lunes, 9 de marzo de 2015

GENERACIONES’15: DE LO CONOCIDO Y LO DESCONOCIDO, DE LO BUENO Y DE LO MALO

Cristina Garrido
GENERACIONES’15
LA CASA ENCENDIDA: 13/02/14-05/04/15

Como cada año por estas fechas La Casa Encendida de Madrid nos muestra los 10 trabajos seleccionados como ganadores del Proyecto Generaciones convocado por la Fundación Caja Madrid (creo que ahora llamada Montemadrid).
Lo más reseñable, al menos en un primer momento, es lo poco pertinente que resulta las salas escogidas para tal exhibición. Si ya el año anterior el diseño expositivo de la muestra nos dejó un pelín tocados, en esta ocasión –y quizá sobre todo por esa reiteración– la cosa no nos gustó nada de nada. Ese dejar a uno fuera, a otro en el intermedio, arrejuntar en un sitio para desplazar en el otro, no nos convenció nada de nada.
En la página web, incluso, se refieren a que detrás de todo el montaje hay una motivación temática pero creemos que, como muchas otras cosas que suceden en este mundo, es simplemente una broma pesada. Y es que parece ser que a falta de un hilo argumental, por otra parte algo normal ya que se trata de obras que no tienen nada en común unas con otras, han tirado de eso tan indecidible del caminar al azar como leitmotiv de la exhibición. Esa da, como poco, para citar al dios omnipotente de todo comisariado que se precie: Walter Benjamin.
En todo caso puedo estar confundido: no me duelen prendas en reconocer que no soy muy ducho en la cosa comisarial. Es más: me interesa lo justito y solo porque para estar más o menos informado de las motivaciones con que se rige la cosa artística es más necesario que el respirar. El comisariado es sin duda el pequeño y oscuro objeto del deseo de la cosa artística, el ámbito predilecto donde los palabros más en boga para nuestra pseudo cultura encuentra su justo acomodo.

Nadia y Laila Hotait
Dejando estos dislates a un lado, las obras seleccionadas son todo lo que pueden llegar a ser aunque ni de lejos son lo mejor de algunos de los artistas que ya conocemos. Solo se salva de la hipotética quema la figura majestuosa  de Cristina Garrido que presenta una obra de la que estamos íntimamente enamorados.
La pieza se titula, sin ninguna inocencia, #JWIITMTESDSA? (Just what it is that make today’s exhibitions so different, so appealing?) y traza un perfecto retrato robot de la situación de la cosa estética: la repetición exhaustiva de unos mismos patrones estilísticos y normativos, unidos a una experiencia estética reconvertida en imagen, deja al arte –su capacidad de vivencia e incidencia social- bajo mínimos. Su instalación recoge, de forma irónica y hasta burlesca, todos y cada uno de los tics de los que adolece un arte imbuido por el todopoderoso reino del comisariado y que, sin duda, hacen al arte tal atractivo y sexy.
Las obras presentadas por Pep Vidal (Louis21), Oriol Vilanova (Parra & Romero), Daniel Jacoby (Maisterravalbuena), Fermín Jiménez Landa (Bacelos) y Karlos Gil (actualmente presente en García Galería), aun con su indubitable potencial, se nos antojan de menor calado que las que han ido presentado en las galerías citadas entre paréntesis y que hemos tenido el lujo y privilegio de ir paladeando en estos últimos años –e incluso escribir de algunas  de ellas en este blog.
Cierto es que una obra por si sola difícilmente puede plantarle cara a una exposición trabada y ejecutada con maestría –e incluso que como la de Pep Vidal es el germen de otros devaneos estético (dice que va a ir al polo en busca de ese polo magnético inencontrable)– pero no por eso deja de ser reseñable este hecho.

Pep Vidal
            De los artistas que para nosotros eran desconocidos Elena Aitzkoa,  Karlos Martinez. B, Nadia y Laila Hotait, Lucía Simón nos apetece señalar el trabajo de las dos últimas. Las hermanas Hotait hacen un ejercicio de memoria colectiva (en este caso paterno-filial) para recrear lo que fue el asalto del 18 de octubre de 1973 al Banco de América en Beirut por un grupo de cinco hombres del Movimiento Socialista Revolucionario Libanés. El acontecimiento se comprende como detonante definitivo para que dos años después se diese inicio a la guerra civil libanesa
La trama no sigue ninguna lógica lineal y causal sino que remite antes que nada a esa memoria fraternal de lo que fue un último gesto antes de la barbarie. Al final de la obra, asaltantes y rehenes terminan bailando juntos un dabke (danza popular característica de Líbano) en un gesto romántico pero que, en el proceso de investigación llevado a cabo por las artistas, se constata como bastante probable.
Por su parte Lucía Simón ejecuta con magistral solvencia una pieza de alto contenido conceptual donde sencillez y profundidad se conjugan para ofrecernos una gran obra. Son cuarenta y dos libretos que en vez de notas musicales están rellenos con las series numéricas de los primeros siete números primos y donde, ahí donde tocase ser escrito un número primo, se deja el espacio en blanco.

Lucía Simón
Con esto la artista remite al proceso de generación del pensamiento y a la interrelación entre disciplinas: en todo pensamiento hay siempre una génesis, un detonante que quizá poco tenga de racional y que, aun menos, es susceptible de ser fielmente representado por esta racionalidad nuestra tan opaca y miope. Llegar ahí, tocar lo intangible de lo irrepresentable es lo que logra Lucía Simón con tan escasos medios.
En definitiva, una muestra que es lo que es, de la que hay que resaltar los fogonazos de descubrimiento hallados en sus salas y criticar más, sin duda, la forma que el contenido.

2 comentarios:

  1. Pepe Jiménez Espejo9 de marzo de 2015, 22:55

    Estuve visitando la muestra Generaciones'15 en la Casa Encendida y me parecieron más interesantes las explicaciones-justificaciones de las obras que las obras en sí mismas; ¿qué quiero decir con esto? Que a veces el resultado dista mucho de las intenciones: había obras interesantes y con potencial y otras simplemente pretenciosas, con resultados que no siempre lograban comunicar lo aludido. Coincido con el artículo en el hecho de que la disposición del espacio no era, en algunos casos, la más adecuada.
    Pepe Jiménez Espejo

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  2. Sin duda el reino alargado del conceptual tiene estas cosas...a veces hace falta una introducción previa y otras veces la introducción mata (ya que refiere cual es el efecto perseguido) el propio potencial de la obra. Te da ya de antemano lo que dice prometerte.

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