05-12T10:16:35.644+02:00ECUADOR Y MÁS ALLÁ: LA COMUNIDAD COMO RESTO MÍTICO<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-s-Rn_4dpobE/WRVvEJyWFzI/AAAAAAAAEc8/3eyDBz3gEbQFUjc2AJwf7DYWQgjjS2YqACLcB/s1600/imagesKS6GX27D.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="266" src="https://1.bp.blogspot.com/-s-Rn_4dpobE/WRVvEJyWFzI/AAAAAAAAEc8/3eyDBz3gEbQFUjc2AJwf7DYWQgjjS2YqACLcB/s400/imagesKS6GX27D.jpg" width="400" /></a></div>
<br />
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;"><span style="color: black;">HACIA DONDE OLMEDO
MIRADA</span></span></i></b></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;"><span style="color: black;">GALERÍA PONCE+ROBLES: hasta el 19/05/17<o:p></o:p></span></span></b></div>
<span style="color: black;">
</span><br />
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;"><span style="color: black;">Si esta exposición nos
viene que ni al pelo es porque, sin ser considerada <i style="mso-bidi-font-style: normal;">política</i>, nos remite mejor que otras muchas exposiciones al núcleo
donde lo político germina y vertebra la comunidad. Porque político –lo hemos
dicho muchas veces– no consiste en enarbolar la bandera de la justicia, en
mostrar los detritus que va dejando atrás la maquinaria del progreso y del
capital. Político, en el arte, habría de remitir a ese nudo donde la política
comienza su ejercicio: al hecho constitutivo y constituyente de fragmentar la
sociedad a través de antagonismos, de minar el campo de lo social para hacerlo
implosionar en dos grupos –los amigos y los enemigos, los buenos y los malos,
los unos y los otros.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></span></div>
<span style="color: black;">
</span><br />
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;"><span style="color: black;">Y es de esto de lo que
trata esta exposición: de que veamos el rasgo cuasi mítico que anida en toda
formación antagonista. Porque, por muy modernos que nos creamos, por mucha
racionalidad que le pongamos al asunto, la generación de los pares antagónicos
viene dado por la vehiculación de significantes vacíos creados por fuerzas
mitológicas e irracionales, por acontecimientos mínimos capaces de congregar en
torno suyo una gran fuerza de semantizar amplios espectros de los social.<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="color: black;">
</span><br />
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;"><span style="color: black;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Esto
es lo que sostenía <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Levi-Strauss</b> en
su explicación estructuralista del mito y que más tarde sirvió para que el
post-estructuralismo tomase mando en plazo alrededor de la idea de que, de
hecho, los significantes nunca reposan sino que son más bien nómadas, atrapados
en una fluídica capaz de deslizar todo el sistema de significación, sin otro
origen más que el pudiera fundamentarse mitológicamente. Y esto, el ejercicio
del antagonismo como germen de la política, es también lo que ha puesto en la
palestra –y vinculado a los populismos– <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">José
Luis Pardo</b> en su ensayo <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Estudios del
malestar</i>: en el ejercicio de la política en tanto que populismo es ahora
moda el tratar de romper el consabido “pacto social” de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Hobbes</b> debido a que de él penden restos mitológicos y de “intereses
creados” que lo hacen, dicen ellos, inservible, sin saber que el querer
retrotraerse a un origen previo –a la autenticidad de la política– es algo más
mitológico e irracional aún.<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="color: black;">
</span><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://3.bp.blogspot.com/-2cwuFcrzhIg/WRVvE4qySKI/AAAAAAAAEdQ/0mDUYUppZyUCcAOuxxO1DOh0KhVRarZYgCEw/s1600/untitle3d.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="187" src="https://3.bp.blogspot.com/-2cwuFcrzhIg/WRVvE4qySKI/AAAAAAAAEdQ/0mDUYUppZyUCcAOuxxO1DOh0KhVRarZYgCEw/s400/untitle3d.png" width="400" /></a></div>
<br />
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;"><span style="color: black;">En este sentido, lo
interesante de la exposición es que muestra cómo este significante vacío,
nómada y antagónico es construido aún hoy en día a través de acontecimientos no
ya mínimos sino cargados de ironía, perplejidad y, sobre todo, con la capacidad
de poder ser resemantizados a cada tanto para usufructo de determinados
intereses. El punto de partida que ha tomado <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Pily Estrada</b> –comisaria de la expo– para esta propuesta es una
serie de polémicas menores en torno a una estatua de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="color: #222222;">José Joaquín de Olmedo</span></b><span style="color: #222222;"> (</span>primer </span></span><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Presidente" title="Presidente"><span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt; text-decoration: none;"><span style="color: black;">presidente</span></span></a><span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;"><span style="color: black;"> de la </span></span><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Provincia_Libre_de_Guayaquil" title="Provincia Libre de Guayaquil"><span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt; text-decoration: none;"><span style="color: black;">Provincia
Libre de Guayaquil</span></span></a><span style="color: black;"><span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;">,
emancipada antes que incluso que Ecuador)</span><span style="font-family: "calibri";"> </span><span style="color: #222222; font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;">que aún en los absurdos debates
que generó se erige como monumento con reiterada capacidad para la vertebración
de antagonismos. <o:p></o:p></span></span></div>
<span style="color: black;">
</span><br />
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="color: #222222; font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;"><span style="color: black;">Primera
polémica: la ciudad de Guayaquil comisionó un monumento a su figura con ocasión
del centenario de su nacimiento. A su regreso de Francia, la comisión presentó
un monumento con un parecido bastante sospechoso a <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Lord Byron</b>. Unos diciendo que no, otros diciendo que sí, la
polémica atraviesa la historia de la ciudad. Segunda polémica: más de cien años
después, en el 2000, la estatua es trasladada a la nueva zona del Malecón
naciendo una nueva diatriba: colocar a la estatua de cara a la ciudad o al río
Guayas.<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="color: black;">
</span><br />
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="color: #222222; font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;"><span style="color: black;">La
conclusión que saca la comisaria de todo este asunto presto a la rumorología es
que, como señala en la hoja de sala, no importa mucho quién es, qué hizo o
hacia donde mire La cuestión es que “amamos imaginar al héroe” y eso nos basta:
para construirnos una memoria, un país, una historia, una identidad. Y es
alrededor de esta idea –idea que de hecho debiera funcionar como epicentro del
quéhacer artístico en tanto que capaz al mismo tiempo de mostrar lo ideológico
de toda toma de posición política sin por ello dejar de mancharse las manos en
busca de un futuro mejor– desde donde la comisaria ha reunido a un de artistas
ecuatorianos para que den forma a esta intuición fundacional y fundamental del
arte. <o:p></o:p></span></span></div>
<span style="color: black;">
</span><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://4.bp.blogspot.com/-eCcE_FwItyQ/WRVvEO5QRLI/AAAAAAAAEdE/IbGQS2t7m1sjHLW5DhFgkar05JXOhd-agCEw/s1600/Rosa-Jij%25C3%25B3n-.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="266" src="https://4.bp.blogspot.com/-eCcE_FwItyQ/WRVvEO5QRLI/AAAAAAAAEdE/IbGQS2t7m1sjHLW5DhFgkar05JXOhd-agCEw/s400/Rosa-Jij%25C3%25B3n-.jpg" width="400" /></a></div>
<br />
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;"><span style="color: black;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Todas
las obras presentes aluden de una manera u otra al proceso de creación de una
sociedad, a la red de hazañas inútiles que nos atestiguan como identidad, a la
nimiedad desde la que puede constituirse un héroe, a la necesidad de cargar con
un pasado y volver a él para ser alguien, a lo estrafalario de las pulsiones
que nos cohesionan y nos separan, al ir y venir de historias reinterpretadas y
traducidas que configuran el espacio público. Es decir: a la ficción mitológica
en que toda formación de sentido recae. El resultado: una estupenda exposición que
nos muestra el reflejo invertido, deformado y desplazado que de la comunidad –en
tanto que ente político y social– debiera siempre proponer el arte.<o:p></o:p></span></span></div>
</div>
JAVIER GONZÁLEZ PANIZOhttp://www.blogger.com/profile/14584123684300518798noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3504557111470549066.post-49532356846741112772017-05-03T17:55:00.001+02:002017-05-03T17:55:48.106+02:00ENRIQUE RADIGALES: NATURALEZA Y TECNOLOGÍA<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-c8ZtYioVMeU/WQn9BHFhdfI/AAAAAAAAEcQ/GqhR4AEE1lw5pFOOaPJvqc0XbAQyoiw6gCLcB/s1600/af2d73350efe214fe2a72f5c06fd8f14510073ee.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="400" src="https://1.bp.blogspot.com/-c8ZtYioVMeU/WQn9BHFhdfI/AAAAAAAAEcQ/GqhR4AEE1lw5pFOOaPJvqc0XbAQyoiw6gCLcB/s400/af2d73350efe214fe2a72f5c06fd8f14510073ee.jpg" width="266" /></a></div>
<br />
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;"><span style="color: black;">ENRIQUE
RADIGALES: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">EL EFECTO JÜRGENSO</i></span></span></b></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;"><span style="color: black;">GALERÍA
THE GOMA: 16/03/17-18/05/17<o:p></o:p></span></span></b></div>
<span style="color: black;"></span><br />
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="color: black; font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;">Al acceder a la página
web de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Enrique Radigales</b> un mensaje
aparece hasta que la información termina por cargarse: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">transcendental technology</i>. Pasando desapercibido en un primer
acceso, el mensaje cala ya desde el segundo intento. Y es que pocas veces un
artista resume tan bien sus intereses y el sentido en el que estos operan.
Tecnología trascendental: no –y aquí está el valor en alza de este artista– en
el intento desnortado de hacer de la tecnología el trampolín con el que
alcanzar utopía alguna sino, y más bien en sentido kantiano, en cuanto que
reflexión acerca de las condiciones de posibilidad de la propia tecnología. </span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="color: black; font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;">Es decir, si <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Radigales</b> utiliza la tecnología no es para
apuntar a ese destino post-utópico que se nos dice habita detrás de ese mundo
inmaterial, trasparente e higiénicamente sobrevenido que es el que viene
auspiciado por la tecnología, sino como un ejercitarse en la frontera de ambos
regímenes, en el ínterin donde lo analógico y lo tecnológico comparten aún una
misma fundamentación. Y es que es ahí, en el espacio donde dos regímenes de
realidades se solapan, donde la técnica muestra tanto la radical apertura que
en cada caso inaugura como la perversión maquínica con la que opera. Es decir,
donde a cada paso parece que hay que elegir entre, y tomado aquí la jerga de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Heidegger</b>, una
“técnica-como-explotar-provocante” y una “técnica-como-desocultarse-poético”.</span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="color: black; font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;">Pero más grave aún que
esta ambivalencia redención/condenación que la técnica instaura en nuestro
mundo, está el descubrimiento que hizo <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Benjamin</b>
y lo que a la postre hace de él un teórico del arte de primer orden casi
ochenta años después: que no somos nosotros los que elegimos una de las dos
caras en las que se resuelve lo técnico sino que es el propio destino el que se
da ya dentro de lo técnico. Es decir: fue él quien vio que más que tensiones
dialécticas en el seno de la separación del trabajo que la producción de la
obra generaba, lo que mejor capacidad tenía para apuntar a una cierta
emancipación era la modulación de grandes montantes de sensación canalizadas
por los nuevos modos de reproducción. Es a esa modulación tecnificada de la
sensibilidad a lo que se llama capitalismo. Y es ese, el capitalismo, nuestro
destino en tanto que tecnologización de nuestros mundos de vida. </span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;"></span><span style="color: black;"> </span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://2.bp.blogspot.com/-g8UX7bd172M/WQn9Ben4uJI/AAAAAAAAEcg/hl2fRJ6UggM24H4DjcAIenG78G_QPf3PACEw/s1600/d8d6b92ac712c74878f8b0fb86621a64961f6558.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><span style="color: black;"><img border="0" height="266" src="https://2.bp.blogspot.com/-g8UX7bd172M/WQn9Ben4uJI/AAAAAAAAEcg/hl2fRJ6UggM24H4DjcAIenG78G_QPf3PACEw/s400/d8d6b92ac712c74878f8b0fb86621a64961f6558.jpg" width="400" /></span></a></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;"></span><span style="color: black;"> </span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="color: black; font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;">Dicho todo esto, la
única relación válida del arte con la técnica no es aquella que merodea los
territorios de la utopía sino aquella que desvela el plan de injerencia
dromótica del capitalismo, aquella que obstaculiza aunque sea mínimamente está
implantación global, aquella que fisgonea en los aquelarres que la técnica
imprime a sus sufrientes cobayas, aquella que trata de mostrar el atroz régimen
de alienación que el cumplimiento efectivo del que pareciera es nuestro más
incipiente destino puede causar en nosotros. Es decir: la única relación del
arte con la técnica es aquella que trata de revertir la impronta tecnológica en
la producción ya perfectamente programada de mundo, realidad y subjetividad. Y
es que, como señaló en su día <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Brea</b>, “cuando
el pensamiento se relaciona con la técnica bajo ese régimen de ‘insumisión’, su
resultado se llama: arte”.</span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="color: black; font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;">A nuestro entender,
esta es la toma de posición que asumió <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Enrique
Radigales</b> desde sus inicios artísticos y lo que sin duda hace de él un
artista sumamente interesante. Formado inicialmente como pintor, sus “devaneos”
con la técnica no van en la onda de servirse de las posibilidades tecnológicas
y materiales que pudiera ésta brindar sino en la decisión propia de quien sabe
que una lógica de la representación ajena a la propia representación del mundo
que la técnica posibilita no es sino un arte huero y caduco. Así pues, técnica
y pintura, lo virtual y lo analógico: no como moda de la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">modernitis</i> del arte sino como emplazamiento polémico y antagónico
donde el arte ha de situarse para por ser llamado así.</span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;">En esta ocasión, la cuestión
cuasi heideggeriana acerca de la técnica es planteada en relación al
descubrimiento de </span><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;">Friedrich Jürgenson</span></b><span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;"> en la primavera de 1959: la psicofonía
o transcomunicación instrumental. Habiendo colocado una grabadora durante la
noche en una ventana abierta en pleno bosque sueco, lo que se encontró a la
mañana siguiente no era ningún cálido paisaje sonoro: fue, según apunta al
hojita de sala, “el solo de un clarín, una voz masculina hablando de cantos de
pájaros nocturnos, junto a un parloteo constante, silbidos y diferentes
salpicaduras de sonidos”.</span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;"></span><span style="color: black;"> </span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-3UZKfy8Q-6k/WQn9BANyl9I/AAAAAAAAEcU/B1QaX4LR2rs4PVtJ3J_NTMf1i91tLzWoACEw/s1600/afa8dff65cbd11327937af788622c928c9b82c57.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><span style="color: black;"><img border="0" height="400" src="https://1.bp.blogspot.com/-3UZKfy8Q-6k/WQn9BANyl9I/AAAAAAAAEcU/B1QaX4LR2rs4PVtJ3J_NTMf1i91tLzWoACEw/s400/afa8dff65cbd11327937af788622c928c9b82c57.jpg" width="266" /></span></a></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;"></span><span style="color: black;"> </span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="color: black; font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;">La obra se sitúa en las coordenadas
que le interesan a <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Radigales</b>: la digitalización
tecnológica de un paisaje, su peinado tecnológico para sacar a la luz una
verdad incómoda para esta ideología que, en tanto que destino, nos señala
siempre hacia adelante, hacia un progreso –nos dicen– ilimitado. Esta “verdad
incómoda” surge en tanto que ruina, en tanto que pasado aún sedimentado en
diferentes gamas de frecuencias –nunca mejor dicho en el caso de las
psicofonías– que nos ponen sobre la pista de que el futuro no es el único lugar
donde habita nuestra esperanza, de que es dudoso que el progreso nos guarde
grandes alegrías si no hace sino olvidar muchas de nuestras historias, que es
improbable que la tecnología nos redima si pide de nosotros que renunciemos a
nuestro hábitat natural. En este sentido, naturaleza y tecnología –su aporiético
diálogo– son los pilares sobre los que se funda el trabajo del artista
zaragozano: solo una tecnología que nos ayude a emerger bloques de pasado –de zonas
de invisibilidad, de ámbitos de irracionalidad– será capaz de ayudarnos en la
tarea que nos traemos entre manos. A esta relación aluden sus paneles pintados
que si por una parte aluden al ámbito de lo tecnológico al ser réplicas de las
estanterías donde estaban colocadas las cintas de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Jürgenson </b>por otra parte aluden también a la importancia de un
contacto con la naturaleza, encarnado este momento en las maderas de boj que
sirven de soporte. </span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="color: black; font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;">Bien es cierto que en este camino –perfectamente
válido, cómo hemos tratado de hacer notar– <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Radigales</b>
denota un semblante nostálgico, una querencia hacia una melancolía por otros tiempos
quien sabe sí míticos donde aún latía una verdad bajo esa espesura de 0 y 1 en
la que ahora se ha convertido nuestra realidad. Pensamos –nosotros más
proclives a un endurecimiento de las condiciones dialécticas en el emerger de
la obra de arte– que quizá también este momento debiera ser sometido a crítica:
si es necesario torpedear la destinación que el engranaje tecno-capitalista nos
tiene preparado no es para hacernos fuerte en una nostalgia mítica sino, de
tener las fuerzas para ello, para saber que lo nuestro es un oír voces sin
saber muy bien de donde vienen. </span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;"></span><span style="color: black;"> </span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-gOYt_U6Gwpk/WQn9BPb1xjI/AAAAAAAAEcY/OKl00SyrALMTBPYLtyqKb2Bx2tfuKTCHwCEw/s1600/618f9b7baddb52072352dff776f5fd1fee336b01.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><span style="color: black;"><img border="0" height="266" src="https://1.bp.blogspot.com/-gOYt_U6Gwpk/WQn9BPb1xjI/AAAAAAAAEcY/OKl00SyrALMTBPYLtyqKb2Bx2tfuKTCHwCEw/s400/618f9b7baddb52072352dff776f5fd1fee336b01.jpg" width="400" /></span></a></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;"></span><span style="color: black;"> </span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="color: black; font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;">En este sentido, la pregunta que nos hacemos desde la
propia hoja de sala (“¿no será capaz también nuestro yo de experimentar el
plano velado de este mundo?”) debiera ser contestada con un rotundo “no”. Y es
que esa es nuestra condena: que si bien la tecnología nos incita a dejar
sedimentados restos de un pasado que aún tiene mucho que decirnos, si la
tecnología nos empuja siempre hacia un futuro que no nos satisface como
presuntamente debiera hacerlo, no hay otro modo de experimentar la realidad que
no sea el que nos posibilita la tecnología. Dicho de otra manera: no hay manera
de mirar debajo de las apariencias, de asomarnos a la naturaleza, que no sea a
través de una tecnología. En suma: no hay momento en el proceso de conocimiento
que no sea ideológico.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="color: black; font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;">Esa es la esencia de la técnica frente a la cual o con la cual solo cabe reflexionar en tanto que "tecnología trascendental".</span></div>
</div>
JAVIER GONZÁLEZ PANIZOhttp://www.blogger.com/profile/14584123684300518798noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3504557111470549066.post-17155156764387817562017-04-23T20:52:00.000+02:002017-04-23T20:52:32.750+02:00500 ENTRADAS: SOBRE EL ARTE CONTEMPORANEO Y SU MALESTAR<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://2.bp.blogspot.com/-k2jRilUGdbY/WPz3DcII7FI/AAAAAAAAEcE/38KcMYN1bY8NJGItk1iTEs7s5ZS5Pw_8ACEw/s1600/Alfredo-Jaar-2.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="296" src="https://2.bp.blogspot.com/-k2jRilUGdbY/WPz3DcII7FI/AAAAAAAAEcE/38KcMYN1bY8NJGItk1iTEs7s5ZS5Pw_8ACEw/s400/Alfredo-Jaar-2.jpg" width="400" /></a></div>
<!--[if gte mso 9]><xml>
<w:WordDocument>
<w:View>Normal</w:View>
<w:Zoom>0</w:Zoom>
<w:TrackMoves/>
<w:TrackFormatting/>
<w:HyphenationZone>21</w:HyphenationZone>
<w:PunctuationKerning/>
<w:ValidateAgainstSchemas/>
<w:SaveIfXMLInvalid>false</w:SaveIfXMLInvalid>
<w:IgnoreMixedContent>false</w:IgnoreMixedContent>
<w:AlwaysShowPlaceholderText>false</w:AlwaysShowPlaceholderText>
<w:DoNotPromoteQF/>
<w:LidThemeOther>ES</w:LidThemeOther>
<w:LidThemeAsian>X-NONE</w:LidThemeAsian>
<w:LidThemeComplexScript>X-NONE</w:LidThemeComplexScript>
<w:Compatibility>
<w:BreakWrappedTables/>
<w:SnapToGridInCell/>
<w:WrapTextWithPunct/>
<w:UseAsianBreakRules/>
<w:DontGrowAutofit/>
<w:SplitPgBreakAndParaMark/>
<w:DontVertAlignCellWithSp/>
<w:DontBreakConstrainedForcedTables/>
<w:DontVertAlignInTxbx/>
<w:Word11KerningPairs/>
<w:CachedColBalance/>
</w:Compatibility>
<m:mathPr>
<m:mathFont m:val="Cambria Math"/>
<m:brkBin m:val="before"/>
<m:brkBinSub m:val="--"/>
<m:smallFrac m:val="off"/>
<m:dispDef/>
<m:lMargin m:val="0"/>
<m:rMargin m:val="0"/>
<m:defJc m:val="centerGroup"/>
<m:wrapIndent m:val="1440"/>
<m:intLim m:val="subSup"/>
<m:naryLim m:val="undOvr"/>
</m:mathPr></w:WordDocument>
</xml><![endif]--><br />
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><u><span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">UNO</span></u></b></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Quizá sea está una
ocasión pintiparada para entrar a degüello en el asunto que nos ocupa y
preocupa: el arte. 500 entradas en un blog da para cierto engalonamiento y
también para perderle un poco el miedo al qué dirán. Para ello nada cómo
dejarnos guiar por alguna lectura: la del libro <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Estudios del malestar</i>, ensayo de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">José Luis Pardo</b>, filósofo del que sabíamos ya muchas cosas, donde
el autor va disparando –y acertando, qué ahí radica la dificultad del intento y
la sencillez de la exposición– contra muchas cosas. Entre ellas, y<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>no de soslayo, el arte.</span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Pardo</span></b><span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;"> incluye el malestar no solo como síntoma epocal concreto
–que en su frente político da lugar a los populismos– sino también, y dentro de
la misma tesis, como patrón explicativo del arte contemporáneo. Mejor dicho: no
es que lo incluya, sino que hace del arte ámbito privilegiado y protagonista
principal desde donde escuchar las ondas sismográficas del malestar –social,
político, cultural– en el que estamos sumidos.</span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Para ello, para hacer
del arte rescoldo reaccionario donde nadan populismos varios en el caldo de
cultivo que supone el propio malestar, la fuente de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Duchamp</b> –en tanto que obra que aglutina a los intentos de las
vanguardias– es encumbrada, y no sin razón, en obra bisagra que separa no ya
regímenes artísticos –como pudieran ser el Barroco o el Clasicismo– sino algo
más importante: las propias estrategias artísticas dignas de ser entendidas
como “arte”. </span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Y ahí radica el
asunto: en que las vanguardias fracasaron de un modo tan paradójico que las
hace alargar su sombra hasta el momento actual, comprendiéndose la historia del
arte del siglo XX como una trama donde la onda expansiva de la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Fuente</i> tan pronto se hace oír con furia
desbocada como que, al instante siguiente, es reducida a poco más que un
fetiche. De este modo, sea lo que sea el arte en la actualidad lo es en tanto
que relación con el fracaso/éxito de las vanguardias, cuyo delegado más locuaz
sigue siendo la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Fuente</i> de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Duchamp</b>. </span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Cómo ya hemos
apuntado, dicha obra no aparece para inaugurar un nuevo ciclo histórico del
arte que engrose la lista de una historia del arte normativa y lineal. No. La <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Fuente</i> fue –es– un atentado en la base
de flotamiento del propio Arte, la aparición de una pregunta novedosa que crea
un antagonismo dentro de la hasta entonces esfera autónoma –y como tal más o
menos consensuada– del Arte: ¿es arte o no lo es? Enfrentándose a esta pregunta,
la calma chicha del Arte desaparece para siempre: ya no es cuestión de belleza –¿es
bello?, se preguntaba <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Kant</b> para
terminar de cincelar al sujeto en una comunidad homogénea de amigos
ilustradados– ni cuestión de gustos. Ahora la esfera propia del arte queda
delineada en una frontera difusa: la que separa a quienes dicen que sí de los
que dijeron que no, la que separa, aludiendo aquí a las tesis de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Schmitt</b>, entre amigos y enemigos. En
este sentido, <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Pardo</b> señala que “<b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Duchamp</b> ‘creó’ la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Fuente</i> siguiendo en cierto modo el esquema que <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Schmitt</b> y <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Jünger</b> nos han
recordado, es decir, como un soberano-fundador que se salta las reglas
violentamente para dar origen a una nueva legislación, de acuerdo con la
tradición revolucionaria”. Y ahí comienzan las “desgracias” del arte en su
contemporaniedad. Unas “desgracias” que en <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Benjamin</b>
no se sospechaban pues aún se pensaba –pensaba él en 1937, año de la
publicación de su obra <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El arte en la era
de su reproductibilidad técnica</i>– que la bomba de la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Fuente</i> –como punta de lanza de todas las vanguardias– terminaría
explotando. </span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://2.bp.blogspot.com/-VRlMt7jLCwI/WPz2vOu1nDI/AAAAAAAAEcE/e-9FbybTj8w2m3tGJjoo6au-HuKWCIgzQCEw/s1600/pardo%2Bpreentacion.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="225" src="https://2.bp.blogspot.com/-VRlMt7jLCwI/WPz2vOu1nDI/AAAAAAAAEcE/e-9FbybTj8w2m3tGJjoo6au-HuKWCIgzQCEw/s400/pardo%2Bpreentacion.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">José Luis Pardo en la presentación del ensayo en Madrid</td></tr>
</tbody></table>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">A pesar de lo
desencaminado de sus “profecías”, <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Benjamin</b>
fue quien más claramente delineó las posibilidades de triunfo de las
vanguardias: la trasformación que la función del arte había sufrido a raíz de
la reproducibilidad técnica de la imagen y el paso de un régimen cultual a uno
meramente exhibitorio hacía necesario la implicación de la política para, ahora
sí, devolver al arte a ese origen mítico de donde manaba –como de una <i style="mso-bidi-font-style: normal;">fuente</i>– la emancipación de la humanidad.
Así pues, dos opciones señala el filósofo alemán: o estetización de la política
o politización del arte. Es decir: o fascismo o comunismo. El régimen de
autonomía del arte, su implicación apolítica como <i style="mso-bidi-font-style: normal;">l’art pour l’art</i>, debía ser eliminada debido a las nuevas
condiciones de reproducción del arte. Pero es esa “eliminación del arte” lo que
podía ser llevada a cabo de dos maneras: o como estetización de su propio
acabamiento o como paso a una nueva etapa donde, una vez negada la autonomía,
arte y política unan sus pasos para atibar una posible solución emancipatoria.
“Su alienación –dice <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Benjamin</b>,
refiriéndose al ámbito autónomo del arte- ha llegado a tal grado que puede
experimentar su propia destrucción como un placer estético del primer orden.
Esta es la situación de la política que el fascismo está volviendo estética. El
comunismo responde politizando el arte”. </span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Pero lo que realmente
sucedió es que la politización del arte, al igual que la detonación que la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Fuente</i> prometía, se quedaron en tierra
de nadie, en una espera diferida que si en algún momento hacía del arte la
detentora de alguna promesa hoy por hoy, por el contrario, bien cabe decir que
toda esperanza nace ya amputada debido al influjo cada vez más perfecto de una
estetización que ha terminado por ahogar cualquier mundo de vida y, junto con
ello, de una implementación ideológica que ha terminado por purgar cualquier
afuera.</span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Y ahí estamos
sumidos, en una revolución –fracasada– del arte que hace migas con una
revolución –fracasada– de la política, y dándose la una a la otra lo que cada
una por separada ya había perdido: “el arte y la política intercambiaban sus
fundamentos: cada uno de ellos devolvía al otro la autenticidad que había
perdido”. Es de esta guisa como nos plantamos en nuestro presente: un presente
que continúa, tanto en cuestiones de arte como de política, enfrascado en el
malestar generado por sendos fracasos y, más preocupante aún, trocando ambos
momentos, confundiendo sus prerrogativas y yendo, aún más precipitadamente, la
una a la otra en busca de un poco de auxilio. En esta situación, estamos
abocados, en lo que concierne al arte, a un reguero de estrategias de
subversión y resistencia política cuya única misión es cubrirle las espaldas a
la propia <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Fuente</i> no sea que, en algún
momento de la historia, la bomba termine por explotar. </span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Pero además de esta
situación un tanto agónica, hay que pensar que este “cubrirle las espaldas” no
se da ya si no es con el beneplácito de la propia institución Arte que sabe muy
bien que si la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Fuente</i> no consiguió en
un primer momento lo que pretendía –eliminar la propia categoría de arte al
diluirla dentro de la propia vida– es ya de todo punto imposible que ninguna
otra obra lo consiga. Así, los museos y centros de arte se llenan de “bombas”
sin mecha, de dispositivos políticos sin revolución alguna que llevarse a la
boca, de artefactos que no se sabe muy bien si pernoctan en el pasado de unas
vanguardias desconectadas de cualquier <i style="mso-bidi-font-style: normal;">vis</i>
revolucionario o si vienen de un futuro aún por-venir. </span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-LHtGDJ5dmUA/WPz2uy2K7EI/AAAAAAAAEbw/29_owZw9KhQGTcK1Mp4ZMGhcWu462Hs6ACEw/s1600/duchamp-foto.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="400" src="https://1.bp.blogspot.com/-LHtGDJ5dmUA/WPz2uy2K7EI/AAAAAAAAEbw/29_owZw9KhQGTcK1Mp4ZMGhcWu462Hs6ACEw/s400/duchamp-foto.jpg" width="351" /></a></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Y ese es, en suma, el
malestar al que hace referencia <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Pardo</b>,
un malestar que remite a que “la categoría de ‘arte contemporáneo’ es
antinómica porque lo ‘contemporáneo’ (o sea, ese mundo posterior a la
modernidad del que las vanguardias eran el adelanto) sería que no hubiera Arte,
y porque allí donde hay Arte hay aún modernidad y, en consecuencia, no
‘contemporaneidad’ como categoría histórica o ‘posthistórica’”. En este
sentido, el arte contemporáneo queda atrapado en una temporalidad extraña donde
si por una parte es claro que la detonación de las vanguardias fue al final
controlada –si no incluso simulada-, por otra parte no hay ya modo de volver
atrás pues aún con su fracaso las vanguardias abrieron en la hasta entonces
autonomía estética un boquete por donde todo intento cerrado y fijo de sentido
se fuga.</span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Dicho todo esto, es
fácil concluir que el arte contemporáneo es un reguero de acciones que repiten
el gesto radical de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Duchamp</b>, que
vuelven una y otra vez a intentar tumbar a su enemigo, que fracasan una y otra
vez al quedar reducido a meras representaciones que, paradójicamente, la
institución-Arte acoge con beneplácito en sus museos haciendo del fracaso total
el más total de los éxitos.</span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Con todo, el malestar
actual supera por elevación la simple disyuntiva de posibilidades –arte/no
arte, comunismo/fascismo– sobre las que se ha ido gestando el malestar. Y es
que –y aquí es donde <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Pardo</b> apunta al
fenómeno de los populismos– aunque fascismo y comunismo fracasaron, aunque las
vanguardias fracasaron, aunque el esquema operativo del arte es el mismo al
menos desde que en 1956 la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Fuente</i>, ya
sin ningún género de dudas, fue encumbrada a “obra de arte”, la irrupción de
los populismos no ha hecho más que acelerar el proceso. Es decir, si la dupla
vanguardia/política ha decantado el campo del arte contemporáneo en una
repetición diferida del gesto duchampiano, la irrupción de los populismos no ha
hecho más que llevar las antinomias del arte a su máximo histórico.</span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Con populismo, <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">José Luis Pardo</b> se refiere a un neologismo
aplicado a una “posición filosófica acerca de la realidad de la política en
general, una tesis ontológica sobre la naturaleza (populista) de la política”
que bebe de las mismas fuentes de un regreso al antes del contrato social, a
las fuentes de la autenticidad política. Para ello, su esquema queda reducido a
sembrar el campo social de una pluralidad de significantes vacíos que vayan
fragmentando antagónicamente la sociedad en espera de que la suma de las partes
–el conjunto de los amigos– se acerque a la totalidad de los individuos.</span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">La meta está, en
ambos, en volver al arte auténtico y a la política auténtica: a un arte antes
de la construcción del Arte como esfera autónoma o, un poco más tarde, como institución,
a una política anterior a ese camelo del pacto social. Igual que el artista de
vanguardia desea a todas luces romper la esfera de cristal sobre la que el Arte
es construido, el político populista quiere romper toda esa trama de pactos consensuados
que emanan del pacto social hobbesiano. La meta está, en ambos, en urdir una
trama que rompa y dinamite cada consenso, que fraccione cada conjunto general
de los amigos y de los enemigos. </span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Para esta empresa,
para el logro de esta meta, solo son necesarios dos requisitos: una definición
vaga y ambigua de “arte” –pues ya en esa senda inaugurada por la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Fuente</i>, ya casi cualquier cosa vale–, y
una definición también vaga e imprecisa de “política” –pues para la tarea de
licuado de consensos también todo puede entrar dentro del campo de la política
en tanto que lucha por cuantos más rasgos identitarios mejor. Al mismo tiempo,
esta imprecisión en los términos corre parejo a la apostilla de “autenticidad”
con que el arte –<i style="mso-bidi-font-style: normal;">este</i> arte– y la
política –<i style="mso-bidi-font-style: normal;">esta</i> política– cargan.</span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://4.bp.blogspot.com/-5imXxZCUISU/WPz2vO5iz_I/AAAAAAAAEb4/uZF6KzD2FXA9drL1GCGYEoK7Dzwu7sjJQCEw/s1600/pardo1.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="225" src="https://4.bp.blogspot.com/-5imXxZCUISU/WPz2vO5iz_I/AAAAAAAAEb4/uZF6KzD2FXA9drL1GCGYEoK7Dzwu7sjJQCEw/s400/pardo1.jpg" width="400" /></a></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Si esto es así, el
arte comparte muchas de las estrategias de la política devenida populismo. a
las claras, los tres principios que <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Pardo</b>
especifica como axiomas desde donde <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Laclau</b>
explica el populismo. Uno: si quieres hacer política, alíñate un buen enemigo:
en el caso del arte ese enemigo no es otro que la mano que le da d comer, la
institución-Arte, combatiendo frente a ella se construye un antagonismo de
base, se da continuación al malestar. Dos: si quieres hacer política, haz
muchos amigos: tesis que en el arte remite a que el arte, en su puesta en
escena, debe al mismo tiempo que fracturar la sociedad, pescar en río revuelto
concitando en torno suyo una<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>nueva
comunidad de amigos que surja en el desplazamiento de la frontera antagónica. Y
tres: si quieres hacer política, no dejes que la verdad te estropee la
hegemonía: que en el arte remite a seguirle la pista a esa política licuada
ocupada en diseminar de significantes vacíos la otrora sociedad del consenso.</span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Siendo esto así, la
conclusión es que la razón populista converge con la razón estética de un arte
postvanguardista: convergencia que no se da en el plano de la identidad sino,
incluso, de un sometimiento del arte a las consignas populistas, un
sometimiento que no es sino el epílogo con el que la estetización de la
política y la politización del arte han encontrado su acomodo definitivo. El
efecto conseguido en todo este proceso es que, aunque diluidos el fascismo y el
comunismo, aunque visto lo poco disruptivo de un arte postvanguardista, la
política se ha estetizado y el arte se ha politizado. </span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><u><span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">DOS</span></u></b></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">En definitiva, si <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">José Luis Pardo</b> decía en una entrevista
que con este libro no iba a hacer demasiados amigos solo podemos, con esta
brevísima reseña, darle la razón: ni en el arte ni en la política, en esa
inmensa progresía que sueña con algún triunfo que llevarse a la boca, va a
encontrar quien le dore la píldora. Y es que el panorama que pinta no es ya
solo desolador sino que parece cerrar las pocas puertas que algunos pensaba
estaban aún abiertas. Arte y política, política y arte, reparten un malestar
que lejos de ayudar a alcanzar tiempo auroral alguno, hace callo en un discurso
de la autenticidad que no es sino la coartada perfecta para retrotraerse a un
tiempo anterior, primigenio, mítico: el tiempo, en política, anterior al pacto
social y, el tiempo, en arte, anterior, a la emergencia de su autonomía. Tal
mito, el regreso a un origen pre-social y pre-estético, más que ayudar en la
dirección de lograr una emancipación ideológica, no hacen sino anudar más
fuerte la soga que tenemos en nuestro cuello en dos direcciones:</span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://2.bp.blogspot.com/-skkjfG1XAyM/WPz2vejXkzI/AAAAAAAAEcE/4aR7e4ouzNMO_0efoPBYHobW1vEKTX06ACEw/s1600/w_benjamin.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="265" src="https://2.bp.blogspot.com/-skkjfG1XAyM/WPz2vejXkzI/AAAAAAAAEcE/4aR7e4ouzNMO_0efoPBYHobW1vEKTX06ACEw/s400/w_benjamin.jpg" width="400" /></a></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Uno, como estetización
de la política: en tanto que diluido fantasmático de la realidad en un
concatenación de pantallas donde todo acontecimiento muda en un simulacro
licuado y estetizado, en tanto que emergencia, ya sin rubor alguno desde el
triunfo de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Donald Trump</b>, del
político showman, del político como rostro televisivo, del político que viene a
llenarnos nuestras horas de divertimento pues, en esa labor de echar la caña en
río revuelto, no duda –y aquí caben todos nuestros rostros políticos, desde <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Iglesias</b> a <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Rajoy</b>, de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Susana</b> a <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Soraya</b>– en bailar, cantar, freír un
huevo o tocar la guitarra. Dos, como politización de la estética: en tanto que
estructura de un arte a pie cambiado, que si bien sabe que no hay vuelta atrás,
también sabe que el camino de implosionar su autonomía por un precio cada vez
más bajo y ridículo es la senda ideal para su servilismo, primero, y, después,
inanición. </span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">De esta forma, el
panorama resultante es, dirían algunos, tremendamente aburrido: reducido el
arte postvanguardista y la política populista –los dos pilares en los que en la
actualidad emerge todo discurso disensual– a rescoldos míticos, a-políticos y
a-estéticos, ¿qué nos quedaría?, ¿qué revolución anhelar ya?, ¿con qué
estrategia artística soñar? Sin duda que la tesis de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Pardo</b> puede ser sometida a cierto calibrado (sobre todo en lo
tocante a la relación del gesto duchampiano –vanguardista– con la propia
dialéctica idealista a la cual no anula) pero me parece una interpretación
tremendamente acertada que nos sitúa –y esto es lo que urge pensar al menos en
el arte– frente a un desierto, frente a un tiempo nuevo donde empezar –¿quién
se atreverá?– a pensar de nuevo el arte (y la política, aunque éste no es
nuestro negociado) desde posiciones que comprendan que ni el “pacto social” es
suelo único para la emergencia del sistema turbo-capitalista ni la “autonomía
del arte” es la sacrosanta entrada para un arte huero en consideraciones sociales
y políticas.</span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">No se trata,
pensamos, de dar la vuelta a la tortilla y ver ahora en el pacto social y en la
autonomía paraísos que, todo hay que decir, nunca lo han sido. Pero sí que se
trata de reordenar nuestros axiomas, de reconfigurar el efecto político y
estético pretendido por muchas fuerzas y estrategias que se las tilda de
avanzadas solo por el pin de progresía que llevan. En este sentido, en lo
tocante al arte, el sendero que <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Pardo</b>
parece nos invita a reabrir es el de la autonomía estética: “es la autonomía –señala–
la que hace que el juicio nunca sea una operación mecánica (como sí lo es la
determinación del precio de una obra en una subasta) y que sus criterios nunca
estén dados de antemano con claridad, y por tano la que explica la existencia
de la crítica de Arte (que no se ha de confundir, por supuesto, con el simple
recensionismo peridístico)”.</span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Invocar al malo
malísimo de esta película –la autonomía– y hacerlo en las cercanías del pensamiento
de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Benjamin</b> nos remite sin dilación
alguna a otro malo malísimo: <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Adorno</b>.
Sin ser nombrado en ningún momento, las tesis que enarbola <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Pardo</b> pudieran ser refrendadas punto por punto por el propio <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Adorno</b> con un sucinto “yo ya lo dije”. </span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-vZtph9hH9AU/WPz2upqlEVI/AAAAAAAAEbs/ccrvpI9UFigx8nC7e_2u5mWffEOV73wpACEw/s1600/adorno.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="325" src="https://1.bp.blogspot.com/-vZtph9hH9AU/WPz2upqlEVI/AAAAAAAAEbs/ccrvpI9UFigx8nC7e_2u5mWffEOV73wpACEw/s400/adorno.jpg" width="400" /></a></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Y es que el antagonismo
que en su día se dio entre <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Benjamin</b>
y <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Adorno</b> bien puede ser comprendido como
un primer momento de la cuestión que ahora nos atañe: si para el primero el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">art pour l’art</i> era el paralelo estético
del fascismo, para el segundo era necesario mantener semejante momento como
cultura de masas ya que en las síntesis no resueltas que la obra provocaría se
mostrarían los rescoldos de la dominación ideológica. La clave está en
comprender que al arte, como <i style="mso-bidi-font-style: normal;">fait social</i>
que es, siempre mantiene un sesgo ideológico el cual, más que ser superado por
instancias tecnológicas –que atañen a fuerzas de producción vinculadas a un
sujeto colectivo cifrado en el proletariado–, debe ser mantenido para revelar
la falsa conciencia de la totalidad de lo social. Es solo manteniendo su
carácter autónomo como “los antagonismos irresueltos de la realidad retornan en
la sobras de arte como los problemas inmanentes de su forma”. </span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Susan Buck-Morss</span></b><span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;"> resume esta diatriba perfectamente en su
libro <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Origen de la dialéctica negativa</i>:
“mientras <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Adorno</b> consideraba que las
transformaciones en el arte eran originadas por la praxis dialéctica entre el
artista y las técnicas históricamente desarrolladas de su oficio, <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Benjamin</b> situaba la dialéctica
exclusivamente dentro de las fuerzas objetivas de la superestructura, es decir,
al interior de las tecnologías mecánicas de la reproducción artística. (…).
Argumentaba que las nuevas tecnologías de la reproducción audiovisual habían
realizado por su cuenta la transformación dialéctica del arte, de un modo tal
que conducía a su autoliquidación”. Para refrendarlo, baste una prueba: “usted
subestima la tecnicidad el arte autónomo y sobreestima la del dependiente.
Quizás, esto sería básicamente mi principal objeción”, le escribe <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Adorno</b> a <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Benjamin</b> en marzo 1936.</span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Todo esto, aquí expuesto de manera sumaria,
nos lleva a sostener que la senda que nos invita a recorrer <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">José Luis Pardo</b> es, en lo tocante al
arte, a repensar las condiciones de autonomía del arte, unas condiciones que poco
o nada tienen que ver con el mantenimiento del arte en una urna de cristal sino
con el verdadero desarrollo histórico del concepto de arte, llamado a, como
escribió <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Adorno</b>, “dirigirse contra
lo que conforma su propio concepto, con lo cual se vuelve incierto hasta la médula”.
</span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Esto nos remite a sostener
lo que el propio Adorno le recriminó a su amigo Benjamin: que es necesario incluir
el momento negativo que toda cultura de masas le brinda al arte, que el
análisis estético debe remitir a una dialéctica entre arte autónomo y cultura
de masas ya que “la ideología y la verdad del arte no están separadas estrictamente”
y que el arte, en tanto apariencia, es simultáneamente tanto ideología como
verdad. No remitir a una dialéctica entre conciencia y sociedad –pensar la
dialéctica solo en el interior de las fuerzas objetivas– nos lleva al hecho de
que toda revolución tecnológica que se piense como capaz de poder anunciar la
historia verdadera –sin víctimas y, claro está, también sin verdugos– no haga
sino recaer en una nueva forma de opresión repitiendo el círculo vicioso del
pasado. Es decir: sin ese momento negativo auspiciado por una valoración
dialéctica del momento en el que la obra de arte se resuelve como mercancía
social, el desarrollo de la subjetividad racional, en lugar de cumplir su
promesa de desmitificación, recae en una nueva forma de mito –el mito del antes
de la autonomía estética, del antes del pacto social– como justo diez años después
de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">La obra de arte en la era de su
reproductibilidad técnica</i>, en 1947, demostraron <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Adorno</b> y <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Horkheimer</b> en
su estudio Dialéctica de la Ilustración.</span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Adorno</span></b><span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;"> no gustó; el ensayo de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">José Luis Pardo</b> tampoco gustará. Pero cuando el gustar o no gustar es
solo el aditamento de los mediocres, lo que nos toca es pensar nuestro presente
con la suficiente profundidad para intuir que quizá, a lo mejor, algo de razón
lleven. Puede que aún estemos a tiempo de muchas cosas. Por de pronto dejar de
dar razones como papagayos, de mimetizarse con el entorno, de adecuarse a la
estetización y politización que nos rodea puede ser un buen comienzo.</span></div>
</div>
JAVIER GONZÁLEZ PANIZOhttp://www.blogger.com/profile/14584123684300518798noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3504557111470549066.post-70799012467960416792017-04-17T17:21:00.001+02:002017-04-17T17:22:07.428+02:00ARTE Y LOCURA: AMIGOS NO TAN ÍNTIMOS<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://2.bp.blogspot.com/-fLqye5LbK4k/WPTcQ-LfnnI/AAAAAAAAEbM/LQRAaRnu9BM6pU7t6bjbDZHHNUhaxmq_wCLcB/s1600/IMG1363.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="266" src="https://2.bp.blogspot.com/-fLqye5LbK4k/WPTcQ-LfnnI/AAAAAAAAEbM/LQRAaRnu9BM6pU7t6bjbDZHHNUhaxmq_wCLcB/s400/IMG1363.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 115%;"><span style="font-size: x-small;">Marian Garrido</span> </span></td></tr>
</tbody></table>
<br />
<br />
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;">APUNTES PARA UNA
PSIQUIATRÍA DESTRUCTIVA</span></i></b></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;">SALA DE ARTE JOVEN (MADRID): 30/03/17-21/05/17<o:p></o:p></span></b></div>
<br />
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="color: black; font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;">Que la fecha elegida
para celebrar el día mundial del trastorno bipolar no sea otra que la efeméride
de la muerte de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Van Gogh</b> dice mucho
de la relación del arte con la locura. Una relación difícil y desorbitada, una
relación plagada de encuentros y desencuentros, una relación que tiene mucho de
idealización y que parte de una mala comprensión tanto de lo que es el arte
como de lo que es, en tanto que enfermedad y sufrimiento, la locura.</span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;"><span style="color: black;">Todo comenzó con el
romanticismo y continuó sin mayor problema hasta el surrealismo para volver a
renacer a través de un par de tesis freudianas –como bien pueden ser el retorno
de lo reprimido y el mundo onírico de los sueños y su sentido desplazado– tamizadas
y amplificadas por su trabazón marxista y sesentayochista. Desde las izquierdas,
lideradas por el freudo-marxismo, la locura y el trauma comenzaron a ser
pensadas como efectos psicopatológicos creados por el propio sistema capitalista.
Así, poco más tarde, en los años setenta, desde los campos de la filosofía, la
psiquiatría y la sociología, sobre todo vinculado al magisterio de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Deleuze</b> y <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Guattari</b> y el sentido de un esquizoanálisis no como “terapia”
llamada a reinterpretar bloques traumáticos para acoplarlos al fluir
normalizado del “yo” sino como posibilidades de enarbolar otra identidad en
constante devenir, la locura –y a su rebufo el arte– encontró un caldo de
cultivo para hacer de ella uno de los intentos más capaces de resistencia a la
virulencia de la razón instrumental.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;"><span style="mso-spacerun: yes;"></span></span><span style="color: black;"> </span></div>
<span style="color: black;">
</span><span style="color: black;">
</span><span style="color: black;">
</span><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://4.bp.blogspot.com/-wUfVud050Lc/WPTcQ0EIzgI/AAAAAAAAEbQ/JdKkpX6oQgMs_3H8SBSxm7fGnbegNbvuwCLcB/s1600/misha%2Bbies%2Bgolas.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><span style="color: black;"><img border="0" height="300" src="https://4.bp.blogspot.com/-wUfVud050Lc/WPTcQ0EIzgI/AAAAAAAAEbQ/JdKkpX6oQgMs_3H8SBSxm7fGnbegNbvuwCLcB/s400/misha%2Bbies%2Bgolas.jpg" width="400" /></span></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="color: black;">Misha Bies Golas</span></td></tr>
</tbody></table>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;"><span style="mso-spacerun: yes;"></span></span><span style="color: black;"> </span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="color: black; font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;">Pero el problema es y
ha sido siempre el mismo: una razón que no se sabe enclavada y producida en las
mismas fauces de la dromótica ideológica –o que como poco no (lo) sabe
reconocer(se)– no tiene ninguna capacidad para remontar corriente libidinal de
ningún tipo. Es decir: una razón que no conozca su momento de falsedad
difícilmente puede apuntar hacia su momento de verdad. Por mucha teoría
represiva que uno le ponga al asunto, la locura como punto de apoyo desde donde
mover el mundo supone eso mismo: una exterioridad del engranaje psico-policial
que la produce.</span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="color: black; font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;">En este sentido, ni
locos ni no locos, ni ellos ni nosotros, tratar de pensar en el desanudamiento
libidinal de altos montantes de energía empleados en la construcción de una subjetividad
“normativa” como medio capaz de trastocar el imperio dogmático de la razón
ideológica nos parece una empresa arriesgada en dos sentidos. Uno, en su impotencia:
pues en el límite siempre se puede apuntar a una indiscernibilidad entre ambos –¿no
dijo ya <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Nietzsche</b> que los valores de
sano y enfermo son los primeros en quedar moldeados? Y dos, debido a que la
implosión psicótica en direcciones cuasi infinitas no garantiza más que la
hegemonía de la propia diferencia, una vertorización y fragmentación de un
cuerpo social y yoico atravesado por antagonismos multiformes con ninguna capacidad
más que la de plegarse a quién sabe qué razón(es).</span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;"></span><span style="color: black;"> </span></div>
<span style="color: black;">
</span><span style="color: black;">
</span><span style="color: black;">
</span><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://3.bp.blogspot.com/-F5UuRGvIN3A/WPTcxaHQ9OI/AAAAAAAAEbc/NS19NtoomVk3PMP9NaLkIOh9IU5QaIu8gCEw/s1600/39469_2.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><span style="color: black;"><img border="0" height="231" src="https://3.bp.blogspot.com/-F5UuRGvIN3A/WPTcxaHQ9OI/AAAAAAAAEbc/NS19NtoomVk3PMP9NaLkIOh9IU5QaIu8gCEw/s400/39469_2.jpg" width="400" /></span></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="color: black;">Dora García</span></td></tr>
</tbody></table>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;"></span><span style="color: black;"> </span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="color: black; font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;">Sumidos en esta
problemática para la que el arte no encuentra solución ninguna, y teniendo en
cuenta lo que acabamos de apuntar ,la tesitura más apropiada en la actualidad
–y la que como comisario <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Alfredo Aracil </b>lleva
a cabo– no es tanto vislumbrar campos de emancipación en la labor de la
anti-psiquiatría ni en ver a los locos como benditos héroes de una tiranía del
capital que no ha hecho mella en ellos –precisamente por ello deben ser
internados– sino en ver a los demás, a nosotros mismos, como una gran comunidad
de enfermos mentales, diagnosticados con parecidos síntomas –bulimia escópica,
infantilismo recalcitrante, angustia al psico-drama que encarna la propia fantasía
ideológica, narcisismo endémico, etc– parapetados detrás de miles de pantallas que
nos permiten tener una relación sintomatológica con la realidad.</span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="color: black; font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;">De esta guisa, la
exposición combina obras actuales con documentos de manicomios de los años
cincuenta –incluso los dibujos de un interno, el pintor expresionista <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">González Rajel</b>– para comprobar que no
hay tanta diferencia entre las psicopatologías de aquellos años y la pandemia
de angustia, depresión y neurosis con la que convivimos y que, de una u otra
manera y al operar como tecnología, nos produce como subjetividad. En este
sentido, si en la actualidad puede trazarse una línea continua –aunque fina y
débil– entre el arte y la locura no es ya para vislumbrar paraísos irracionales
bajo la realidad sino para apuntar a una misma incapacidad, la de nosotros los
cuerdos y la de ellos los locos, a la hora de plegarnos a la realidad
envolvente. Desde este punto de vista –la enfermedad mental como síntoma explicativo
de nuestra subjetividad en tanto que aparato disciplinario– la exposición toca varios
puntos focales que pueden dar como resultado un más que decente visión de
conjunto. Y eso, además, contando con lo poco amable que es, para exponer arte,
la sala de arte joven de Madrid. </span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;"></span><span style="color: black;"> </span></div>
<span style="color: black;">
</span><span style="color: black;">
</span><span style="color: black;">
</span><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://4.bp.blogspot.com/-1k8WAyaRqmc/WPTcxEL0ScI/AAAAAAAAEbY/rg-8Tril7AgSbDj1xN8hu3hPADPDnWONQCEw/s1600/C8G8wZ8XgAE_ImH.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><span style="color: black;"><img border="0" height="400" src="https://4.bp.blogspot.com/-1k8WAyaRqmc/WPTcxEL0ScI/AAAAAAAAEbY/rg-8Tril7AgSbDj1xN8hu3hPADPDnWONQCEw/s400/C8G8wZ8XgAE_ImH.jpg" width="358" /></span></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="color: black;">Jorge Anguita</span></td></tr>
</tbody></table>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;"></span><span style="color: black;"> </span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;"><span style="color: black;">Sin otras valoraciones,
y quizá arriesgándonos en exceso, pensamos que el trabajo de <strong><span style="font-family: "arial" , sans-serif; mso-bidi-font-weight: normal;">La Rara
Troupe</span></strong><strong><span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-weight: normal;"> es lo que más se acerca a lo que el comisario ha
pretendido hacer. De hecho, ambos estuvieron juntos en noviembre pasado en el
MUSAC en unas jornadas con el sugerente título de </span></strong><strong><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-weight: normal;">¿qué significa ser
normal hoy?</span></i></strong><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="color: #333333;"> </span></i></b><span style="color: #333333;">Decimos esto porque el trabajo de<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"> </i></b></span><strong><span style="font-family: "arial" , sans-serif; mso-bidi-font-weight: normal;">La Rara
Troupe </span></strong><strong><span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-weight: normal;">gira en torno a la salud mental y a los modos de expresión
y construcción que, desde lo colectivo, vehiculan alguna forma de identidad –multiforme,
deconstruida y nómada– haciendo hincapié en sus formas de autorepresentación y
narración. Teniendo esto en cuenta, me da que “psiquiatría destructiva” no es
tanto un nombre con punch como un interés, el del comisario, por subrayar la
necesidad de generar una alteridad en el programa de normativización de los
montantes libidinales cortados todos por el patrón de la fantasía capitalista. “Destructivo”
en tanto que se trata de operar una abertura en el muro de un superyó despótico,
una fractura en la lógica del sentido que reparte identidades y competencias
abogando, así, por lo disyuntivo de un nosotros en constante construcción.</span></strong></span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="color: black;"><strong><span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt; font-weight: normal;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>El trabajo
de los demás artistas incide de una manera u otra en esta misma idea, acentuando
como </span></strong><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;">Misha Bies Golas</span></b><span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;"> el proceso psíquico y
su cercanía con el rito, la espera, el acontecimiento y la repetición; el pensamiento
difuso y la asociación libre como el trabajo de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Jorge Anguita</b>; la fuerza de la memoria y de lo otro, asociado en este
caso a lo femenino, como hace <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Sofía Bauchwitz</b>;
la creación y generación de un lenguaje, fónico y visual, para decir no sabemos
si lo otro pero sí al menos de manera diferente como hace la obra de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Antonio Ferreira</b>; o<strong><span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-weight: normal;"> r</span></strong><span style="color: #4c4c4c;">eivindicar, como hace </span><b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Jaume Ferrete Vázquez</b>,<span style="color: #4c4c4c;"> <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>la voz y su reverberación entre exterior e
interior, entre fonema y monema, entre pensamiento y habla, como modulación capaz
de acercarse a lo inaudible, lo ininteligible, el silencio, lo sordo, etc.</span></span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;"><span style="color: black;">En
definitiva, una exposición con epicentro en la locura y su poder disruptivo que,
a pesar de no ser un tema que nos deleite debido a la pluralidad de problemas
teóricos sobre los que se concita, goza de los suficientes resortes para hacer
de ella lugar de peregrinaje –porque a esta sala de arte se peregrina– en esta
primavera madrileña.<o:p></o:p></span></span></div>
</div>
JAVIER GONZÁLEZ PANIZOhttp://www.blogger.com/profile/14584123684300518798noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3504557111470549066.post-47118989134534977132017-04-08T12:22:00.003+02:002017-07-26T14:20:42.321+02:00ESTER PARTEGÀS: DENTRO DEL LABERINTO<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://3.bp.blogspot.com/-UyhCL9B6LCk/WOi5vOVb_TI/AAAAAAAAEa4/ung9cZaFY6gzrDd9TNDtb5wb7BTk7IyAgCEw/s1600/DSC_0873.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="266" src="https://3.bp.blogspot.com/-UyhCL9B6LCk/WOi5vOVb_TI/AAAAAAAAEa4/ung9cZaFY6gzrDd9TNDtb5wb7BTk7IyAgCEw/s400/DSC_0873.jpg" width="400" /></a></div>
<!--[if gte mso 9]><xml>
<w:WordDocument>
<w:View>Normal</w:View>
<w:Zoom>0</w:Zoom>
<w:TrackMoves/>
<w:TrackFormatting/>
<w:HyphenationZone>21</w:HyphenationZone>
<w:PunctuationKerning/>
<w:ValidateAgainstSchemas/>
<w:SaveIfXMLInvalid>false</w:SaveIfXMLInvalid>
<w:IgnoreMixedContent>false</w:IgnoreMixedContent>
<w:AlwaysShowPlaceholderText>false</w:AlwaysShowPlaceholderText>
<w:DoNotPromoteQF/>
<w:LidThemeOther>ES</w:LidThemeOther>
<w:LidThemeAsian>X-NONE</w:LidThemeAsian>
<w:LidThemeComplexScript>X-NONE</w:LidThemeComplexScript>
<w:Compatibility>
<w:BreakWrappedTables/>
<w:SnapToGridInCell/>
<w:WrapTextWithPunct/>
<w:UseAsianBreakRules/>
<w:DontGrowAutofit/>
<w:SplitPgBreakAndParaMark/>
<w:DontVertAlignCellWithSp/>
<w:DontBreakConstrainedForcedTables/>
<w:DontVertAlignInTxbx/>
<w:Word11KerningPairs/>
<w:CachedColBalance/>
</w:Compatibility>
<w:BrowserLevel>MicrosoftInternetExplorer4</w:BrowserLevel>
<m:mathPr>
<m:mathFont m:val="Cambria Math"/>
<m:brkBin m:val="before"/>
<m:brkBinSub m:val="--"/>
<m:smallFrac m:val="off"/>
<m:dispDef/>
<m:lMargin m:val="0"/>
<m:rMargin m:val="0"/>
<m:defJc m:val="centerGroup"/>
<m:wrapIndent m:val="1440"/>
<m:intLim m:val="subSup"/>
<m:naryLim m:val="undOvr"/>
</m:mathPr></w:WordDocument>
</xml><![endif]--><br />
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12pt;">ESTER PARTEGÀS: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">THE PASSERBY</i></span></b><br />
<div class="MsoNoSpacing">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12pt;">GALERÍA NOGUERAS
BLANCHARD: 25/03/17-20/05/17</span></b><span style="font-size: 12pt;"><br style="mso-special-character: line-break;" />
<br style="mso-special-character: line-break;" />
</span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12pt;">La reciente retirada
del polémico anuncia de Pepsi deja bastantes pistas por el camino de cuál es
nuestra relación con la publicidad. Que los publicitas nos toman por imbéciles sería
una de estas conclusiones. Pero también el hecho de que el poder de la
publicidad para incidir en la realidad –o al menos el que nosotros le suponemos–
es absoluto: es una ficción capaz de anular todo poder disolvente y subversivo
que pueda aún anidar en la realidad, una ficción capaz de tergiversar el
sentido de las imágenes en un mundo en el que, no olvidemos, todo está <i style="mso-bidi-font-style: normal;">en</i> la imagen. La pregunta es: ¿existe
alguna otra industria de la imagen con tanta capacidad de inversión? Diríamos
que no, ni siquiera el cine. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12pt;">Quizá sea este poder
iracundo de la publicidad comprendida como estrategias de marketing de la
imagen lo que haya hecho que el arte se desvincule de una potente crítica hacia
ella pues, en comparación, solo tiene bastante que perder y apenas nada que
ganar. ¿Qué lógica ficcional tramar frente a esta capacidad global de la publicidad
de calar tan hondo como se desee en niveles de conciencia desconocidos para el
arte?, ¿qué estrategia perseguir frente a lo que puede ser considerado la punta
de lanza del disolvente más potente del capitalismo, ahí donde la imagen es
reconvertida en deseo a través de la fantasía ideológica que nos moldea?</span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12pt;">Ester Partegàs</span></b><span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12pt;"> (La Garriga, Barcelona, 1972) quizá sea una
de las pocas artistas que aun encuentran necesario toparse de cara con la
mercadotecnia del capital, con su desenfrenada pulsión consumista y, sobre todo,
con el poder de la publicidad al que hemos aludido. Si su material de trabajo
predilecto son los restos de la sociedad de consumo y las basuras que como
huellas de un deseo siempre postergado vamos dejando en nuestro devenir
zombificado, en la instalación que hasta el día 20 de mayo puede verse en la
galería <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Nogueras Blanchard</b> de Madrid
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Partegás</b> alude más bien al
dispositivo “publicidad” como lugar de paso donde somos producidos –disciplinaria
y administrativamente– en masa.</span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-H845SbMWlRE/WOi5uqlRM0I/AAAAAAAAEa0/kS6wHHg52E8SV7EFvVD_d05eHvwE3vMeACLcB/s1600/DSC_0763.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="266" src="https://1.bp.blogspot.com/-H845SbMWlRE/WOi5uqlRM0I/AAAAAAAAEa0/kS6wHHg52E8SV7EFvVD_d05eHvwE3vMeACLcB/s400/DSC_0763.jpg" width="400" /></a></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12pt;">Porque ese es el
efecto y la sensación que uno tiene al traspasar el umbral de la galería y
adentrarse en la senda que nos marca la colocación de unos paneles que, aún simulando
a los tenderetes de los mercadillos, descubrimos, una vez recorridos, son mucho
más: son el dispositivo tecnológico donde nos vemos reflejados y donde, por
tanto, somos visto y podemos ver. Recorriendo la estructura modular descubrimos
que somos en tanto que somos proyectados en la superficie hipermediática –esa rugosidad
de los paneles de resina traslúcida que ha colocado la artista– en que se ha
convertido la realidad; somos en tanto nos sumergimos en el haz espectral de
colores y luces que emiten nuestras pantallas; somos en tanto que seres
quiméricos y opacos detrás de cualquier mampara; somos lo que resta de un deseo
que se acopla displicente ante cualquier mercancía, ante cualquier imagen.
Somos una mancha –hagan la prueba entrando en la instalación– en una mirada que
creemos nuestra pero que no es sino la que nos devuelve, socarrona y burlona,
la mercancía.</span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12pt;">Entrando en este
pasaje uno se percata de cuán cerca y lejos al mismo tiempo estamos de esos otros
y antiguos pasajes parisinos sobre los que <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Benjamin</b>
teorizó acerca del devenir masa de la sociedad y de cómo la exposición de mercancías
representaría la promesa de que el capitalismo tardío podría acomodar la vida de
cada uno en una casa, protegiéndola de toda iniquidad e inestabilidad. Al igual
que el Teatro de Oklahoma que <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Kafka</b>
construyó en <i style="mso-bidi-font-style: normal;">América</i> aceptaba a cada
uno que se postulase a un trabajo, los pasajes suponían –y suponen aunque encumbrados
a la enésima potencia– la creencia de que el mundo en su trasparencia y
comodidad absoluta estaba listo para esa enorme masa de los cualquiera que a
partir de entonces nos creeríamos –y nos creemos– subidos en la ola de la
historia.</span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://3.bp.blogspot.com/-3kcrVHkPv4U/WOi5vSyLqVI/AAAAAAAAEa8/1OVI8jrBi3Q-LBkGpCWGQDtmJ_mCnGJkgCEw/s1600/ThePasserbybaja.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="400" src="https://3.bp.blogspot.com/-3kcrVHkPv4U/WOi5vSyLqVI/AAAAAAAAEa8/1OVI8jrBi3Q-LBkGpCWGQDtmJ_mCnGJkgCEw/s400/ThePasserbybaja.jpg" width="251" /></a></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12pt;">Si fue allí, en los antiguos
pasajes parisinos, donde <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Benjamin</b>
descubrió que “la imagen que de tal manera (la modernidad) produce de sí misma,
y que sueña etiquetar como su cultura, corresponde al concepto de fantasmagoría”,
está claro que ese reflejo opaco en que nos convertimos a medida que transitamos
este otro pasaje que <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Partegàs</b> ha
construido constituye un precioso epílogo para nuestra Modernidad –y de cualquier
intento, aún, de apostar por algo parecido a unos ideales o una emancipación. Contemplábamos
la mercancía como figura invertida, profana y moderna del mito subsumido en la
forma del eterno retorno, de lo nuevo como lo-siempre-igual, cuando de buenas a
primeras nos hemos percatado de que la mercancía somos nosotros mismos: nuestra
proyección fantasmagórica, nuestra pulsión pavloviana a consumir incesantemente
dentro de un régimen escópico capaz de hacernos creer que lo vemos todo.</span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12pt;">En definitiva, esta
obra nos sitúa en las antípodas de ese lacónico intento de la masa por retirar
el anuncio de Pepsi, una masa que, como decimos, se cree encaramada al primer
plano de la historia cuando, a decir verdad, no construye más que espejismos
licuados y listos para ser consumidos una vez son filtrados por el régimen
administrado. Que a veces se logre poner una pica en Flandes no debería suponer
dejar de ver el bosque: ese grupo de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">millenials</i>
a los que <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Kendall Jenner</b> pone rostro
y que de una manera u otra somos todos nosotros no somos más que los parias,
los diezmados de la historia, los que solo podemos elevar la voz y subirnos al tren
de los acontecimientos una vez hemos intuido que esa mancha espectral que emana
de la pantalla del consumo y la publicidad es la nuestra. </span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12pt;">Esta exposición nos
lo recuerda. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span></div>
</div>
JAVIER GONZÁLEZ PANIZOhttp://www.blogger.com/profile/14584123684300518798noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3504557111470549066.post-20831048999115160032017-04-03T17:51:00.002+02:002017-04-03T17:52:54.596+02:00EN TORNO AL MODERNISMO: DUCHAMP, DANTO Y EL ETERNO BALAR<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://4.bp.blogspot.com/-fK95nnAku-s/WOJvB5kVRrI/AAAAAAAAEaU/z1dHfjjiTgY2_ZPYeqxc-tVDHC50nMptgCEw/s1600/4.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="246" src="https://4.bp.blogspot.com/-fK95nnAku-s/WOJvB5kVRrI/AAAAAAAAEaU/z1dHfjjiTgY2_ZPYeqxc-tVDHC50nMptgCEw/s400/4.jpg" width="400" /></a></div>
<br />
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;">Está claro que una de
las estrategias del sistema hipermediático actual es tirar la piedra y esconder
la mano. O, lo que es lo mismo: lanzar el anzuelo para que entre unos y otros
nos devoremos sin saber muy bien porqué, anquilosados en unas posiciones ante
las que no cabe más que la frialdad de las buenas maneras. Con esto quiero
decir que si el arte ha de servir de detonante para que la chispa crítica
prenda en el complejo social de una u otra manera, una labor que tiene que
hacer previa es limpiar de polvo y paja la esfera pública en la que se
establece el debate. Con ello no quiero aludir a ninguna prioridad en temas ni
a ningún elitismo sino, simplemente, a que los agentes artísticos han de tener la
brillantez para poner encima de la mesa asuntos de verdadera relevancia y no
aquellos otros que de vez en cuando nos lanzan los juegos de manos telemáticos
de la realidad administrada para que nos desgastemos en poner el cascabel al
gato.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;">Dicho todo esto, no
tengo reparos en hacer público que yo soy el primero en contradecirme: la obra
de las ovejas y la fuente de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Duchamp</b>
del artista <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Boyer Tresaco</b> no puede
ni debe llenar un solo instante de una tarea –la del arte– que todavía tiene
todo por hacer. No obstante –y como, insistimos, no nos duelen prendas en ser
nosotros quienes nos desdigamos– el hecho de que (casi) toda la crítica que se ha
podido leer alude a las condiciones de maltrato animal en que se ha incurrido,
me parece pertinente desmontar la instalación desde un punto de vista meramente
estético, donde quepamos todos aquellos –entre los que me encuentro– que no
somos capaces de sintonizar demasiado con ese pretendido maltrato.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;">Pero, pertinente,
decimos, ¿por qué?, ¿porqué llenar un par de cuartillas acerca de una obra de
la que ya hemos dicho no merece emborronar la plaza pública donde el debate
estético-político debe continuar sin dilación ni interrupción alguna? Porque
creo que escenifica uno de los síntomas más repetidos en la actual práctica artística
y porque el “centenariazo” de la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Fuente</i>
puede ser momento idóneo para desenmascarar tales estrategias.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;">Entrando ya
directamente al trapo, sería bueno empezar diciendo que el arte es desde
siempre la escena de un crimen. Si en regímenes estéticos anteriores –mimético
o representacional– la escena se contemplaba desde fuera, desde el romanticismo
se fue teniendo conciencia de que lo suyo sería meterse dentro de la escena.
Este anhelo se consumó, para unos, con las vanguardias o, para otros, con las neo-vanguardias.
O, dicho de otra manera: con <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Duchamp</b>
o con <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Warhol</b>.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;">En cualquiera de los
casos, se entró en la escena para constatar lo que ya era una verdad a voces:
que el cadáver había desaparecido. Es decir: que no había nada que investigar
ni ningún secreto que revelar. Y este es el gozne desde el que las diferentes
interpretaciones a este punto de no retorno salen a la palestra y donde el
confusionismo entra en liza en la más reciente historia del arte. Porque no es
lo mismo pensar –y actuar– desde el primado warholiano que desde el pontificado
duchampiano. Y porque, más grave aún, no suele dar buenos resultados mezclar
ambas “creencias” pues al mixtificación (y mistificación) que se genera lleva a
verdaderas <i style="mso-bidi-font-style: normal;">boutades</i> como la que nos
ocupa.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;"><span style="mso-spacerun: yes;"></span></span> </div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://4.bp.blogspot.com/-_Hli1-t0iRk/WOJvCH8eL4I/AAAAAAAAEaY/mJbhdL4pvXcsATmU63PMFt8NTYmRcud2wCEw/s1600/untitled.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="400" src="https://4.bp.blogspot.com/-_Hli1-t0iRk/WOJvCH8eL4I/AAAAAAAAEaY/mJbhdL4pvXcsATmU63PMFt8NTYmRcud2wCEw/s400/untitled.png" width="337" /></a></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;"><span style="mso-spacerun: yes;"></span><o:p></o:p></span> </div>
<br />
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;">Duchamp</span></b><span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;"> y <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Warhol</b> sitúan
al arte frente a su acabamiento –cierto acabamiento de una determinada
narración del arte– pero el problema está en que aunque la Fuente sigue
manteniendo su seducción, la interpretación de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Arthur Danto</b> a las <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Cajas de
Brillo</i> es el silencioso invitado en la feria del arte contemporáneo. En
este sentido, y aunque las ideas del teórico norteamericano no son de las más
valoradas, sin duda que sus efectos –de pluralidad–</span><sub><span style="color: #f4f4f4; font-size: 12pt;"><span style="font-family: "calibri";"> </span></span></sub><span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;">sí son seguidas a pies juntillas.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;">De manera harto sucinta
la teoría de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Danto</b> puede resumirse
en que el ser de la obra de arte es su significado, al cual se accede empleando
una teoría del arte capaz de desentrañar este significado que la obra de arte
encarna y que viene dado, artísticamente, en forma de metáfora. Danto llegó a
esta tesis cuando en 1964 fue a una galería de arte y quedó extasiado al
contemplar las <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Cajas de Brillo Box</i> de
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Warhol</b> indiscernibles de las que se
vendían en el supermercado. Desde esta iluminación profana, el bueno de Danto
se lio la manta a la cabeza y conjugando de forma extraña esa visión analítica
que hasta entonces le había caracterizado como filósofo de la historia con
Hegel dio en la tecla para de buenas a primeras encumbrar a <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Warhol</b> en genio de la filosofía y de
paso concretar el final de arte. El propio <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Danto</b>
señala que “la cuestión principal que hizo de las Cajas de Brillo algo tan
excitante para mí fue, en cualquier caso, por qué eran obras de arte, cuando
los paquetes de Brillo a los que se parecían tantísimo eran simple paquetes de
estropajos de la marca Brillo”.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;">Con la entrada de la
Caja de Brillo Box en la galería –en la institución arte- sucede que por fin el
desarrollo histórico del arte alcanza a su concepto: por fin ambos, esencia y
existencia, se equiparan e igualan. El hecho de que dos objetos, indiscernibles
el uno del otro, tengan la capacidad de ser uno incluido dentro del arte y otro
no, remite a que ya no queda nada por hacer, a que el desarrollo del arte por
fin a alcanzado su cúspide: a que el arte ha alcanzado en su desarrollo histórico
su propia autoconciencia. <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Vicente Jarque</b>
lo explica así: “lo que <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Danto</b> viene
a sostener es que, en la medida en que el arte ha alcanzado el punto en que su
existencia ha pasado a involucrar su propio concepto y queda descartada su
definición en función de ninguna clase de rasgos sensibles o cualidades
estéticas, no solo se superan todas las teorías anteriores (en cuanto que
fundadas en un arte aún no desplegado hasta ese límite insuperable), sino que
su esencia puede considerarse por fin <i style="mso-bidi-font-style: normal;">revelada</i>
de una vez por todas”.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;">Y es en este punto
donde todo viene a descarrilar de lo que parecen ser las afianzadas vías
históricas del arte: porque, de aceptar estas tesis de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Danto</b>, ¿cómo continuar la historia del arte? El propio <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Jarque</b> señala que “de hecho, lo que al carácter
<i style="mso-bidi-font-style: normal;">ultimado</i> del arte le corresponde es,
como insiste Danto, una filosofía <i style="mso-bidi-font-style: normal;">detenida</i>.
Pero esa detención, en la medida en que implica la negación de la posibilidad
de una futura trasformación ya no del arte mismo, sino de su concepto, no se
limita a constatar la imposibilidad de nuevas narrativas autónomas del arte,
sino que confiere a las ya cumplidas una condición <i style="mso-bidi-font-style: normal;">absoluta</i> que se impone a la definitiva contingencia<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>con que se<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>nos presenta el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">pluralismo</i> que
les sucede”. </span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;"></span> </div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://2.bp.blogspot.com/-hh2I1wy4AZ0/WOJvCARgGcI/AAAAAAAAEag/XVJXR42k9c8KWonL0nOYl4Nb0wseodubwCEw/s1600/warhol-brillo-boxes2.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="400" src="https://2.bp.blogspot.com/-hh2I1wy4AZ0/WOJvCARgGcI/AAAAAAAAEag/XVJXR42k9c8KWonL0nOYl4Nb0wseodubwCEw/s400/warhol-brillo-boxes2.jpg" width="358" /></a></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;"><o:p></o:p></span> </div>
<br />
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;">Es este, pensamos, un
resumen perfecto de la confusión teórica de muchas prácticas artísticas que no
saben muy bien a qué carta quedarse pues, sabiéndolo o sin saberlo, hacen suyas
las tesis del filósofo analítico. Este hecho, implícito y dado de facto, supone
una comprensión de la historia del arte post-warholiana como una horizontalidad
sin horizonte, una retahíla de narrativas e interpretaciones donde el único
punto de anclaje es el fin de la Modernidad: con el genio filosófico de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Warhol</b> el arte elimina todo resto de
diferencia ontológica y adviene a ser, por fin, pura filosofía señalando así el
fin de la historia del arte al tiempo que inaugura un pluralismo radical que
hace que sea imposible concebir una gran narrativa.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;">Y es ahí donde se sitúa
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Boyer Tresaco</b>: en una idea de un <i style="mso-bidi-font-style: normal;">después del arte</i> como un mero <i style="mso-bidi-font-style: normal;">después del relato del arte</i>, en un
quéhacer artístico como un dar vueltas una y otra vez, en ese pluralismo que
hemos señalado, al relato que ha concluido en el final del arte. Entrando a
patadas en esa escena del crimen que es el arte, no se le ocurre otra que
contarnos la misma historia pero creando un pequeño desplazamiento con el que
poder decir, él mismo, ¡eureka, ya sabía que no había ningún cadáver!<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;">El error por tanto de
esta instalación no es la de utilizar animales –cosa que, tampoco sobra decir,
es de todo punto innecesario y que subraya aún más el carácter impostado de la
obra– sino el hacer explícito la confusión de la narración histórica del arte
sobre la que trabaja: por el hecho de erigir en un pedestal la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Fuente</i> de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Duchamp</b> ya cree que está hablando de ella cuando lo cierto es que
nada más lejos de la realidad. Está hablando quizá de todo menos de ella. Dicho
esto, lo más sensato que se puede decir del asunto es que el artista no sabe
muy bien de lo que está hablando o, como poco, no sabe muy bien qué quiere
decirnos.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;">Pero, ¿no nos estaremos
ensañando con una obra de la que a priori estamos ya calificándola de mediocre?
Creemos que no pues aunque lo cierto es que la idea del “fin del arte” es una
constante en muchas teorías del arte, todas ellas son capaces de virar en
redondo para proponer una continuidad cifrada en el sesgo político con que
desde <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Benjamin</b> carga el arte. De
este modo se considera que el arte nunca podrá sobrevivir como tal, ni siquiera
posthistóricamente, a no ser que se trate de algo que merezca ser
prioritariamente considerado desde el punto de vista del proyecto de
emancipación del ser humano, un proyecto que ya no puede ser el sustentado en
los derruidos pilares de la Ilustración sino que debe de tomar pie en esa
irrevocabilidad de acabamiento con que carga el arte y al mismo tiempo en la
necesidad de, pese a todo, continuar.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;">Por ejemplo, si <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Adorno</b> puede merodear la cercanía del “fin
del arte” en términos parecidos a los de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Danto</b>
–cambiando únicamente la eliminación ontológica de este último por la
irrefutable autonomía hacia la que para el filósofo alemán camina el arte–, sin
duda supera el planteamiento mediocre de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Danto</b>
al separarse de las redes de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Hegel</b>
y, fiel al impulso negativo del arte, comprender que “il faut continuer”: una
continuación que evita que la autoconciencia que el arte alcanza culmine en una
plena iluminación de sí mismo, sino que más bien alumbre en la conciencia un
cierto sinsentido, o mejor, una confrontación en la perplejidad más absoluta.
Allí donde se esperaba la claridad, aparece una noche oscura. Mientras el
progreso conduce a Auschwitz y a la consagración de la ciega ‘razón
instrumental’, el arte históricamente confrontado por la catástrofe se
manifiesta como la imagen precisa aunque inconsciente del sinsentido.</span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;"></span> </div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://2.bp.blogspot.com/-0uV9YSQBjkw/WOJvB_XxZrI/AAAAAAAAEaQ/jO12hL09jtY5kd1OF_-pi02XdBxuTClJgCEw/s1600/portada_PLYIMA20170327_0016_5.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="300" src="https://2.bp.blogspot.com/-0uV9YSQBjkw/WOJvB_XxZrI/AAAAAAAAEaQ/jO12hL09jtY5kd1OF_-pi02XdBxuTClJgCEw/s400/portada_PLYIMA20170327_0016_5.jpg" width="400" /></a></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;"><o:p></o:p></span> </div>
<br />
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>De
todo esto, en la obra que nos ocupa, no hay nada. El sinsentido que de ella
emana no tiene ninguna capacidad de mostrar los esquejes de la dominación del
hombre por el hombre sino que entra de ello en esa frusilería con que una pluralidad
de estrategias llenan la narración del arte después de su –dantoniano–
acabamiento. El “fin del arte” que las ovejas cantan no es sino la marcha
militar de un arte normativo, nihilisticamente post-histórico, granjeado en lo
reaccionario de su propia iniquidad. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;">Pero, y por último,
¿cuál fue el descubrimiento de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Duchamp</b>?,
¿qué senda inaugura la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Fuente</i>? No
sabemos si las circunstancias, su talento o la más sorprendente de las
casualidades, hicieron que el descubrimiento del ready-made superase por mucho
a todos los demás intentos vanguardista que, de una u otra manera, acababan en
el callejón sin salida de las antinomias idealistas –¿hasta qué punto una
representación que no represente?, ¿hasta dónde un solapamiento de la vida y el
arte?, ¿hasta dónde no-ver lo que de alguna forma ha de verse?, etc.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;">El truco del ready-made
es que todo está a la vista: no hay nada que saber ni ninguna clave
interpretativa. Se entra en la escena del crimen que hemos dicho es el arte con
el único saber posible: que está siendo engañado, que el cadáver no está. No es
–terminando por aniquilar la teoría de<b style="mso-bidi-font-weight: normal;">
Danto</b>– ninguna metáfora. Paradójicamente lo que esto logra es que el
secreto esté siempre oculto: es decir, que no se llegue a ninguna conclusión, a
ningún significado. La presencia del sentido está siempre ausente, a la espera
de un momento más, de una interpretación más, de un instante más donde,
definitivamente, se vea la trampa del juego y todo caiga bajo su propio peso.
Pero sin embargo ese momento no termina de suceder nunca: ni aunque se condene
a la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Fuente</i> como boutade sin
parangón, ella seguirá manando un sentido siempre derivado, seguirá esperando
el momento de plena revelación.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;">La <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Fuente</i> autoproduce su propio campo de escritura donde esta deviene
infinitamente en una búsqueda de significado que nunca acaece plenamente. El
mecanismo del ready-made no se aplica en hacer trasparente el mundo sino, más
bien todo lo contrario, a sumirlo en un indiscernibilidad perpetua, en una
tensión de significancia nunca resuelta ni descifrada plenamente. La <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Fuente</i> es una máquina de producción de
interpretaciones infinitas, una máquina de diseminación de un sentido siempre
desplazado. Lo que descubrió <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Danto</b> que
hizo <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Warhol</b> con una caja Brillo ya
lo había hecho <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Duchamp</b> con el mundo entero:
una máquina de reterritorialización del sentido<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://4.bp.blogspot.com/-d0YyIJ73hQM/WOJvCJUjgHI/AAAAAAAAEac/DZcTujA5wj8MSRb71WayoYHcPH8h3XNiACEw/s1600/ufeued.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="165" src="https://4.bp.blogspot.com/-d0YyIJ73hQM/WOJvCJUjgHI/AAAAAAAAEac/DZcTujA5wj8MSRb71WayoYHcPH8h3XNiACEw/s400/ufeued.png" width="400" /></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;">El secreto de la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Fuente</i> está a la vista pero, pese a
ello, lo paradójico, lo que determina el nuevo régimen del arte, es que no hay
posibilidad de concretar su sentido, su propio secreto: ¿es una fuente que es
un urinario que es una obra de arte?, ¿es un urinario que no es una obra de
arte dentro de una exposición de obras de arte? No traten de ensayar ninguna
posibilidad como única, no traten de descubrir un sentido como el dado: la
Fuente nos muestra un campo de absoluta de ilegibilidad, el del propio arte.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;">En esta situación, y
como hemos apuntado al principio, cualquier interpretación es la correcta,
cualquier acto de habla en relación a la Fuente es la más pertinente: es el
espectador quien debe cerrar –temporalmente– el círculo, quien sella
–parcialmente– el proceso itinerante de significancia. Y todo porque no hay
sino <i style="mso-bidi-font-style: normal;">misreading</i> forzados por un
significante que siempre elude su cita y que fuerza al significante a crear por
sí solo algún efecto de significancia.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;">Claro que aquí llegamos
a la mayor dificultad teórica que esta obra puede plantearnos: ¿quién dice que
lo que las ovejas cantan no puede –no debe– ser dicho?, ¿quién dice que su balar
no es arte cuando al mismo tiempo estamos diciendo que la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Fuente</i> vehicula la posibilidad de cualquier decir? Quizá la escena
que abre <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Duchamp</b> sea la caja de Pandora
donde todo discurso puede por fin ser dicho: pero la cuestión es que aunque
pueda ser dicho no debe ser dicho. Es un perfecto anacronismo estar situados en
la atalaya de nuestra contemporaneidad y valernos de la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Fuente</i> de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Duchamp</b> para
hacer balar a una oveja cuando lo cierto es que hay muchas otras cosas que
deben ser dichas: mucho dolor, mucho sufrimiento, mucho sinsentido…, mucha
noche aún que pasar antes de arribar a una nueva aurora. <o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;">Si esto es así, y
aunque sin duda pueden estar acertados en parte, no incurren en muy diferente
error quienes ven en tal obra solo el maltrato animal cuando lo cierto es que
es un maltrato prioritariamente a toda la humanidad: quizá sea de modo objetivo
la oveja la que sufre, pero el desprecio del artista por la condición humana es
mucho más garrafal pues utiliza el altavoz que la escena duchampiana le otorga
para hacer, simplemente, balar a unas ovejas. <o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNoSpacing" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;">De este modo queda
probado que la escena de las ovejas es deudor de una noción de acabamiento del
arte totalmente conservadora, que hace pasar como divertimento lo que para nada
debe de servir como causa del arte. Es de la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Fuente</i> de donde mana una topografía desplazada y en deriva donde
arte y no-arte, objeto encontrado y obra de arte, autoría y accidente, bifurcan
una significancia itinerante que delinea en cada intento de aproximación las
coordenadas propias de acción del propio arte. Cada espectador, tratando de
averiguar el secreto a la vista de la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Fuente</i>,
no está haciendo sino reconstruir el campo de acción del arte: un campo siempre
diferente ya que en cada intento de lectura el propio espectador modula el
espectro de lo posible del arte, en cada intento de comprensión el espectador
desmantela el entarimado propio del arte para promover en el mismo instante
otro alternativo, igualmente sin respuestas, formado únicamente por puntos de
fuga, por alternadores de retoricidad. Pero todo esto con una salvedad: todo
decir que puede ser dicho en la ausencia de un sentido nunca pleno sino que se
mantiene silencioso, manando invisible de la propia boca de la fuente, tiene
que estar a la altura de las circunstancias, unas circunstancias –las nuestras–
donde nuestra vida es estafada y ninguneada, y donde nuestro destino apenas
levanta un palmo de la burocracia ornamental en la que estamos sumidos. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></div>
</div>
JAVIER GONZÁLEZ PANIZOhttp://www.blogger.com/profile/14584123684300518798noreply@blogger.com2